Se solicita que los diputados sean representantes de la comunidad nacional y no de la familia

Los calificativos al mandato de Franco, la sustituci¨®n de la representatividad familiar por la de la ?comunidad nacional? y el n¨²mero de diputados que deben contar las futuras C¨¢maras, fueron los tres temas m¨¢s debatidos en las sesiones de ayer de la secci¨®n primera del Consejo Nacional, reunida para dictaminar el informe que con car¨¢cter no vinculante debe elevar al Gobierno sobre la reforma

La secci¨®n primera del Consejo Nacional del Movimiento aprob¨® ayer por la ma?ana los diez puntos que conten¨ªa el informe de la ponencia sobre el sistema bicameral. El se?or L¨®pez Rod¨®, que abri¨® la sesi¨®n, se?al¨® que el informe se limitaba a se?alar las ventajas que ofrec¨ªa el sistema, pero sin se?alar sus problemas y dificultades. Despu¨¦s de proponer que se aprobase el sistema bicameral, con algunas precisiones, se aprob¨® el punto primero, por unanimidad, y en ¨¦l se se?ala que el proyecto de reforma representa una importante transformaci¨®n del sistema vigente en la actualidad.El punto segundo se aprob¨® tambi¨¦n, tras rechazar la ponencia, una propuesta del se?or Fern¨¢ndez de la Mora en el sentido de atribuir a las dos C¨¢maras, iguales funciones colegisladoras.

El punto tercero recoge los motivos por los que se lleva a cabo la reforma y el cuarto, aprobado sin discusi¨®n, se?ala que la reforma se opera como una evoluci¨®n, desde las actuales instituciones en busca de una mayor representatividad, eficacia y funcionalidad.

El punto quinto provoc¨® el debate m¨¢s intenso de la sesi¨®n, al hacer referencia al mandato de Franco. La ponencia hab¨ªa redactado su informe hablando del dilatado per¨ªodo durante el que ejerci¨® la Jefatura del Estado. El se?or Fern¨¢ndez de la Mora pidi¨® que se suprimiese el vocablo dilatado o, si no, que se aceptase la expresi¨®n fecundo y dilatado.

El se?or Pedrosa Latas dijo que hab¨ªa que suprimir el p¨¢rrafo, puesto que la importancia de la obra de Franco se hab¨ªa puesto de relieve en multitud de ocasiones y no era necesario repetirlo ahora. Su intervenci¨®n provoc¨® reacciones entre varios consejeros y el se?or Pedrosa puntualiz¨® que no estaba en su ¨¢nimo regatear elogios a Franco y que aceptaba la inclusi¨®n del p¨¢rrafo. Seguidamente, la se?orita M¨®nica Plaza se mostr¨® de acuerdo con el se?or Pedrosa y a?adi¨® que en el p¨¢rrafo que se dice "la suprema magistratura de Franco aparec¨ªa revestida de poderes excepcionales que ten¨ªan su fundamento en la adhesi¨®n plena del pueblo espa?ol?, se agregara ?adhesi¨®n y participaci¨®n?, porque si no parec¨ªa que estos ¨²ltimos a?os hab¨ªan sido s¨®lo de dictadura?. Eduardo Navarro defendi¨® el texto de la ponencia y el se?or Ruiz Jarabo y las se?oritas Primo de Rivera y Tey Planas apoyaron la inclusi¨®n del t¨¦rmino ?fecundo?. A continuaci¨®n, fueron muchos los que se sumaron a la petici¨®n del se?or Fern¨¢ndez de la Mora y la ponencia, despu¨¦s de se?alar que el p¨¢rrafo carec¨ªa de sentido valorativo acept¨® la inclusi¨®n del t¨¦rmino fecundo.

Los puntos seis y siete se aprobaron con muy escaso debate. Hac¨ªan referencia a las causas que hacen necesaria la reforma de la funci¨®n legislativa y la capacidad de reformar el sistema que la regula.

El punto ocho, que tampoco mereci¨® especial atenci¨®n, destaca las ventajas del sistema bicameral.

En el punto noveno, el se?or Fern¨¢ndez de la Mora volvi¨® a insistir en que se estableciese la igualdad colegisladora de las dos C¨¢maras y su proyecto fue rechazado por segunda vez. El punto hac¨ªa referencia a la instituci¨®n bicameral integrada por dos C¨¢maras colegisladoras, con funciones, precisas y determinadas. Se refiere tambi¨¦n al sufragio universal en los procesos electorales. El punto diez y ¨²ltimo recoge una serie de consideraciones generales del Consejo para el Gobierno, incitando a la revisi¨®n del proyecto.

La democracia familiar

Por la tarde, la secci¨®n primera aprob¨® sugerir al Gobierno que los miembros del Congreso de Diputados se consideren representantes de la comunidad nacional y no de la familia, como dice el proyecto.

No fue demasiado f¨¢cil, porque surgi¨® en el debate que la supresi¨®n de la alusi¨®n a la familia infring¨ªa el Principio VIII del Movimiento Nacional, que establece los cauces org¨¢nicos de la familia, el municipio y el sindicato. Fern¨¢ndez de la Mora se refiri¨® a la cuesti¨®n y fue replicado r¨¢pidamente por Ort¨ª Bord¨¢s, quien manifest¨® que, para mantener el respeto a los cauces org¨¢nicos, hab¨ªa que declararse contrario al sufragio universal. ?Es el sufragio universal -dijo- lo que es contrario al Principio VIII del Movimiento.? A?adi¨® que, de lo contrario, inventar¨ªamos algo nuevo y exportable: la democracia familiar.

En igual sentido se expres¨® Garicano, quien prefiri¨®, sin ¨¦xito, que se dijera que los diputados representaban al pueblo espa?ol.

M¨®nica Plaza se encontr¨® ante el tremendo dilema de estar de acuerdo, a la vez, con Fern¨¢ndez de la Mora y Ort¨ª Bord¨¢s, y manifest¨®, encontrarse en una gran confusi¨®n de mente y de conciencia ante la modificaci¨®n de hecho de la Ley de Principios. ?No hay nadie del sistema que quiera enga?ar al pueblo -dijo-. S¨®lo algunos, que los conozco yo, los ilegales, quieren enga?arlo.?

Por la ponencia, Guti¨¦rrez Rubio, defendi¨® la tesis que result¨® aprobada, en favor del t¨¦rmino comunidad nacional, por entender que el individuo forma parte de una familia, que a su vez es la c¨¦lula primaria de la comunidad nacional, junto al hombre.

N¨²mero de diputados

El otro tema importante debatido por la tarde fue el n¨²mero de diputados que integrar¨¢n el Congreso. En el proyecto del Gobierno se fijaba en 300, sobre la base de dos por provincia y el resto de acuerdo con un criterio proporcional a la poblaci¨®n de derecho.Con el voto en contra de Pedrosa, se aprob¨® sugerir al Gobierno: ?El n¨²mero de miembros del Congreso de Diputados debe ser fijo. En cada elecci¨®n de legislatura se aplicar¨¢ autom¨¢ticamente la cifra de poblaci¨®n de derecho que servir¨¢ de base para la elecci¨®n de un diputado.?

Pero faltaba por decidir el n¨²mero m¨ªnimo de diputados por provincia, Pedrosa Latas era partidario de que el total de los diputados por una provincia fuera, como m¨¢ximo, el triple de aquella a la que menos correspondan. Navarro Hermosilla pidi¨® que el m¨ªnimo provincial sea de 4 diputados y Ruiz Jarabo se refiri¨® al peligro de tiran¨ªa de unas pocas provincias respecto al resto del pa¨ªs, si se manten¨ªa el principio de proporcionalidad con la pobl¨¢ci¨®n.

Eduardo Navarro se?al¨® que no puede admitirse que un ciudadano de Almer¨ªa tenga un voto que valga siete veces m¨¢s que el de un barcel¨®n¨¦s. El equilibrio entre las tierras -dijo- no debe menoscabar el equilibrio entre los hombres. No establecer los diputados de forma proporcional a la poblaci¨®n llevar¨ªa a una situaci¨®n extra?¨ªsima no registrada en ninguna Constituci¨®n del mundo.

Le apoy¨® Garicano, quien record¨® que en las C¨¢maras bajas se suele establecer la representaci¨®n de acuerdo con la cantidad de los habitantes. Sin embargo, prosper¨® la primera tesis y se aprob¨® sugerir al Gobiemo la elevaci¨®n del n¨²mero de diputados por provincia en uno o m¨¢s enteros.