"Kissinger" Saporta

Yo dir¨ªa que estaba cantando, que la intervenci¨®n de Saporta ante el Comit¨¦ de Apelaci¨®n de Ia UEFA, iba a producir una reducci¨®n de la pena impuesta al club. Quien conoce al Kissinger de la Casa Blanca madr¨ªdista sabe de sobra que es capaz de manejar los hilos m¨¢s inveros¨ªmiles para obtener una meta. Me aventur¨¦ hace tiempo a decir que Saporta lograr¨ªa una soluci¨®n bastante satisfactoria y me alegro de que las sospechas se hayan confirmado.Los argumentos de Saporta, han sido v¨¢lidos. La UEFA est¨¢ en su derecho de exigir toda clase de garant¨ªas para que los encuentros internacionales se desarrollen de un modo deportivo. Debe ser dura para que el vandalismo no se apodere del espect¨¢culo futbol¨ªstica. En Madrid hubo un acto punitivo, como lo fue tambi¨¦n el lanzamiento de un bote de cerveza, que un insensato tuvo el buen tino de colocar en la cabeza de un juez de l¨ªnea, en el encuentro de Copa de la UEFA ante el Ipswich Town, pero ambos hechos fueron aislados y no fueron causa alguna de anomal¨ªa en el juego.

Quien le ha hecho un gran favor al Madrid ha sido sin duda Lynemayer. Su testimonio sobre el desarrollo del juego, sobre el ambiente general del encuentro y sobre la acci¨®n aislada de un exaltado, ha debido pesar mucho sobre los jueces. Favor tambi¨¦n le hizo, el propio presidente del Bayern, que en su momento, rest¨® importancia al hecho.

Hay que congratularse de la clemencia. Pero hay que pensar tambi¨¦n en la necesidad de instalar las vallas, aunque sean desmontables. El Madrid debe ser flexible. La contumacia no conduce a nada. El club no puede correr m¨¢s riesgos.