Pocas dificultades en las Cortes para el primer proyecto reformista
Casi veinte horas le sobraron a Torcuato Fern¨¢ndez-Miranda, del total de veinticuatro que hab¨ªa previsto, como m¨¢ximo, para el debate por el procedimiento de urgencia del proyecto de ley de reuni¨®n, que ayer fue aprobado por el Pleno de las Cortes, con s¨®lo cuatro votos en contra y veinticinco abstenciones. En la defensa del proyecto, el vicepresidente para Asuntos del Interior y ministro de la Gobernaci¨®n, Manuel Fraga -en una intervenci¨®n de cincuenta minutos, que se resume en otro lugar de esta misma p¨¢gina-, lo calific¨® de primer paso l¨®gico e importante del plan de reforma pol¨ªtica del Gobierno.
La inauguiraci¨®n del procedimiento de urgencia -que tanto revuelo hab¨ªa originado, especialmente en los sectores menos reformistas de las Cortes- no ha podido ser m¨¢s tranquilo. A excepci¨®n de los antiguos y obligados aplausos entusi¨¢sticos -que ayer brillaron por su ausencia- a los miembros del Gobierno, y de ciertas reticencias a la reforma en marcha, por parte de algunos de los escasos oradores, por lo dem¨¢s, las Cortes cumplieron ayer'su funci¨®n habitual durantelos ¨²ltimos cuarenta a?os: decir disciplinadamente am¨¦n a los proyectos del Gobierno.?Se reservan los procuradores para m¨¢s importantes batallas reformistas? ?Es una vil calumnia lo de la oposici¨®n institucional? ?O est¨¢n plenamente de acuerdo, el Gobierno y, las instituciones, cuya modificaci¨®n est¨¢ ya sentenciada?
La jornada legislativa de ayer no ofrece respuestas categ¨®ricas para estas preguntas, pero s¨ª cabe afirmar que, el ambieinte que se respiraba en el hemiciclo, en el bar, en los pasillos de las Cortes, era, al menos por parte del sector m¨¢s conservador e inmovilista -que constituye mayor¨ªa- de desesperanza, des¨¢nimo, frustraci¨®n.
Una an¨¦cdota sintom¨¢tica, cuyo protagonista reservamos por discreci¨®n, avala la anterior impresi¨®n. Durante los debates sobre el proyecto de ley de reuni¨®n, en quelas palabras manifestaci¨®n, partidos, libertad, derechos, se pronunciaban sin adjetivaciones descalificadoras (tales como subversivas o judeo-mas¨®nicos), un veterano procurador manifest¨®: ?Noto como si me encontrara en un combate, en el que las balas silbaran muy cerca de m¨ª. ?
Sin embargo, y a pesar del ambiente de derrota, las Cortes no han podido hacer m¨¢s que lo que siempre hicieron durante esta larga, etapa org¨¢nica.
El resultado legislativo de lajornada, despues de casi cinco horas de deliberaciones, arroja la inclusi¨®n de tres leves modificaciones, que constituyen en realidad una concesi¨®n de la ponencia. La primera consiste en la supresi¨®n de un p¨¢rrafo en el pre¨¢mbulo de la ley. Se trata de la alusi¨®n al car¨¢cter circunstancial del proyecto de ley, ?que no persigue una regulaci¨®n paradigm¨¢tica del derecho de reuni¨®n, sino el establecimiento de una normativa adecuada -dec¨ªa el proyecto del Gobierno- a las exigencias del aqu¨ª y del ahora?.
La petici¨®n de la supresi¨®n del p¨¢rrafo fue realizada por Antonio Ros¨®n (que intervino en nombre del Grupo, parlamentario independiente), quien se resist¨ªa a admitir que la regulaci¨®n del derecho de reuni¨®n tenga un reconocido car¨¢cter coyuntural.
Las otras dos modificaciones -consecuencia de diversas en miendas- incorporan respectiva mente, al final del apartado a del art¨ªculo 10, que la autoridad velar¨¢ especialmente por evitar la aproximaci¨®n de los manifestantes a determinados edificios p¨²blicos, diplom¨¢ticos y militares, y en el apartado 2 del art¨ªculo 13, que el recurso de alzada ante el Ministerio de la Gobernaci¨®n pondr¨¢ fin a la v¨ªa administrativa.
Menos suerte tuvieron los procuradores de los grupos parlamen tarios m¨¢s conservadores. Peris Gimeno, por el grupo Uni¨®n del Pueblo Espa?ol (UDPE), pre tend¨ªa que se incorporara un nuevo art¨ªculo, el 14, en defensa de quients resultaran terceros perjudica dos en una manifestaci¨®n. Se tra taba de crear una acci¨®n,para po der pedir el resarcimiento de da?os y perjuicios contra los promotores de reuniones y manifestaciones.
Por su parte, Emilio Lamo de Espinosa (por el grupo Acci¨®n Institucional), deseaba que el derecho de reuni¨®n se regulara junto al de asociaci¨®n y que, en cambio se distinguiera netamente entre la reuni¨®n y la manifestaci¨®n. Esta ¨²ltimadeber¨ªa tener un tratamien to espec¨ªfico. Asimismo, expres¨® el peligro de que, por quedar exclu¨ªdas las correspondientes figuras penales en la f¨²tura refoima del C¨®digo, se produjera una per misibilidad hacia reuniones que son il¨ªcitas, pero que dejar¨¢n de serlo.
Desde posturas m¨¢s democr¨¢ticas y abiertas que la del Gobierno, intervinieron tambi¨¦n los se?ores Angulo Montes (Grupo parlamentario de Uni¨®n Democr¨¢tica Espa?ola -UDE-), quien adem¨¢s de obtener la modificaci¨®n del art¨ªculo 13- record¨® que la nueva ley obviar¨¢ ya el actual recurso a las reuniories en las iglesias y en los colegios profesionales, y el se?or Regalado Aznar (Grupo parlamentario independiente), que no logr¨® evitar las excesivas atribuciones que la ley concede a los gobernadores civiles para la prohibici¨®n de reuniones.Por la ponencia, present¨® el proyecto de ley ante el Pleno, el se?or Garc¨ªa-Valdecasas, quien aludi¨® a su oportunidad.
En respuesta a los observantes intervino el se?or D¨ªaz-Llanos, quien rebati¨®, sin demasiado entusiasmo, los argumentos de su compa?ero de grupo parlamentario, Lamo de Espinosa. Ante las alusiones a lo opinable del tema, el presidente de las Cortes le advirti¨® que la ponencia, sin embargo, deber¨ªa ofrecer una opini¨®n ¨²nica. Ante unas alusiones personales hacia el se?or Angulo -en el turno de r¨¦plica-, de nuevo el se?or Fern¨¢ndez-Miranda llam¨® la atenci¨®n al se?or D¨ªaz-Llanos para pedirle que objetivara sus argumentos. A prop¨®sito de la intervenci¨®n del se?or Peris, el mismo ponente interpret¨® que tambi¨¦n. se ped¨ªa indemnizaci¨®n por los da?os ocasionados por la fuerza p¨²blica. Ante los rumores que se originaron en el hemiciclo, el presidente dijo, con calma: ?Sosi¨¦guense los se?ores procuradores?.
M¨¢s felices. fueron las intervenciones del ponente, se?or Alvarez Romero, que rebati¨® con argumentosjur¨ªdicos a sus oponentes y, en los tres casos citados anteriormente, acept¨® las sugerencias de los procuradores.
En resumen, una sesi¨®n legislativa que no ha respondido a la expectaci¨®n suscitada por el procedimiento de urgencia, y que ha resultado tan f¨¢cil para el Gobierno como en los mejores tiempos del R¨¦gimen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.