El toreo al natural no requiere cinta m¨¦trica
Me cuentan que Ruiz Miguel compareci¨® al coloquio que Alfonso Naval¨®n dirig¨ªa y protagonizaba todas las noches de la feria de San Isidro en el Hogar de Avila, de Madrid. Fue despu¨¦s del pen¨²ltimo festejo de feria, la corrida de Miura, y tambi¨¦n estaba all¨ª D¨¢maso Gonz¨¢lez, que hab¨ªa te?ido aquella tarde una actuaci¨®n sobresaliente. Y dijo Ruiz Miguel: ?Nadie ha hablado de mis naturales, que han sido los m¨¢s largos de cuantos se han dado hoy y seguramente de toda la feria?. ??M¨¢s que los de D¨¢maso??, pregunt¨® alguien. ?Eso que lo diga ¨¦l?. Y D¨¢maso: ?Se?ores, siento no haber llevado la cinta m¨¦trica a la plaza, pero otro d¨ªa no se me olvidar¨¢ ... ?.Ruiz Miguel a?ad¨ªa: ?Citaba all¨ª y llevaba al toro hasta all¨ª?, y con ello se?alaba un tremendo espacio lineal en la sala. Con estas manifestaciones comprendo mejor por qu¨¦ no acaba de torear bien un matador tan importante como podr¨ªa ser Ruiz Miguel. Un torero que se ha fajado con miuras con la entrega y el dominio que le hemos visto, no los dulces miuras de esta feria, sino los cuajados y violentos de hace dos a?os, tiene que ser importante, bastante m¨¢s que la vulgaridad que, en cambio, se vio en la corrida de Beneficencia. Y pienso que hay una raz¨®n: con el toro claro, no dir¨¦ que igual ocurra con el oscuro, Ruiz Miguel se preocupa de torear al natural ?desde all¨ª hasta all¨ª?. Y eso no es el toreo al natural.
Se habla de pases largos y pases cortos, pero no son m¨¢s que t¨¦rminos convenidos. El pase es largo o es corto seg¨²n las condiciones del toro que se torea. Cada toro tiene su medida exacta del pase. Cada toro tiene. su distancia para el cite y la tiene para el remate. Y si el principio y el fin del muletazo cuentan con las distancias adecuadas, el pase ser¨¢ largo, y si no, corto.
Volvemos a lo de siempre: parar, templar y mandar. Por cierto que me interesa ahora corregir una errata aparecida en este peri¨®dico cuando al hablar del tiempo ?parar? en el comentario que se public¨® el jueves sobre la corrida de la Prensa, puede leerse que ?... adelantan la pierna cuando el toro llega a jurisdicci¨®n para derribarle?, cuando deb¨ªa decir derivarle.
Derivarle, exactamente, algo que ya no se ve, porque nadie carga la suerte. Cargar la suerte no es simplemente tener la pierna adelantada en la ejecuci¨®n de la suerte. La: pierna ha de adelantarse, s¨ª, pero despu¨¦s de que arranca el toro. Al acudir ¨¦ste al enga?o, desde la distancia justa que sus condiciones requieren para el cite, es cuando el torero ha de cargar la suerte, echar la pierna adelante. Como es l¨®gico, la muleta se mueve a su vez adelante, tanto como lo haya sido el paso. El toro, que la sigue, se sale de la rectitud de la embestida, deriva hacia fuera del torero. Que templa entonces y vuelve a atraerlo hacia s¨ª, lo hace girar en torno al eje que esa pierna adelantada forma, y remata, a la altura de la cadera, a la distancia justa que la res necesita para que no vuelva a embestir si no se le cita, para que vuelva a embestir si nuevamente se le adelanta la muleta.
Ese es un pase largo, ah¨ª est¨¢ la t¨¦cnica del natural o del derechazo. Lo otro, lo de tantas tardes, lo de Ruiz Miguel el d¨ªa de la Beneficencia o el de los miuras, es dar pases, no es torear. Es provocar que vaya y venga el toro, m¨¢s cerca, m¨¢s lejos, no importa c¨®mo porque de toda la t¨¦cnica, toda la dificultad, toda la combinaci¨®n de valor, arte y dominio que lleva impl¨ªcita la suerte tal como debe ser hecha, apenas queda nada. Yo dir¨ªa que se parecen y s¨®lo eso. Como caricaturizar el toreo.
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