Los Pirineos, siempre

Para los espa?oles, durante muchos a?os, quiz¨¢ todav¨ªa, los Pirineos han sido la barrera monta?osa detr¨¢s de la cual hab¨ªa pan. Para los ciclistas espa?oles las cumbres pirenaicas son el lugar desde el cual se puede conseguir el pan del futuro. Para los aficionados al ciclismo, los Pirineos han sido siempre la oportunidad de la revancha. Los Pirineos nos tienen marcados.Ayer, dos equipos espa?oles dieron la batalla en las monta?as y desplazaron a Poulidor, Delisle y Thevenet, los ¨ªdolos franceses, de los primeros puestos de la general. Los corredores hicieron otra vez la guerrilla; cerca de donde en los cuarenta a?os otros espa?oles eran h¨¦roes maquisards. La gloria, en cambio, fue para el belga Van Impe. A los ciclistas espa?oles les falt¨® ayer el l¨ªder. Seguramente porque el que deb¨ªa serlo indiscutiblemente, Luis Oca?a, adem¨¢s de perder el Tour de 1973, en el col de Mente a consecuencia de una grave ca¨ªda, perdi¨® en sus a?os de infancia, en los Pirineos araneses, las posibilidades de tener un f¨ªsico capaz de resistir los ataques de los bacilos. Por el pan cruz¨® Oca?a con su familia los Pirineos, pero est¨¢ demostrado que el traslado fue tard¨ªo. Los grandes campeones de hoy no suelen tener sue?os de jam¨®n. Los grandes campeones de hoy, por lo general, han tenido una infancia feliz y un crecimiento natural a base de prote¨ªnas y adecuada preparaci¨®n f¨ªsica.

Los deportistas espa?oles son figuras de un modo excepcional. Por eso no puede exig¨ªrseles triunfos continuados. Ni siquiera en los Pirineos, que es donde encuentran la gloria y los buenos contratos.