El conflicto de Tarabusi
El conflicto de la empresa vizca¨ªna Tarabusi, SA, dedicada a la fabricaci¨®n de accesorios de autom¨®viles, ha entrado en v¨ªas de negociaci¨®n, aunque hasta el momento no hay ninguna respuesta positiva que impida una mayor radicalizaci¨®n del problema.1.200 trabajadores, de una plantilla de 1.325, est¨¢n despedidos seg¨²n comunicaci¨®n verbal efectuada el 20 de mayo por el secretario del jurado, aunque muchos de ellos no han recibido todav¨ªa la carta de despido.
El conflicto arranca de una petici¨®n de los trabajadores para negociar un convenio de empresa que sustituya al provincial del Metal por el que se vienen rigiendo. Aunque el delegado de Trabajo inform¨® favorablemente al respecto, la direcci¨®n se neg¨® a discutir el asunto y argument¨® que esto iba en contra de sus tradiciones cuando Sindicatos le orden¨® que nombrara a sus representantes para discutir el convenio. Para esa fecha se habla dado ya el visto bueno a la comisi¨®n deliberadora elegida por los trabajadores.
Tres d¨ªas antes de que se iniciara el paro, los enlaces notificaron a la direcci¨®n que el conflicto ser¨ªa inevitable si no aceptaban la negociaci¨®n del convenio de empresa, a lo que se les contest¨® que s¨®lo el director general, Hugo Tarabusi, ten¨ªa atribuciones para decidir sobre el tema. El se?or Tarabusi se encontraba en ese momento en su finca de Los Llanos de la Esperanza, reci¨¦n adquirida a El Cordob¨¦s, y se person¨® en la f¨¢brica pasados 10 d¨ªas.
Para esa fecha se hab¨ªa iniciado ya la cadena de paros y suspensiones de empleo, y sueldo, hasta el despido de 1.200 trabajadores, casi la totalidad de la plantilla, con efecto desde el 22 de mayo.
Es este el primer conflicto grave que padece la empresa Tarabusi, SA en sus 40 a?os largos de funcintamiento dentro de esquemas familiares. Hasta el momento hab¨ªa utilizado la mano dura frente al m¨¢s leve problema, aplicando por otra parte primas discrecionales de buen comportamiento.
A lo largo de la incubaci¨®n de este primer conflicto serio, la direcci¨®n se ha limitado a ofrecer una revisi¨®n semestral de acuerdo con el aumento del costo de vida y una paga de 4.000 pesetas al final de a?o en el caso de no producirse nuevas huelgas. El propio hecho de no enviar a todos las cartas de despido y las investigaciones policiales practicadas cerca de algunos miembros del jurado se interpretan como un nuevo intento de divisi¨®n.
Ante la negativa de los obreros a admitir f¨®rmulas intermedias, la direcci¨®n manifest¨® ayer a los trabajadores su oferta de negociar un convenio de empresa que entrar¨ªa en vigor el pr¨®ximo a?o. Por su parte, los enlaces han solicitado para este a?o un aumento lineal de 3.000 pesetas sobre sus haberes actuales y la disponibilidad de 4 horas abonables al mes para celebrar asambleas.
La direcci¨®n empresarial contestar¨¢ hoy a estas peticiones. Mientras tanto, una representaci¨®n del capital minoritario, que no pertenece a la familia Tarabusi, se ha ofrecido como mediador en el conflicto, por entender que todas las peticiones de los trabajadores son negociables.?
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