Margaret Court no ser¨¢ monja, por el momento

La gran jugadora australiana Margaret Court -de soltera Smith- no se retira por ahora de las canchas de tenis, para hacerse monja. Casada, con dos hijos, hace mes y medio anunci¨® su intenci¨®n de tomar los h¨¢bitos, aunque ya hac¨ªa tiempo que pensaba en ello. Pero est¨¢ visto que el ?vicio? de la raqueta ha podido m¨¢s que su vocaci¨®n religiosa. Ha aceptado jugar con un equipo de Hawai, despu¨¦s de llevar bastante tiempo pr¨¢cticamente apartada de las competiciones Ella, acostumbrada a vencer, declar¨® que no volver¨ªa a jugar salvo que ?El? decidiera otra cosa. Las ¨²ltimas noticias que han llegado de Australia, sin embargo, ya no meten A Dios en el tema. Todo es bastante m¨¢s humano.Margaret Court naci¨® en Albery, Nueva Gales del Sur, el 16 de julio de 1942. Est¨¢, pues, a punto de cumplir treinta y cuatro a?os. En 1970 se convirti¨® en la segunda mujer de la historia del tenis, y primera australiana, que obten¨ªa el Grand Slam, es decir, la victoria en los cuatro grandes torneos mundiales: campeonatos de Australia, Roland Garros, Forest Hills y Wimbledon. En este ¨²ltimo ya hab¨ªa ganado en los a?os 63 y 65. En el campeonato de su pa¨ªs, ha vencido en 11 ocasiones. En el de Forest Hills (Estados Unidos), en cinco: 1962, 65, 69, 70 y 73. Y aparte de estas victorias, siempre en individuales, tambi¨¦n en dobles, con su compatriota Fromholtz, o en mixtos, con el gran especialista Ken Fletcher y con el estadounidense Marty Riessen, se ha impuesto en numerosas ocasiones. Sin duda ha sido una de las m¨¢s grandes jugadoras de todos los tiempos, y desde luego, la mejor australiana de siempre. Su posible sucesora Evonne Goolagong, que precisamente la que venci¨® en la final de Wimbledon en 1971 no ha llegado ni con mucho, a sus triunfos. A nivel mundial s¨®lo la norteamericana Billie Jean King ha podido superarla. Ahora, en su vueIta, posiblemente habr¨¢ m¨¢s. Los a?os no perdonan. Margaret Court, doble vencedora de Wimbledon, triunfadora en Roland Garros y Forest Hills, casada y madre de dos hijos, seguir¨¢ en las canchas, sin ingresar, como pensaba, en un convento.