Sociedad pobre en un pa¨ªs pobre
Actualmente, recuerdan los sirlos que de Siria fue el primer alfabeto conocido y que se expone en el magn¨ªfico museo de Damasco; que de all¨ª -m¨¢s o menos- surgieron las primeras Civilizaciones cuyos r¨¦stos.se pueden encontrar a todo lo largo y ancho del pa¨ªs, asombrando hasta a las personas m¨¢s familiarizadas con las arqueolog¨ªas de Italia o Grecia, y que buena prueba de esta afirmaci¨®n es el descubrimiento de los archivos mas antiguos, recientemente hallados en Mari, con mas d¨¦ 20.000 tablillas de arcilla, en las que se incluyen desde descripciones hasta Contratos, todas ellas pertenecientes nada menos que al siglo XVIII antes de Cristo. O la biblioteca de Ras-Shaeura, que,comprende oho obras en, lenguas diferentes. Siria fue tambi¨¦n una parte muy importante del Imperio de Alejandro y, m¨¢s tarde; del orbe romano, al que ofreci¨® tres emperadores y numerosos prohombres. Los sirios tambi¨¦n recuerdan que su pa¨ªs fue el punto de partida de San Pablo para proceder a la cristianizaci¨®n del mundo, convirti¨¦ndose r¨¢pidamente en un basti¨®n de la nueva doctrina., como queda probado con la existencia de la iglesia m¨¢s antigua -en Malula, donde a¨²n se habla la lengua de Cristo- y en, los restos de lo que podr¨ªa definirse como una cultura y sociedad eremita. Siete siglos m¨¢s tarde Siria se convirti¨® en el basti¨®n del islamismo, con el calif¨¢to de Damasco y los Omeyas, estando ligados a estas tierras nombres, tan evocadores como el de Harum-el-Rachid.Eclipsado durante unos siglos el es¨²endor de milenios de Siria, se, dice, actualmente que es el pa¨ªs m¨¢s t¨ªpico del Oriente Medio y el que, en la actual coyuntura, es m¨¢s decisivo, en la compleja problem¨¢tica que afecta de modo tan peligroso, al ¨¢rea y, de rechazo, tambi¨¦n al equilibrio internacional y a la paz mundial. Subjetivismos y patrioterismos aparte, en realidad hay mucho de cierto en esa afirmaci¨®n. Siria es un punto clave en la din¨¢mica del Oriente Medio, y buena prueba de ello es el papel que est¨¢ desempe?ando en la crisis libanesa, la ¨²ltima y la m¨¢s compleja de las manifestaciones de la inestabilidad y potenciali conflictivo a nivel planetario que encierra la zona.
El v¨¦rtigo del crecimiento demogr¨¢fico
Siria, por su extensi¨®n, puede considerarse como un pa¨ªs de tipo medio: 185.000 kil¨®metros cuadrados, con una densidad que, tomando como referencia la poblaci¨®n registrada en el ¨²ltimo censo -el de 1970-, era de 40 habitantes por kil¨®metro cuadrado, o de 52 si deducimos las zonas des¨¦rticas. De este modo parece como si en Siria no se presentara un problema muy general en los pa¨ªses subdesarrollados, y principalmente en los de Asia, que es elexceso de poblaci¨®n.
Pero en este aspecto, como en otros muchos, Siria no se aleja de los perfiles propios al Tercer Mundo y a su agobiante problem¨¢tica. La explosi¨®n demogr¨¢fica se manifiesta de un modo bastante agudo. En v¨ªsperas de la Segunda Guerra Mundial, el n¨²mero de sirios s¨®lo ascend¨ªa a dos millones y medio,Cuando, al liberarse del dominio franc¨¦s, se convierte, en 1947, en estado soberano, la poblaci¨®n est¨¢ por debajo de los tres millones. Pero a partir de entonces se produce un vertiginoso crecimiento. En 1960, la cantidad de. sirios es de 4,2 millones, y tan s¨®lo diez a?os despu¨¦s la cifra ascend¨ªa a 6,3 millones, para llegar actualmente a alrededor de los 7,5 millones, o sea, que se ha incrementado.la poblaci¨®n en un 300 por 100 desde 1938. Con la tasa de crecimiento actual, que es de un 3,7 por 100, Siria ver¨¢ doblada su poblaci¨®n en veintid¨®s a?os y triplicada en treinta y cinco.
Una emigraci¨®n relativamente abundante y que no es reciente -en Am¨¦rica Latina son, abundantes las colonias de sirios y libaneses, que all¨ª denominan ,?turcos?- hace disminuir esa tasa al 3,3 por 100, aunque los acontecimientos pol¨ªticos -emigraci¨®n palestina y m¨¢s recientemente libanesa- anulan con creces el ¨¦xodo. Para el a?o 2.000 se espera que haya 18 Millones de sirios.
La consecuencia inmediata de este proceso demogr¨¢fico es la existencia de una gran poblaci¨®n joven. Casi la mitad de la poblaci¨®n, el 49 por 100, tiene menos de quince a?os, en tanto que las personas con m¨¢s de sesenta a?os s¨®lo suponen un 6 por 100 del total.
Paro y analfabetismo
Este crecimiento de la poblaci¨®n viene a significar tambi¨¦n un freno a la soluci¨®n del c¨²mulo de problemas sociales a los que Siria, como el resto de los pa¨ªses del Tercer Mundo, tiene que enfrentarse. M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n es analfabeta, proporci¨®n que se eleva notablemente para el caso de la poblaci¨®n rural y a¨²n m¨¢s para las mujeres, y esto a pesar de los grandes esfuerzos hechos en el campo de la educaci¨®n por los ¨²ltimos gobernantes progresistas.
La tasa de actividad es muy baja, comput¨¢ndose como Poblaci¨®n activa s¨®lo a la cuarta parte del total, con un reparto por sectores econ¨®micos propios del subdesarrollo (51 por 100, agricultura; 29 por 100, servicios, y 21 por 100, sector secundario).
La emigraci¨®n a la ciudad, agravada por el ¨¦xodo de los palestinos y actualmente por los refugiados libaneses (20.000 en una sola semana), ocasiona una gran escasez de viviendas, con el consiguiente hacinamiento y elevaci¨®n de los alquilenes. Llegan a producirse alquileres equivalentes a 70.000 pesetas, y en las barriadas marginales una, ?vivienda? consistente en una habitaci¨®n sin agua ni luz, con servicios higi¨¦nicos -por llamarle de alguna forma- colectivos, cuesta alrededor de unas 2.900 pesetas mensuales.
Contrariamente a otros, pa¨ªses del Oriente Medio, y a pesar del florecimiento en ¨¦pocas hist¨®ricas de importantes civilizaciones, Siri¨¢ est¨¢ muy lejos de ser un pa¨ªs rico, calificativo de dif¨ªcil encaje para los ejemplos de la zona, y ni tan siquiera tiene las fabulosas reservas de hidrocarburos de otros pa¨ªses, ¨¢rabes. No totalmente exenta de petr¨®leo, ¨¦ste no es de muy buena calidad, por ser muy sulfuroso, no siendo v¨¢lido para gasolina, aunque s¨ª para otras aplicaciones menos rentables y m¨¢s necesitadas de elaboraci¨®n.
Desde el punto de vista agr¨ªcola, el pa¨ªs tampoco ofrece mucho, dada la gran cantidad de zonas ¨¢ridas que posee, aunque se encuentran notables excepciones, como la Ghota, que es el magn¨ªfico oasis que, con un di¨¢metro de cincuenta kil¨®metros, rodea a Damasco y que ha servido de base al esplendor hist¨®rico de esa ciudad. Existen tambi¨¦n vinos cuantos valles del Alto L¨ªbario y la zona Norte, con Alepo, regi¨®n que convierte a Siria en el tercer pa¨ªs mundial en producci¨®n de algod¨®n, o el valle del Eufrates, en el que se tienen puestas grandes esperanzas, pero que, como tales esperanzas, est¨¢n m¨¢s ligadas al futuro. que al presente.
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