Guerra de guerrillas en el Parlamento brit¨¢nico
, Al declararle la guerra parlamentar¨ªa al Gobierno, la l¨ªder conservadora Margaret Thatcher puede hacerle mucho da?o a su partido.La se?ora Thatcher ha anunciado, indignada, que el Partido Conservador se propone de ahora en adelante, hacer caso omiso de la reglas que han venido funcionando en el Parlamento, a la hora de las votaciones
Seg¨²n los conservadores en la votaci¨®n del pasado jueves, el Gobierno rompi¨® esas reglas. De acuerdo con ellos, los laboristas no respetaron el sistema de paridades, en virtud del cual cuando un miembro, de cualquier partido ha tenido que ausentarse, un diputado contrario ha de abstenerse de votar. Un debate sobre la ley de nacionalizaci¨®n de las industrias de construcci¨®n naval y aeron¨¢utica lo gan¨® el Gobierno por un solo voto, obviando ese rito, siempre seg¨²n el criterio conservador.
Margaret Thatcher quer¨ªa que Callaghan, el primer miinisitro, considerara nula aquella controvertida votaci¨®n, que ocasion¨® en los Comunes escenas de grave desorden e incluso violencia f¨ªsica.
En definitiva, la se?ora Thatcher quiere forzar, con su Venganza parlamentaria, una elecci¨®n general. Ella deduce que si sus diputados no entran en el sistema de paridades, el Gobierno va a perder de ahora en adelante todas sus posibilidades de sacar adelante la legislaci¨®n propuesta para este a?o.
En efecto, la deducci¨®n, correcta y la derrota deI Gobierno resultar¨ªa inevitable si no se dieran, algunas circunstancias paralelas.
Los frecuentes viajes de los ministros, cree Margaret Thatcher, dejar¨¢n al Gobierno en una minor¨ªa a¨²n m¨¢s escandalosa que la que ya tiene. El Partido Conservador, seg¨²n la tesis de su l¨ªder, no retirar¨¢ el voto de ninguno de sus miembros para compensar ausencias ministeriales. Esa situaci¨®n detendr¨ªa toda la legislaci¨®n gubernamental, y Callaghan que ya ha negado esta posibilidad rotundamente, se,ver¨ªa forzado a convocar una elecci¨®n generalGales y Escocia, independientes
Sin embargo, comentaristas independientes suger¨ªan ayer en Londres que si todos los partidos quiebran aquellas reglas parlamentarias, el conservador es el que va a perder, porque sus diputados son en su mayor¨ªa hombres de negocios comprometidos con empresas en el extranjero, lo que les obliga a viajar con tanta frecuencia como lo hace en encargado del Foreing Office. Esa circunstancia, se a?ade, no se da en los parlamentarios laboristas.
Esta guerra de guerrillas, "un juego entre ni?os de escuela", ha sido recibida entre carcajadas en Escocia, donde el Partido Nacionalista Ecoc¨¦s (SPN) celebra su asamblea anual. Uno de sus miembros, que estubo en Westminster el jueves por la noche, coment¨® que "hemos visto en los ¨²ltimos d¨ªas el principio del fin del Parlamento brit¨¢nico, eso nos afirma a¨²n m¨¢s en la idea de tener nosotros nuestro propio serio y eficaz Parlamento escoc¨¦s". Ayer el presidente del partido William Wolf, afirm¨® que Escocia y Gales ser¨ªan independientes inmediatamente despu¨¦s de las pr¨®ximas elecciones generales.
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