Diferencias sobre las elecciones por sufragio universal para el Parlamento Europeo
El problema insoluble contin¨²a siendo la distribuci¨®n de esca?os por pa¨ªses y la competencia de la futura asamblea. Durante todos los debates consagrados a este tema, los ministros han analizado unas diez propuestas sin lograr que ninguna de ellas obtuviera la unanimidad.De modo general, puede afirmarse que los pa¨ªses peque?os de la CEE rechazan la idea de proporcionalidad en funci¨®n del numero de habitantes de cada pa¨ªs, por considerar que quedar¨ªan subrepresentados y los grandes intentan establecerla.
El otro aspecto que divide a los miembros del Mercado Com¨²n es el de la competencia del Parlamento que, l¨®gicamente, al ser elegido por sufragio universal, deber¨ªa representar algo m¨¢s que un simple ¨®rgano consultivo, su ¨²nico papel en la actualidad.
Francia se resiste a ver aumentadas las competencias de un ¨®rgano supranacional y Gran Breta?a tampoco se cuenta entre los m¨¢s entusiastas de esta posibilidad. Los franceses han propuesto (lo hizo Giscard en el Consejo Europeo de Luxemburgo) que se mantenga el n¨²mero real de diputados (198) y la misma distribuci¨®n de esca?os con la esperanza de que de esa forma la asamblea siga siendo consultiva. Los ingleses, sin embargo, se oponen a la f¨®rmula francesa por estimar que no deja margen a la representaci¨®n de Escocia y Gales, cuya poblaci¨®n es bastante mayor que la de Luxemburgo, y todos, en mayor o menor medida, han presentado ?su? f¨®rmula a examen.
No hay ?f¨®rmula m¨¢gica? y, en consecuencia, este test de voluntad pol¨ªtica ha resultado negativo para a Europa comunitaria.
La cumbre de Puerto Rico
Holanda, que a partir del primero de julio ostentar¨¢ la presidencia del Consejo de Ministros, anunci¨® ya, hace unos d¨ªas, que si los ministros de Asuntos Exteriores no llegaban a un acuerdo sobre las elecciones parlamentarias, aplazar¨ªa el pr¨®ximo Consejo europeo, seguramente para no colocar a los jefes de Gobierno en la disyuntiva de otro fracaso.
Otro punto a debate en esta reuni¨®n superrestringida y de car¨¢cter oficioso fue la presencia de la Comunidad Europea en la cumbre convocada por el presidente Ford para los d¨ªas 27 y 28 en Puerto Rico.
Ford ha invitado a los cuatro ?grandes? de la CEE, es decir Italia, Gran Breta?a, Francia y Alemania, gesto que ha irritado a los cinco ?peque?os?, tanto como el de Giscard al organizar otra cumbre de parecidas caracter¨ªsticas, la de Rambouillet.
Thorn se apresur¨® para hacer gestiones en Washington y conseguir introducir un elemento comunitario en la cumbre: su presencia como presidente del Consejo de la CEE. Por el momento se desconocen los resultados de tales gestiones; se sabe que Alemania Federal las apoya y que Holanda no las admite. El Gobierno de La Haya no acepta ?componendas? y quiere o todo o nada.
Puede suceder que, como ya ocurri¨® con la cumbre de Rambouillet, los pa¨ªses del Benelux, capitaneados por Holanda, anuncien que no se consideran ligados a las decisiones adoptadas en Puerto Rico.
De cualquier modo, no ha trascendido nada de las discusiones mantenidas sobre este punto y ello permite suponer que, tampoco aqu¨ª, hubo consensus en cuanto a la presencia de la Comunidad.
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