El Tour entra hoy en terreno alpino

Hoy, tras la jornada de descanso, se disputa la primera etapa alpina del Tour. En esta monta?osa fase de la cl¨¢sica francesa todo parece indicar que la. clasificaci¨®n dar¨¢ un vuelco. Maertens, l¨ªder de los recorridos llanos y pruebas contra reloj, no tiene entidad como escalador. Van Impe, Thevenet y Baronchelli aguardan el momento de encumbrarse en el p¨®diuni del liderazgo. Sin olvidar, por supueslo, a los espa?oles. En este sentido, L¨®pez- Carril y Gald¨®s est¨¢n en mejor forma que Torres y Oca?a, manos arropados, por otra parte, que aqu¨¦llos por su equipo.

Los peque?os momentos de lluvia habidos antes de llegar a Divonne-Les-Bains el viernes fueron s¨®lo un espej¨ªsmo. El sol calent¨® lo suyo en la jornada de descanso antes de los Alpes. Indudablemente, no apetec¨ªa m¨¢s que dedicarse a eso, al descanso, aunque los corredores se entrenaron cara a la primera dificultad monta?osa del Tour.En general, a nadie le ha gustado esta jornada de vac¨ªo y menos a¨²n a los espa?oles. L¨®pez Carril, precisamete, el hombre m¨¢s experimentado y veterano, lo comentaba as¨ª -ayer por la ma?ana: ?A los extranjeros no s¨¦ si les vendr¨¢ bien, pero a nosotros, no, desde luego. Perdemos el ritmo y eso es malo. En el caso concreto de esta primera etapa monta?osa,, la organizaci¨®n del Tour se ha pasado. No se puede cambiar tan bruscamente de no hacer nada a una etapa reina?.

Con todo, las esperanzas espa?olas en este primer intermedio de la carrera, son grandes. Bien sea L¨®pez Carril, el que ha resistido mejor hasta ahora en un terreno que no era el suyo o bien Gald¨®s, que parece mejorado con respecto al pasado Giro, ambos parecen los dos hombres con posibilidades de estar en la cabeza de este caluroso Tour a las primeras monta?as de cambio. Notar¨¢n que hablamos de dos corredores de Eusebio V¨¦lez y de ninguno de Gabriel S¨¢tira. Es que pensamos en los dos equipos. Mientras el de Vitoria nos ha dado toda la sensaci¨®n de entidad, el de Pamplona nos ha vuelto a decepcionar. Y a la hora de las grandes batallas, que siempre se deben dar por relevos, comenzando por los ataques de preparaci¨®n para poner maduros a los hombres, aqu¨¦l parece mucho m¨¢s entero que ¨¦ste. Tras el abandono de Fuchs y la baja forma de Lazcano, s¨®lo Uribezub¨ªa est¨¢ en trance favorable, de ayudar a Torres y Oca?a. Poca cosa seg¨²n se ve. Y la verdad es que al segundo le vendr¨¢n bien todo tipo de ayudas.

Eusebio V¨¦lez tiene sobre todo confianza, como casi todo el mundo, en L¨®pez Carril y en Gald¨®s. Pero las ayudas de los Martins, Men¨¦ndez, Martos, Mart¨ªnez Heredia,y hasta del pesimista Pesarrodona pueden ser importantes. En este Tour, en el que no parece haber un escalador que rompa la carrera totalmente, si descontamos quiz¨¢, Van Impe, la labor de equipo va a ser fundamental. Precisamente por ello se dan pocas posibilidades a Maertens de acabar los Alpes con el maillot amarillo de l¨ªder. No se duda de su gran forma que puede darle las fuerzas necesarias para mantenerse, al menos, hoy. La, ventaja que tiene en la actualidad sobre sus principales enemigos tampoco es lo suficiente quilidad. Pero nada m¨¢s que con alguna, su equipo jugar¨¢ seguro tras ¨¦l, la baza de Pollentier, un hombre que sube mucho m¨¢s y bien puede ser el l¨ªder despu¨¦s de las tres pr¨®ximas etapas antes del siguiente descanso, en Port-Barcares. Al menos, en la ¨²ltima Vuelta a Suiza respondi¨® mucho mejor que Maertens; ¨¦ste perdi¨® casi toda la ventaja obtenida en el llano y en las contra reloj. Para el campe¨®n belga, desde luego, este Tour monta?oso, que nunca hab¨ªa corrido, es una verdadera prueba de fuego. Ser¨ªa su confirmaci¨®n y por supuesto, el gran ?boom? de la temporada, que consiguiera resistir.

?Qui¨¦ntiene detr¨¢s m¨¢s posibilidades? A primera vista, dos hombres parecen destacar del grupo: Thevenet y Van Impe. El primero que ya el a?o pasado con su victoria demostr¨® que puede perfectamente responder en la alta monta?a, ha ido a m¨¢s pon las etapas y tras su ca¨ªda en Angers ha patentizado que se encuentra capacitado para las mayores empresas. En cuanto al peque?o y simp¨¢tico belga, al que vimos ayer por la ma?ana entrenarse en el mismo hip¨®dromo de la llegada junto a su compa?ero Mintkiewicz, tres cuartos de lo mismo. Ha estado presente en todos los momentos peligrosos de d¨ªas pasados, especialmente cuando las fuerzas de la mayor¨ªa flaqueaban luego de muchos kil¨®metros en los puertos cerca de las metas. Ya ha demostrado cumplidamente en ocasiones antenores que es un corredor seguro y regular. Siempre ha rozado el triunfo en un Tour y en esta ocasion, con mucha igualdad entre las figuras candidatas, podr¨ªa ser su confirmaci¨®n. Por lo dem¨¢s, s¨®lo cabr¨ªa fijarse en la inc¨®gnita que, como los espa?oles citados, suponen los italianos de garant¨ªa: Baronchelli, Bertoglio y hasta Battaglin, que parece en mucha mejor forma que en el ¨²ltimo Giro. Tampoco olvidaremos a Panizzal, aunque ¨¦ste no tendr¨¢ luego posibilidades en tiempos parecidos, cara a las contra reloj. Sea como fuere, el Tour est¨¢ muy interesante. Hasta un Kuiper, que no tiene demasiada entidad en la monta?a, podr¨ªa nadar y guardar la ropa lo suficiente como para dar alg¨²n susto m¨¢s tarde. Inteligencia y clase no le faltan, desde luego. Los AIpes pues, esperan. Y la inc¨®gnita, con la esperanza espallola en una de las primeras posiciones de la parrilla de salida, empieza, hoy a llenarse. La hora de la verdad del Tour se inicia.