Un Antonioni pretencioso y aburrido
Lo ¨²nico vivo de esta ¨²ltima salida cinematogr¨¢fica de Antonioni es el paisaje espa?ol que aparece como fondo de algunas de sus tomas, y unos pocos campesinos que recoge distra¨ªdamente la c¨¢mara. El resto es una de las pel¨ªculas m¨¢s insoportables, pretenciosas y aburridas que he visto en mi vida. Si el director fuera otro personaje menos c¨¦lebre que el responsable de obras tan fundamentales del cine moderno como Cr¨®nicas de un amor, El grito, La aventura, El eclipse o Blow Up, probablemente este filme no merecer¨ªa ni ser criticado, y s¨®lo el piadoso silencio testimoniar¨ªa su presencia entre nosotros. No soy partidario, que conste, del terrorismo intelectual que consiste en alzar hacia la fama a un autor m¨¢s o menos mediocre, para cebarse en ¨¦l sin piedad al a?o siguiente. Creo, en cambio, que la carrera de un director responsable -y no cabe duda de que Antonioni lo es- est¨¢ jalonada de aciertos y fracasos, de obras milagrosas y espl¨¦ndidas donde la inteligencia y el sentimiento se detienen llenos de admiraci¨®n, junto a errores totales -y ¨¦ste es el caso que nos ocupa-, cuya falta de habilidad y carencia de inter¨¦s resultan inexplicables.Antonioni ha intentado proseguir una de las preocupaciones subterr¨¢neas de su carrera: la intriga m¨¢s o menos polic¨ªaca, la investigaci¨®n de un cambio de personalidad y las razones de una huida. La aventura, en el fondo era una ?pel¨ªcula polic¨ªaca? al rev¨¦s, en su propia definici¨®n, y la primera obra, Cr¨®nica de un amor, estaba muy cercana al mundo del delito, como en el mejor ?thriller? americano. Despu¨¦s del craso error representado por Zabriskie Point, el filme que nos ocupa supone un nuevo traspi¨¦s, m¨¢s grave a¨²n que el anterior. Antonioni parte de un viejo tema literario -al que se ha querido buscar origen en una novela muy parecida de Pirandello-: el protagonista que adopta una nueva identidad aprovechando unas coincidencias demasiado obvias y torpes. Un reportero de televisi¨®n (deficientemente encarnado por Jack Nicholson, que no encaja en el personaje, en una interpretaci¨®n que carece de la menor convicci¨®n y garra) toma el puesto de un traficante de armas y sigue un nuevo destino, que acabar¨¢, previsiblemente, en la muerte.
El reportero
(The Passenger) Producida por Metro Goldwin Mayer. Coproductores: Carlo Ponti y Miguel de Echarri. Gui¨®n: Mark People, Peter Wollen,Michelangelo Antonioni. Realizaci¨®n: Michelangelo Antonioni. Int¨¦rpretes: Jack Nicholson, Mar¨ªa Scheneider, Jemmy Runacre, Gustavo Re. El Espa?oleto.
Originalidad
El tema es poco original, pero eso dar¨ªa igual, porque el talento de los creadores debe de ser capaz de potenciar cualquier historia, aunque el desarrollo torpe de la narraci¨®n que comento no tiene el menor destello de inter¨¦s. Todo es aburrido, vacilante, sin ritmo... Antonioni cae aqu¨ª de lleno en algo que estaba latente en sus famosas creaciones existenciales -La aventura, La noche y El eclipse-: confundir el aburrimiento de los personajes con el de la propia narraci¨®n. Se intenta abrir nuevas v¨ªas a la forma de hacer en cine, pero el resultado es desastroso en casi todas las secuencias. Si no conoci¨¦ramos la trayectoria anterior de este gran realizador italiano, se pensar¨ªa en un mal disc¨ªpulo de Hithcock que buscara insistir en intrigas propias del maestro brit¨¢nico sin su magistral capacidad para potenciar los m¨¢s inveros¨ªmiles argumentos sin perder el contacto con el p¨²blico:Michelangelo Antonioni no es capaz aqu¨ª ni siquiera de controlar las im¨¢genes, de una calidad plomiza y plana, ni la direcci¨®n de actores -horriblemente inadecuados a sus personajes-, ni el montaje, aunque el responsable de esta tarea es Franco Arcall¨ª (que ha colaborado en Mil Novecientos, de Bertolucci), uno de los mejores profesionales del cine italiano actual.
Ojal¨¢ esta ¨²ltima experiencia sea s¨®lo un momento de espera en la filmograf¨ªa de un director interesante, cuya obra anterior ofrece momentos muy valiosos y que no debe considerarse clausurada por un error aislado. El doblaje espa?ol, por ¨²ltimo, es de los peores que recuerdo, dejando de lado el biling¨¹ismo original, lo que provoca alguna innecesana incongruencia, pero nos permite apreciar, al haber conservado los di¨¢logos originales en espa?ol de algunos comparsas, los ¨²nicos instantes veraces de una pel¨ªcula in¨²til.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.