Giscard justifica los negocios con Sud¨¢frica y clama por la unidad europea
Francia no enviar¨¢ m¨¢s armas a Sud¨¢frica cuando se cumplan los contratos pendientes, dijo ayer por la noche en Londres el presidente Giscard d'Estaing durante una conferencia de prensa, en el pen¨²ltimo d¨ªa de su visita oficial a Gran Breta?a.Francia particip¨® en el proceso de independencia, de muchos pa¨ªses africanos, dijo Giscard, y condena el apartheid que se practica en Sud¨¢frica. La venta de armas que se llev¨® a cabo hasta el momento con destino a este pa¨ªs se hizo pensando en su defensa exterior y nunca se dej¨® abierta ¨¦la posibilidad, de que el Gobierno de Pretoria emplease esas armas para realizar, represiones intemas.
Los reactores nucleares que Francia enviar¨¢ a Sud¨¢frica s¨®lo ser¨¢n utilizados -anunci¨® Giscard- con fines energ¨¦ticos. De todas formas, el presidente frailc¨¦s dij oque su pa¨ªs tratar¨¢ de incluir en los contratos de venta una cl¨¢usula que obligue a Sud¨¢frica a usar aquellos, reactores, s¨®lo para el prop¨®sito se?alado. Sud¨¢frica no firm¨® el tratado de no proliferaci¨®n de armas nucleares, lo que hace precisa esa cl¨¢usula especial, seg¨²n explic¨® el p¨ªesidente.
La venta de los reactores, concluy¨® Giscard, fue una simple operaci¨®n comercial, en la que Francia expuso sus condiciones al mismo tiempo que Estados Unidos y Alemania, este ¨²ltimo pa¨ªs en consorcio con los holandeses.
El tema de las ventas de Armas francesas a Sud¨¢frica fue el asunto m¨¢s conflictivo de la visita de Giscard a Gran Breta?a. En la conferencia de prensa de ayer, Giscard insisti¨® en su idea de crear un fondo de ayuda para el desarrollo del continente africano
Europa, de nuevo
Giscard volvi¨® a hablar ayer de la unidad europea. Dijo que Europa no pod¨ªa convertirse en una federaci¨®n pol¨ªtica de regiones, aunque s¨ª es conveniente mirar a Europa como un conjunto de regiones econ¨®micas equivalentes.
?La diversidad de nuestras opiniones debe dar como resultado que el continente se convierta en una fuerza pol¨ªtica consider¨¢ble, que le permita intervenir en igualdad de condiciones ante los superpoderes en asuntos que requieran nuestra participaci¨®n. Por ejemplo, nosotros debimos participar en la crisis chipriota. Pero, hasta ahora Europa fue, un continente silencioso. Pronto tendr¨¢ una voz sola, pero potente.?
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