Sigue la guerra a muerte en el L¨ªbano

Cinco d¨ªas despu¨¦s de ser reabierto al tr¨¢fico el aeropuerto de Beirut, fue clausurado de nuevo el pasado domingo ante el bombardeo, al que lo sometieron las fuerzas cristianas, que llev¨® a la destrucci¨®n en tierra de un Boeing 707 de la compa?¨ªa libanesa MEA.La batalla de Beirut opone otra vez a cristianos y palestinos e izquierdas libaneses, tras una intervenci¨®n siria que restaur¨® el equilibrio de fuerzas deteriorado en la ¨²ltima etapa de la confrontaci¨®n en perjuicio de los cristianos.

Mientras en Beirut se combate, como en los primeros momentos de la guerra civil, por los puntos estrat¨¦gicos de la capital, el aeropuerto internacional, controlado por los palestinos, el puerto situado en sector cristiano (aunque inutilizado) y las v¨ªas de comunicaci¨®n entre el sector de poblaci¨®n cristiana de la capital y el ?hinterland? cristiano de la monta?a, las tropas sirias se mantienen a prudente distancia y a la expectativa.

Despu¨¦s que Siria cerrara sus fronteras con L¨ªbano, por las zonas que habitualmente serv¨ªan a la resistencia palestina para abastecerse de armas, el aeropuerto internacional de Beirut es el ¨²nico punto de contacto con el exterior del sector, controlado por las izquierdas y los palestinos. Los cristianos imponen como condici¨®n para cesar en sus ataques contra el aeropuerto que ¨¦ste deje de ser usado para introducir armas.

En su empe?o por inutilizarlo, los cristianos atacaron los campamentos de refugiados, de Tal Zaatar, situado entre el aeropuerto y el Metn cristiano, y en campo de Jisr el Bacha. Para aliviar la presi¨®n sobre ¨¦stos, los comandos palestinos bombardearon a su vez el puerto de Junieh, principal punto de contacto con el exteridr del sector cristiano, convertido adem¨¢s en capital de aqu¨¦l.

Entre la comunidad maronita (cristiana) han surgido s¨ªntomas de discrepancias. Las agencias se?alan que el Partido Kataeb (Falange libanesa), se mantiene al margen de estos ¨²ltimos combates. Las fuerzas combinadas del presidente Soleiman Franjieh, fundamentalmente la fracci¨®n adicta del Ej¨¦rcito, y las milicias del Partido Nacional Liberal, proceden adem¨¢s a la homogeneizaci¨®n demogr¨¢fica del sector cristiano.

Particularmente atacado en este intento es el barrio de poblaci¨®n chiita de Nabaa, situado entre los sectores cristianos de la capital y la monta?a. La guerra alcanza, ahora un alto costo en vidas humanas y da?os materiales. La extraordinaria promiscuidad de los campamentos de refugiados palestinos, es el origen de estas p¨¦rdidas humanas cuantiosas.

La extraordinariamente debilitada econom¨ªa libanesa ha sufrido un nuevo golpe en estos ¨²ltimos enfrentamientos y la zona industrial de Mkaless (en Beirut), donde se concentra una gran parte de las peque?as y medias industrias de Beirut, ha sido pr¨¢cticamente destruida.

En estas condiciones la labor de los ?cascos verdes? ¨¢rabes, del mediador enviado, por la Liga Arabe, se?or Kholy, y el controvertido nombramento del general egipcio Al Ghoneim, como jefe de la fuerza pacificadora inter¨¢rabe, es casi nula.

Aunque los mediadores se esfuerzan por lograr ceses de las hostilidades, rotos uno tras otro, parece improbable que se llegue a un verdadero alto el fuego en la capital, en donde ninguno de los bandos contendientes ha logrado consolidar sus posiciones estrat¨¦gicas.