El riesgo de las centrales nucleares es m¨ªnimo
Las centrales nucleares y especialmente la peliaguda cuesti¨®n de sus pro y sus contra ha sido el tema de un encuentro entre cient¨ªficos y periodistas celebrado en Barcelona. Cuando voces se alzan en el pa¨ªs frente a la instalaci¨®n de centrales nucleares de producci¨®n el¨¦ctrica y otras voces las defienden, en nombre unas veces de intereses comerciales y otras de intereses energ¨¦ticos nacionales, le resulta dif¨ªcil a la opini¨®n p¨²blica clarificarse en el problema. La Asociaci¨®n Espa?ola de Periodismo Cient¨ªfico y la Junta de Energ¨ªa Nuclear protagonizaron un encuentro que se present¨® a s¨ª mismo con ese objetivo: suministrar los datos del riesgo. Y los representantes de la JEN aseguraron que el riesgo es m¨ªnimo.
?Entendemos por riesgo de las centrales nucleares la contingencia o proximidad de los da?os nucleares que se produzcan como resultado directo o indirecto de las radiaciones emitidas por el material radiactivo que se encuentre o genere en una central nuclear?, afirm¨® Agust¨ªn Alonso, director del Departamento de Seguridad de la Junta de Energ¨ªa Nuclear (JEN).Agust¨ªn Alonso, f¨ªsico que particip¨® en la construcci¨®n del primer reactor nuclear espa?ol JEN-1, dijo que durante los treinta y tres a?os transcurridos desde que Fermi demostrara en 1942 la posibilidad de una reacci¨®n nuclear en cadena, se han construido o est¨¢n en proceso de construcci¨®n en todo el mundo 480 centrales. Esto supone una experiencia acumulada que, aunque peque?a todav¨ªa, permite ir sacando conclusiones.
Ha habido accidentes: Windsale, 1957 (Reino Unido), Selni (Italia), Saint-Laurent-1 (Francia), Browns Ferry (EE UU)... Causas: error de vigilacia, error de proyecto y en un caso, probable suicidio provocado de uno de los t¨¦cnicos.
El da?o nuclear puede tratarse de irradiaciones agudas irreparables, enfermedades agudas, c¨¢ncer latente, enfermedades de tiroides, efectos gen¨¦ticos,..
Evaluaci¨®n del riesgo
Seg¨²n el director del Departamento de Seguridad de la JEN, todos estos riesgos son evaluables, habiendo sido ya realizados estudios sobre ello. La posibilidad o riesgo de que se produzca un accidente mortal por a?o en la poblaci¨®n que vive en un radio de 30 kil¨®metros alrededor de la central, es menor de 5 x 10 elevado a 10.Esto significa que morir¨¢n irremediablemente -seg¨²n la estad¨ªstica- cinco ciudadanos de cada 10.000 millones (dos veces y pico la poblaci¨®n humana).El riesgo de morir por esta causa es comparativamente mucho menor que el de morir por otras causas. Por ejemplo, de esa misma cantidad (10.000 millones de ciudadanos), morir¨¢n en la carretera tres millones de personas al a?o. (La cifra sigue siendo imaginativa). En accidente de ferrocarril 40.000 personas. En accidente a¨¦reo 90.000 personas. En accidente mar¨ªtimo otras 90.000. Ahogadas, 300.000. Electrocutadas, 60.000 y v¨ªctimas de rayos, 5.000 .
Seg¨²n esta tabla se observa que lo m¨¢s probable es morirse en la carretera. Morir v¨ªctima de una central nuclear -aun viviendo a menos de 30 kil¨®metros de ella- es un mill¨®n de veces menos probable.
Aumento
Concepci¨®n Alvarez Ramis, catedr¨¢tica de Biolog¨ªa y especialista en Radioecolog¨ªa, explic¨® que el aumento de radiactividad debido a las centrales no es mayor que la radiactividad debida a la altura o a la presencia de rocas gran¨ªticas. L¨®pez Rodr¨ªguez, secretario general t¨¦cnico de la JEN, dijo que ?la oposici¨®n a la energ¨ªa nuclear existe con mayor o menor intensidad en todos los pa¨ªses donde se est¨¢n llevando a cabo programas nucleares?. Es una cuesti¨®n con ?mala prensa? seg¨²n ¨¦l, rodeada de la terrible imagen de Hiroshima, presentaci¨®n a la Humanidad de la energ¨ªa at¨®mica. Existen temores profundos, seg¨²n L¨®pez Rodr¨ªguez, manejados por unos u otros grupos.La complejidad del problema es enorme, dado el n¨²mero de variables presentes en el problema. Ah¨ª est¨¢n las centrales nucleares en marcha y en construcci¨®n. Por ejemplo, en Alemania Occidental hay 10 construidas y 12 en construcci¨®n; en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, 20 y 16; en el Reino Unido, 30 y 10; en Francia, 10 y 22; en Checoslovaquia, 1 y 4; en Espa?a, 3 y 7.
Ellas favorecen un a forma accesible de energ¨ªa considerada por muchos ?m¨¢s que buena necesaria?. A favor est¨¢n las grandes compa?¨ªas constructoras pero en el Este no hay grandes empresas capitalistas y tambi¨¦n se construyen. En algunos pa¨ªses eurooccidentales, la energ¨ªa est¨¢ nacionalizada y tambi¨¦n se construyen. Contra ellas est¨¢n otros intereses: colonialismos de los grandes que impiden que las potencias medias tengan autonom¨ªa energ¨¦tica, grandes compa?¨ªas de otras formas de energ¨ªa, etc.La ciencia, en el medio, tierra de nadie, s¨®lo puede facilitar los datos del riesgo y las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas de los problemas. ?Evaluados los riesgos -dijo uno de los participantes en el encuentro- la sociedad debe decidir?.
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