Una estafa de cuarta categoria
Este es un filme del que no valdr¨ªa la pena ocuparse de no mediar una circunstancia curiosa, como es su estreno en versi¨®n original y sala especial. En las actuales y especial¨ªsimas circunstancias de la exhibici¨®n cinematogr¨¢fica en nuestro pa¨ªs, presentar una pel¨ªcula en una de estas salas presupone una cierta calidad, un m¨ªnimo inter¨¦s que no siempre se cumple, mejor dicho, que cada vez resulta m¨¢s excepcional ver cumplido. En el fondo, y en la superficie, esto es lo mismo que estafar impl¨ªcitamente espectador normal que no tiene por qu¨¦ poseer todos los datos previos sobre la obra estrenada y que, bastantes veces, acude a verla pensando que algo tendr¨¢ el agua cuando la bendicen. Un lugar ideal para matar es una pel¨ªcula de cuarta categor¨ªa, con intriga premiosa y rid¨ªcula, cuyo ¨²nico atractivo son los macizos encantos de Ornella Mutti -a pesar de la celulitis incipiente de la moza y de unas mellas m¨¢s que discretas- exhibidos con la parsimonia y brevedad que permite la voraz censura, al menos en la copia soft contemplada. Dar en versi¨®n original esta historietilla rid¨ªcula, es otorgarle unas cartas de nobleza que no posee, mientras se niega la exhibici¨®n en la lengua de origen a cientos de obras maestras, lo que resulta un contrasentido ,dificil de explicar.Las salas de arte y ensayo, reconvertidas despu¨¦s en salas especiales, se crearon con un prop¨®sito eminentemente cultural, que hoy se conculca alegremente y sin ning¨²n pudor. Utilizarlas ahora para exhibir estos productos de ¨ªnfima categor¨ªa, cuyas t¨ªmidas audacias impiden su estreno normal, es destrozar el invento inicial sin ofrecer nada a cambio. Una obra de calidad necesita imperiosamente su banda sonora ¨ªntegra, pero una pel¨ªcula de este jaez puede ser o¨ªda en chino, sin que mermen sus escasos atractivos.
Un lugar ideal para matar
(Un posto ideale per uccidere).Producci¨®n: Carlo Ponti. Gui¨®n y realizaci¨®n: Umberto Lenzi. Fotograf¨ªa: Alfio Contini. Int¨¦rpretes: Ornella Mutti, Raymond Lovelock e Irene Papas. Estreno en v.o., sala Drugstore
La pel¨ªcula en s¨ª, prescindiendo de estas consideraciones, es una demostraci¨®n de que la est¨¦tica peculiar del ?spot? televisivo -j¨®venes dando saltitos porque s¨ª, con sonrisa est¨²pida constante, ambientes adinerados, moderadas dosis de perversi¨®n, montaje caprichoso, y dem¨¢s tics habituales en este g¨¦nero del suspense sofisticado- es absolutamente insuficiente para borrar la endeblez de una historia y unos personajes que no existen. El cine sigue exigiendo una responsabilidad total hasta para divertir -tarea m¨¢s seria de lo que parece-, y Umberto Lenzi deber¨ªa dedicarse a otras tareas m¨¢s apropiadas a su capacidad, porque no parece que Dios le llame por estos caminos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.