Los escritores "beat" han cambiado la vida en Estados Unidos
Entrevista con B¨¢rbara Solomon
B¨¢rbara Probst Solomon, escritora y novelista norteamericana, es una de las m¨¢s prestigiosas especialistas en la pol¨ªtica y la cultura espa?ola en USA. Sobre este tema colabora habitualmente en el New York Review of Books, una de las m¨¢s importantes publicaciones culturales y literarias de la izquierda americana, y en el New York Times. Desde los 17 a?os, visita asiduamente Espa?a, y en este r¨¢pido paso por Madrid, ha concedido una entrevista a EL PAIS, en la que confronta la realidad literaria y pol¨ªtica de los Estados Unidos y Espa?a.
La primera vez que vino a Espa?a, B¨¢rbara P. Solomon era una adolescente que quer¨ªa ?ver con sus propios ojos el resultado de la guerra en Europa?. Eran los a?os de la autarqu¨ªa, de las cartillas de racionamiento, de los campos de concentraci¨®n. Y ella lo conoci¨® todo. Particip¨®, por ejemplo, en la hu¨ªda de Nicol¨¢s S¨¢nchez Albornoz, escapado de Cuelgamuros, -gracias a la amistad de B¨¢rbara con Paco Benet, la hermana de Norman Mailer, y el coche de ¨¦ste. Luego, Francia y Alemania, cinco a?os de vivir esa Europa de postguerra. A la vuelta a Estados Unidos, un libro que fu¨¦ un ¨¦xito de cr¨ªtica: Arriving where we started (Volver donde est¨¢bamos), donde se cuenta todo esto, y que para el pr¨®ximo oto?o se publicar¨¢ en Espa?a, con pr¨®logo de Juan Goytisolo.-?C¨®mo ve usted la situaci¨®n espa?ola, ahora que parece que est¨¢ cambiando?
-Yo soy americana, y creo que da mala impresi¨®n una americana que viene a decir c¨®mo es el pa¨ªs... A m¨ª me molesta cuando aqu¨ª, en vez de preguntarme por los Estados Unidos me explican c¨®mo son. No quiero caer en la misma din¨¢mica, pero lo cierto es que conozco algo este pa¨ªs. Yo creo que est¨¢n ustedes viviendo unos momentos sumamente importantes. El cambio democr¨¢tico es imprescindible, y no es cuesti¨®n de ponerse optimistas o pesimistas, pero estos a?os son muy cr¨ªticos, y es cuando vamos a ver si, de verdad, hay verdaderos cambios.
-Los Estados Unidos van a tener un papel importante, queramos o no, en el cambio democr¨¢tico espa?ol. Y quiz¨¢ para frenarlo, por su relaci¨®n con la Europa pobre. ?Qu¨¦ opina usted sobre esto?
-Si, es muy fundamental la posici¨®n de Am¨¦rica. All¨ª est¨¢n bien enterados de la situaci¨®n espa?ola actual, y a mi juicio, han seguido una pol¨ªtica equivocada. Yo no coincido con el pensamiento de mi gobierno: creo que ellos deber¨ªan tener una visi¨®n m¨¢s amplia de lo que es Europa. El cambio democr¨¢tico en Espa?a es necesario, y los Estados Unidos no pueden mantener por m¨¢s tiempo la contradici¨®n entre sus dos pol¨ªticas: democr¨¢tica para el interior, y no democr¨¢tica para el exterior. Chile, Vietnam, etc., marcan una l¨ªnea con un p¨¦simo resultado dentro. Aqu¨ª, el cambio es muy lento, y pueden pasar muchas cosas. El futuro puede ir en mil direcciones. Yo estoy contra todos los fascismos, del tipo que sean...
Creo que el panorama pol¨ªtico americano es, en cualquier caso, confuso para los espa?oles. Nosotros no tenemos ese alfabeto pol¨ªtico que ustedes tienen, no podemos clasificar a la gente con tanta exactitud, y no nos importa. Las luchas americanas son por problemas concretos, y agrupan a todos. Las ¨¦lites culturales e intelectuales est¨¢n m¨¢s mezcladas, en las publicaciones como el New York Review, que son fundamentalmente de izquierdas, no hay preponderancia de ning¨²n partido, ni se adscriben a ninguno, publica gente que tiene simpat¨ªas por distintas ideas. Digamos que la gente funciona de manera m¨¢s ecl¨¦ctica y m¨¢s abierta, no tiene unos fundamentos pol¨ªticos o unos esquemas ideol¨®gicos fijos.
B¨¢rbara P. Solomon pertenece a esa generaci¨®n de escritores que los manuales americanos llamaron silenciosa. Uno de los cr¨ªticos m¨¢s importantes de USA, James Baldwin, dijo de su novela The beal of life (El ritmo de la vida), -no traducida al castellano- que era uno de los textos fundamentales de la generaci¨®n beat.
-?C¨®mo era el panorama cultural americano en que escrib¨ªa usted?
-Bueno, en principio, en los a?os cincuenta, quedaba gente de la generaci¨®n de la crisis de los 30 y la otra, la de la Ruptura, la posterior a la segunda guerra mundial.
Aquella Generaci¨®n hubiera sido m¨¢s comprensible para ustedes, porque ten¨ªan su tradici¨®n de partidos pol¨ªticos a la manera europea: se sab¨ªa que la gente era trotskista, anarquista, comunista... es decir, que era gente con ideolog¨ªas coherentes. Tambi¨¦n, como correlato, eran maniqueos y esquem¨¢ticos. Una generaci¨®n ut¨®pica, que no comprendieron a la posterior. Ni siquiera admitieron su existencia. Luego, los que ¨¦ramos ni?os o muy j¨®venes al final de la guerra, o con el maccarthismo, ¨¦ramos menos maniqueos y menos ut¨®picos, despu¨¦s de la bomba, y Corea, y todo el sudeste asi¨¢tico. Era una generaci¨®n desesperada. Con Mc Carthy, lleg¨® la llamada generaci¨®n del silencio, ala que se supone que pertenezco. Era un grupo rebelde, rabioso por el silencio de los intelectuales de la generaci¨®n anterior ante la caza de brujas, y muy subterr¨¢neos, y al mismo tiempo, muy literarios, muy preocupados por la forma literaria, pero que se sent¨ªan aislados de la sociedad, y desde luego hay que decirlo, que no se propon¨ªan ning¨²n cambio. Sin embargo, han cambiado el lenguaje del pa¨ªs. Estaban ensimismados, y hay que decir, que esta generaci¨®n que empez¨® en los cincuenta con el uso de las drogas, con la revoluci¨®n sexual, con unas formas de vestir, de andar, de vivir muy peculiares, han cambiado, -de hecho, la vida americana.
-Seguramente, la novedad fundamental de estos a?os est¨¢ en la incorporaci¨®n de muchas mujeres en la literatura. No como novelistas sino como ensayistas y procedentes de los movimientos feministas. Por otro lado, el problema m¨¢s importante es el del negocio editorial, que ha pasado a manos de firmas comerciales fuertes, desde hace unos ocho a?os, y que no tienen nada que ver, en principio, con la literatura. Entonces, aunque a nivel de censura pol¨ªtica o sexual no haya ning¨²n problema para publicar nada, de hecho se impone que los libros sean muy comerciales, que admitan largas tiradas. Y como no todos los libros -cuentos, novelas, poemas- se pueden tirar a miles, la literatura sufre con esta exigencia de comercialidad. Es necesario que esto cambie, y seguramente cambiar¨¢ en breve.
-?Usted cree que los escritores tienen alg¨²n papel en el cambio social, en la sociedad americana?
-Claro. La sociedad americana es m¨¢s permeable que la europea, los escritores son muy conocidos y muy populares. Ahora, que se acab¨® el star sistem de Holliwood, se da el caso de que los principales escritores son m¨¢s populares a nivel de masas, que las propias estrellas de cine ... Y la gente imita sus formas de vida, que se van imponiendo. Por otro lado, los intelectuales americanos son m¨¢s... pobres, si me permite la expresi¨®n. Un profesor est¨¢ peor pagado que un obrero especializado, y vive peor, con menos cosas. Entonces son menos elitistas, est¨¢n m¨¢s conectados con la vida social.
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