As¨ª se prepara un atentado
?Como no pueden con balas, utilizan piedras, barras y martillo.? Enrique Lagunero, propietario de la librer¨ªa Alberti, situada en la esquina de las calles Tutor y Benito Guti¨¦rrez, en Madrid, resume en esta frase la historia de los reiterados ataques que ha sufrido en las ¨²ltimas semanas su librer¨ªa por parte de personas hasta ahora desconocidas.
Las lunas que protegen la librer¨ªa no son unas lunas cualquiera. Las m¨¢s resistentes en el mercado est¨¢n formadas por cuatro l¨¢minas antibalas, que pueden resistir cada una de ellas hasta treinta tiros de metralleta sin atravesarlas. Las lunas de la librer¨ªa Alberti tienen una l¨¢mina m¨¢s, es decir, cinco. El propietario pretendi¨® as¨ª extremar al m¨¢ximo la seguridad, dados los numerosos atentados a librer¨ªas -se han contabilizado hasta doscientos- habidos en los ¨²ltimos meses. Las lunas, seg¨²n la casa vendedora, son puestas en el mercado despu¨¦s de que la resistencia y la seguridad de las mismas han sido comprobadas por los servicios de la Direcci¨®n General de Seguridad.Unas lunas as¨ª exigen, evidentemente, mucho entusiasmo y mucha constancia para perforarlas. Esto est¨¢ a punto de ocurrir. Los no hallados, por ahora, atacantes han logrado llegar ya a la ¨²ltima l¨¢mina. Primero utilizaron piedras, que no sirvieron para sus prop¨®sitos. Despu¨¦s, balas. Ahora utilizan una barra puntiaguda y un martillo. La finalidad, seg¨²n el propietario de la librer¨ªa, parece clara: hacer un agujero para introducir una carga explosiva. El peligro, si esto llega a producirse, es patente, ya que el inmueble en cuyos bajos se encuentra la librer¨ªa, est¨¢ habitado.
Esta historia, que seg¨²n todos los s¨ªntomas parece no concluida, comenz¨® cuando a finales de abril el cantaor Manuel Gerena acudi¨® a la librer¨ªa Alberti para cantar y firmar obras. Al d¨ªa siguiente se recibi¨® un an¨®nimo con las siglas FAR. en el que se dec¨ªa: ?Lo de Manuel Gerena ha colmado nuestra paciencia. Pronto os visitaremos.? A las 48 horas se produjo la an¨®nima visita. Primero, utilizaron piedras para romper las lunas, que sustituyeron por un bloque de hormig¨®n tra¨ªdo de alguna obra cercana, dada la ineficacia de las piedras. El bloque de hormig¨®n, ante la resistencia de las lunas, tampoco fue eficaz, por lo que utilizaron las pistolas. Se han podido identificar cinco disparos que consiguieron perforar una de las cinco l¨¢minas de las lunas.
?Cuando se recibi¨® el an¨®nimo amenazante -ha manifestado el propietario de la librer¨ªa- fui a denunciar el hecho a la Comisar¨ªa de Leganitos. All¨ª intentaron tranquilizarme y me comunicaron que tomar¨ªan medidas de protecci¨®n.? En la madrugada del lunes al martes pasado intentaron de nuevo los an¨®nimos atacantes perforar las lunas de la librer¨ªa. Esta vez, seg¨²n las apariencias, debieron utilizar una barra con punta y un martillo. As¨ª consiguieron abrir un agujero que profundiza hasta la ¨²ltima l¨¢mina interior. ?El objetivo -precisa Enrique Lagunero- es seguramente introducir cargas explosivas o incendiarias en la librer¨ªa. ? El propietario a?ade que ha denunciado de nuevo los hechos a la Comisar¨ªa de Leganitos, donde le han manifestado que el asunto queda fuera de sus atribuciones por ser competencia de la Jefatura Superior de Polic¨ªa. El viernes pasado ha presentado una instancia en dicho organismo pidiendo formalmente protecci¨®n.
Los da?os econ¨®micos que se han producido o puedan producirse como consecuencia de los ataques no repercutir¨¢n en el bolsillo del propietario, ya que la librer¨ªa, los libros y la luna est¨¢n asegurados, pero, como dice el se?or Lagunero, al ser actos de terrorismo la causa de los da?os, quien deber¨¢ hacer frente a los mismos es el Consorcio de Seguros, que depende del Ministerio de Hacienda, es decir, del contribuyente espa?ol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.