Los Rolling Stones, en Barcelona el 11 de junio
Por fin, el 1 de junio, en la plaza de toros barcelonesa, con una capacidad de 20.000 espectadores, actuar¨¢n los Rolling Stones. El mayor espect¨¢culo del mundo del rock-and-roll, en suelo espa?ol, pero con casi diez a?os de retraso. La banda de los cinco millones de d¨®lares por gira americana, la que transporta toneladas de equipo y se hace acompa?ar por decenas de groupies lo mismo que por varios abogados para vigilar el cumplimiento del contrato y algunos economistas para invertir lo ganado, caso de que resulte problem¨¢tica la salida de Espa?a de la alta cantidad de dinero, la m¨¢xima en este tipo de espect¨¢culos, que van a percibir los Rolling. Pero esta actuaci¨®n, para muchos, es demasiado tarde. Rolling Stones no es la misma banda de finales de los sesenta. Y no es que hagan mejor o peor m¨²sica que entonces (Black and Blue, su ¨²ltimo alb¨²m, es realmente una gran obra), sino que el sentido de alternativa que su m¨²sica pose¨ªa enfrentada a la de Beatles y el resto del fen¨®meno pop, ha quedado desvirtuado. Rolling ha quedado en la desairada situaci¨®n de quien empuja con fuerza contra una puerta y, de golpe se la dejan abierta. En el aire, inmovilizados un segundo, antes de caer rotundamente. Rolling, la alternativa de los sesenta, no significa un camino abierto en los setenta, sino una senda que ellos ya han cerrado y a la que les es virtualmente imposible encontrar salida. Ahora a Rolling, curiosamente, s¨®lo les queda intentar responder lo m¨¢s exactamente posible a la imagen que ya est¨¢ prefabricada de ellos. Est¨¢n en la trampa. Lo saben, y por eso Mick, como un aut¨¦ntico tigre enjaulado en el globo, busca un lugar, ya sea en el sur de Francia, o en las Bahamas, o en Alemania. Pero la Tierra es ya poco espacio para ellos. Molestaron a la sociedad brit¨¢nica, se enfrentaron a Gobiernos en sus declaraciones, destrozaron escenarios y moteles de todo el mundo; se codearon con los ?nuevos pr¨ªncipes?: Kennedys y Warhols; Truman Capote escrib¨ªa sus cr¨®nicas; vivieron en la Torre Playboy; fastidiaron a toda la industria discogr¨¢fica del mundo.
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