Desde la Espa?a predemocr¨¢tica (o as¨ª)
Como una silva de varia lecci¨®n clasifica su ¨²ltimo libro Amando de Miguel. Escribo ¨²ltimo no sin cierto temor de que la capacidad productora del joven catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa me deje en mal lugar, porque Amando publica libros casi a la misma, velocidad que da conferencias o elabora art¨ªculos. Lejos de parecerme mal tal fertilidad, la considero como una virtud altamente estimable en un pa¨ªs de escritores monog¨¢micos y rituales.Desde la Espa?a predemocr¨¢tica, t¨ªtulo sin duda atractivo y tal vez exagerado, recoge art¨ªculos publicados en la prensa catalana y un par de conferencias, y va precedido por una presentaci¨®n en la que se esconde la intenci¨®n del autor y recopilador, as¨ª como sus muy expresivas -y por ende, nada ocultas- opiniones sobre este ingrato oficio de escribir en los papeles, aqu¨ª y ahora.
Desde la Espa?a predemocr¨¢tica, de Amando de Miguel
Ediciones Paulinas. Madrid, 1976.34 paginas.
Los temas recogidos en el libro son los que interesaron al autor en ?los ¨²ltimos momentos de la cuarentena franquista?. La obra se divide en siete partes y un ap¨¦ndice. En la primera se abordan desde una perspectiva altamente saludable (y, desde luego, cr¨ªtica) asuntos relacionados con la Universidad, frente de pasiones y sinsabores para el autor. En la segunda se habla de los medios de comunicaci¨®n colectiva, en la tercera de la vida cotidiana, la cuarta parte se dedica a contemplar Espa?a desde Barcelona, perspectiva poco com¨²n para los mesetarios como Amando. En la quinta parte de la obra se analizan diversos temas relacionados con ?lo diferente del modo de vivir autoritario? para buscar a continuaci¨®n nada menos que la salida ?del laberinto franquista? (salida que, debemos tranquilizar a los lectores, el autor no encuentra. Se siguen admitiendo hip¨®tesis). Dos homenajes (uno al fallecido Vicente Villar y otro al afortunadamente vivo Juan Linz) y un ap¨¦ndice (El pa¨ªs valenciano, ?pueblo decadente?) cierra la silva y el volumen.?Yo s¨®lo he escrito en los peri¨®dicos -reconoce Amando de Miguel- en la d¨¦cada de vigencia de la Lay de Prensa de 1966, y por todas partes he visto dificultades, represiones, amenazas, castigos... por el mero hecho de escribir. Creo que no ha habido oficio m¨¢s castigado, por la simple raz¨®n de ejercitarlo a conciencia, que el de publicar letra impresa. Tengo que reconocer no obstante, usando de cierto distanciamiento, que esta ¨²ltima d¨¦cada ha supuesto una mayor dosis de libertad que las tres anteriores. Ahora bien, ese grado de libertad ha sido no a causa de la Ley de Prensa de 1966, sino, a pesar de ella. Me explico. En general, los mecanismos de apertura, liberalizaci¨®n o reformismo del r¨¦gimen franquista han sido como diques o barreras que se pongan a la impetuosa corriente de la libertad que se tomaban amplios sectores de la sociedad?.
Con un estilo muy caracter¨ªstico -que para algunos podr¨ªa ser asimilado a un anti-estilo-, Amando de Miguel pasa revista a las parcelas m¨¢s conflictivas o que le son m¨¢s pr¨®ximas de esta Espa?a predemocr¨¢tica. Y aunque el autor es el primero en reconocer que no ha sido capaz de escribir sino desde la libertad, el caso es que esta libertad sigue siendo, al menos en este libro, condicional. La Espa?a predemocr¨¢tica de Amando es un ente de raz¨®n, en el que debemos creer por principio y que conviene no contrastar con la realidad cotidiana. De modo que la democracia que vendr¨¢, que tiene que venir porque as¨ª lo juran todas las personalidades del r¨¦gimen autoritario, es algo as¨ª como un futurible imperativo.
La historia intelectual y acad¨¦mica de Amando de Miguel es la de una larga lucha entre el posibilismo y la cr¨ªtica del sistema. El encuentro de ambas coordenadas resulta a veces sorprendente, sobre todo en un catedr¨¢tico de la sacralizada Universidad espa?ola, que se ha atrevido a salir fuera del alma mater y contarlo que piensa sobre esto y aquello. Recuerdo hasta qu¨¦ punto los art¨ªculos de Amando en nuestro querido y extinto diario Madrid fueron algo as¨ª como un bofet¨®n contra el conformismo de la Espa?a espesa. Alguna de aquellas peripecias period¨ªsticas le llevar¨ªa a la c¨¢rcel. Pero fiel, intransigente liberal, ingenuo, cr¨ªtico y hasta irreverente, Amando de Miguel sigue dispuesto a volver a las andadas. All¨¢ ¨¦l. Quien avisa no es traidor
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