El Rey inicia ma?ana su viaje a Am¨¦rica

Los Reyes iniciar¨¢n ma?ana su primer viaje oficial al extranjero en una gira de una semana de duraci¨®n por la Rep¨²blica Dominicana y los Estados Unidos. En esta visita, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa ser¨¢n recibidos por el presidente dominicano, se?or Balaguer, y por el presidente de los Estados Unidos, Gerald Ford. Acompa?a a los Reyes el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, quien mantendr¨¢ contactos con los Gobiernos de ambos pa¨ªses.

Por lo que respecta a Estados Unidos no se espera que el Rey ratifique el Tratado de Madrid que fue firmado hace m¨¢s de tres meses por el ministro se?or Areilza. El Tratado se halla pendiente de su ratificaci¨®n por el pleno del Senado americano, aunque la aprobaci¨®n del acuerdo por la comisi¨®n senatorial de Relaciones Exteriores permite considerar como cierta la aprobaci¨®n por el pleno del documento suscrito en enero pasado por el doctor Kissinger y el conde de Motrico. En todo caso, el viaje de don Juan Carlos a los Estados Unidos es considerado como un acontecimiento de largo alcance pol¨ªtico y, en definitiva, como, la m¨¢s importante operaci¨®n que en las circunstancias actuales pudiera asumir personalmente el nuevo Jefe del Estado espa?ol en el frente exterior.

El papel de Espa?a en el sistema estrat¨¦gico de Occidente, la estabilidad pol¨ªtica de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, la consolidaci¨®n de una monarqu¨ªa que aspira a la constitucionalidad y al consenso a partir de una herencia autoritaria, la superaci¨®n de una crisis econ¨®mica con fuerte endeudamiento exterior y la articulaci¨®n r¨¢pida de libertades y derechos concretos, ser¨ªan los cinco tests que plantear¨ªan al joven soberano espa?ol, con su pragmatismo habitual, los l¨ªderes de la pol¨ªtica washingtoniana.

Las ¨²ltimas conversaciones entre don Juan Carlos y su padre y los contactos de la Zarzuela con pol¨ªticos de la oposici¨®n han sido recogidos por la prensa estadounidense en v¨ªsperas del viaje del Rey.

La ¨²ltima y r¨¢pida estancia en Madrid del Conde de Barcelona ser¨ªa para algunos sectores de Washington un gesto de apoyo hacia los intentos liberalizadores de don Juan Carlos I frente a la presi¨®n de los grupos espa?oles, m¨¢s inmovilistas.

Don Juan de Borb¨®n ha mantenido contactos regulares con la pol¨ªtica norteamericana, desde Kennedy a Fulbright, y su actitud, nunca oficial pero de evidente contenido pol¨ªtico, no dejar¨ªa de tenerse en cuenta en momentos en que el legislativo y ejecutivo norteamericanos remodelan su relaci¨®n hacia Espa?a.

La presencia en Washington del ministro Areilza representa para los observadores algo m¨¢s que la del jefe de la diplomacia espa?ola. El se?or Areilza significa tambi¨¦n, y quiz¨¢ sobre todo -como ha dicho un portavoz del Departamento de Estado- la vertiente m¨¢s abierta y moderna de la pol¨ªtica oficial espa?ola.