Un juicio pol¨ªtico
Desde el punto de vista del Derecho Internacional, la Rep¨²lica Popular de Angola es ya un Estado soberano, con un Gobierno estable funcionando y con un creciente papel en las relaciones internacionales, especialmente en el campo tercermundista y en el de los pa¨ªses no capitalistas.Es un Gobierno emanado del Movimiento Popular para la Liberaci¨®n de Angola, organizaci¨®n izquierdista y supratribal, verdaderamente anticolonialista y la ¨²nica dotada desde los primeros meses de la guerra de liberaci¨®n de ideolog¨ªa, estrategia y t¨¢ctica coherentes. Una coherencia que le ha hecho trabajar no s¨®lo por la liberaci¨®n nacional, sino tambi¨¦n por la social. El MPLA hubiese podido acceder antes y m¨¢s f¨¢cilmente al poder real en Angola -tras los largos a?os de lucha- de no haber sido por el intento de prolongar la guerra llevado a cabo principalmente desde el exterior del pa¨ªs.
Dos focos desestabilizadores actuaban desde fuera: los restos de los colonialistas portugueses (con obvias conexiones internacionales), expulsados de las colonias africanas y parcialmente del propio Portugal, y los Gobiernos del basti¨®n blanquista que a¨²n perdura en ?frica, esto es, Rodesia y Sud¨¢frica.
Ambos sectores ten¨ªan y tienen (aunque las posibilidades disminuyen por momentos), enorme inter¨¦s en que fracase la experiencia revolucionaria implantada en Angola, bien es cierto que con ayuda de sovi¨¦ticos y cubanos, llamados por el Gobierno de Luanda. Son dichos sectores los que se han apoyado -y en gran manera instrumentalizado- en las otras dos organizaciones enemigas del MPLA, hoy derrotadas: el FNLA, y UNITA. Ambas han dado muestras suficientes de estar financiadas, sostenidas y coreadas por aquellos sectores internacionales que, de una u otra manera, tem¨ªan a la ideolog¨ªa MPLA.
Perci el caso es que, como dec¨ªamos al principio, un Gobierno del MPLA est¨¢ hoy asentado en Luanda y para muchos las ca?as se han convertido en lanzas.
1 En este contexto se halla inmerso el juicio que contra varios mercenarios occidentales est¨¢ en v¨ªas de celebrarse en Angola por los tribunales de la nueva rep¨²blica. Obviamente, se trata de un juicio pol¨ªtico, al que se pretendo dar la m¨¢xima publi6dad internacional, y al que est¨¢n invitados-abogados, periodistas y observadores extranjeros.
El proceso se produce en un marco delicado y persigue un doble objetivo. El marco es interno e internacional-regional al mismo tiempo. Interno por cuanto acaba de anunciarse un rebrote de actividad del grupo UNITA cerca de la frontera con Africa del Sur. Internacional-regional porque es importante para la definitiva consolidaci¨®n de sociedades progresistas en Angola, Mozambique y cono sur de Africa, la eliminaci¨®n en una primera etapa del sector de dominaci¨®n blanquista en Rodesia y en otra m¨¢s dilatada, la del sistema de opresi¨®n racista que existe en Sud¨¢frica.
El juicio advertir¨ªa por un lado contra todo intento de reclutamiento de nuevos mercenarios para UNITA o FNLA -lo que contribuir¨ªa a crear alg¨²n foco de inestabilidad por alg¨²n tiempo- y por otro, es un claro recordatorio a los posibles europeos candidatos a aventurero,; sin escr¨²pulos, y a los planes en marcha de clan Smith en Rodesia, quien pretende librar la ¨²ltima batalla por su supervivencia con extranjeros a sueldo.
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