La jerarqu¨ªa italiana, preocupada por la participaci¨®n de los cl¨¦rigos en pol¨ªtica
?Nadie me puede quitar nada de aquello en lo que creo?, declar¨® el ex abad de San Pablo Extramuros, refiri¨¦ndose al ?ultimatum? que por carta certificada le envi¨® d¨ªas pasados el cardenal vicario de Roma, Ugo Poletti. Seg¨²n ¨¦ste, el ex abad o renuncia p¨²blicamente a sus ?errores?, -haber votado por el divorcio y haberse adherido al Partido Comunista-, o ser¨¢ reducido al estado laical a petici¨®n propia o por imposici¨®n. Dom Franzoni tiene de tiempo hasta el 3 de julio pr¨®ximo.
Mientras tanto la comunidad de Dom Franzoni se reuni¨® el lunes por la tarde. Eran casi unas mil personas. De un documento que publicaron el martes se trasluce una postura que no es ciertamente de penitencia: ?La comunidad siente el deber de reiterar la plena licitud del pluralismo de las opciones pol¨ªticas de los creyentes, y por tanto, tambi¨¦n de los sacerdotes, ciudadanos como los dem¨¢s en el derecho, deber de trabajar por una sociedad m¨¢s libre y m¨¢s justa en base a sus opciones personales?.Parece ser que Dom Franzoni no quiere la ruptura, y tratar¨¢ de modificar o aplazar el ultimatum. Por su parte, Poletti parece decidido a cerrar el caso, haciendo de su soluci¨®n un ejemplo o advertencia para otros casos. Se neg¨® a participar en la asamblea del lunes, se quej¨® de la publicidad dada al asunto y habl¨® a los p¨¢rrocos ?prefectos? de la Roma de unidad y disciplina. Tampoco servir¨¢ la mediaci¨®n de Clemente Riva, obispo auxiliar de la zona sur de Roma, que el 4 de abril pasado asisti¨® como un fiel cualquiera en silencio a los ritos b¨ªblicos de la comunidad. Desde el Vaticano y desde la presidencia de la Conferencia Episcopal que se reuni¨® ayer, sopla un viento de prudencia y de compromiso.
Al lado del ?cura rojo? tambi¨¦n da hilo que torcer a los obispos el ?cura todo negro?, como denomina al ex salesiano don Olindo de Donno, elegido diputado neofascista o de la Derecha Nacional por Bari. Don Olindo, nacido en 1912, con cuatro licenciaturas, medallas de plata y cruces de guerra, ex capell¨¢n militar herido en combate en Yugoslavia y Rusia, ex inspector de la Direcci¨®n General de Escuela Secundaria, tendr¨¢ que elegir o el Parlamento o la di¨®cesis de Isernia, donde est¨¢ incardinado, sin que el anciano obispo monse?or Palmerini supiera nunca ni de las intenciones pol¨ªticas, ni del paradero de su cl¨¦rigo ?vagante?. Tambi¨¦n so bre este caso los obispos tendr¨¢n que pronunciarse. El canonista D'Avack opina, por lo pronto, que ?nadie puede invalidar la elecci¨®n parlamentaria de Don Olindo, porque el art¨ªculo 43 del Concordato que prohibe a los curas hacer pol¨ªtica tiene que considerarse t¨¢citamente abrogado en cuanto que est¨¢ en contra con las normas de la Constituci¨®n Italiana?.
Entre ?curas rojos? o indisciplinados y ?curas negros? o excesivamente disciplinados, llama la atenci¨®n la solemnidad con que se celebr¨® en Roma el primer aniversario de la muerte de monse?or Escriv¨¢, un ?cura blanco?. A la capilla-pante¨®n de Monse?or, en Parioli, el barrio de Salamanca de la alta burgues¨ªa romana, y a la iglesia de San Eugenio acudieron casi 15 cardenales de curia y otros tantos obispos. Y cosa nunca vista, la televisi¨®n italiana en el telediario del domingo 26 dedic¨® a monse?or Escriv¨¢ y su obra un reportaje hagiogr¨¢fico, mientras alg¨²n diario independiente como ?II giornale? de Mil¨¢n, habl¨® de la obra ?toda santa y toda mundana?. As¨ª se titula un largo art¨ªculo que presenta la ?eficacia espiritual? y la ?eficiencia organizativa? del Opus, ?como un milagro? y su misticismo, como el de otros movimientos m¨ªsticos, que se extiende por contagio.
Un experto en cosas vaticanas hac¨ªa notar a este prop¨®sito que a?os atr¨¢s s¨®lo llegaban a la opini¨®n p¨²blica italiana comunicados de la oficina de prensa del Opus, distinguiendo la autonom¨ªa pol¨ªtica de sus afiliados de su profesi¨®n religiosa.
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