Cincuenta artistas espa?oles, en la Bienal de Venecia
Ayer se present¨® el proyecto a los medios informativos
Ayer, 14 de julio, se present¨® ala prensa la Bienal de Valencia, que se inaugurara el pr¨®ximo 17, un d¨ªa antes de lo previsto a instancias de la representaci¨®n espa?ola. Efectivamente, este a?o, la Mostra, que hab¨ªa retrasado su apertura un mes, con motivo de las elecciones, quer¨ªa hacerla coincidir con las Fiestas de Venecia, la vieja celebraci¨®n que conmemora, a niveles populares y festivos, a los supervivientes de la peste, refugiados en el Lido, y que, tradicionalmente, comienzan el 18.La Bienal consta de una serie de proyectos, encomendados por el Ente aut¨®nomo a distintas comisiones. Respecto a las artes pl¨¢sticas, adem¨¢s de la Exposici¨®n de los cuarenta a?os, sobre Espa?a, figura una sobre Ambiente, entendido como h¨¢bitat, que organiz¨® la Comisi¨®n de Artes Visuales de la Bienal, y una muestra sobre Arte-Ambiente, que coordina Germano Celant, y compartiendo con la espa?ola los Giardini di Castello, la titulada Actualidad internacional y evoluci¨®n del trabajo art¨ªstico desde 1972 a 1976. Hay que a?adir otras cuatro, dedicadas a arquitectura: la Deutsche Werkbund, el CIAM, el Racionalismo italiano y la llamada Europa-Am¨¦rica. La participaci¨®n de las dem¨¢s artes se ir¨¢ sucediendo a lo largo de los casi tres meses de persistencia de la Mostra.
La exposici¨®n espa?ola
Dos elementos fundamentales hacen atractivo el proyecto llamado Espa?a: vanguardia art¨ªstica y realidad pol¨ªtica. El primero, un cat¨¢logo construido e ilustrado por Ludolfo Paramio, Victor P¨¦rez Escolano y su equipo, Inma Juli¨¢n, Valeriano Bozal, Tom¨¢s Llorens, Sim¨®n Marchand, I. Sol¨¢ Morales. El cat¨¢logo, con dos partes fundamentales, explica y modula el discurso propiamente art¨ªstico, y consta de un texto anal¨ªtico del per¨ªodo, y una antolog¨ªa que recoge m¨¢s de sesenta documentos al respecto.El otro elemento es la exposici¨®n misma, esa revisi¨®n del arte y la sociedad espa?ola, durante la que algunos historiadores llaman ya la segunda dictadura. Celebrada en el Pabell¨®n Central -que acoge a todas las exposiciones cuyo pa¨ªs no tiene pabell¨®n- ocupar¨¢ m¨¢s de 1.600 metros cuadrados. Para propiciar la lectura de esta expo hist¨®rica el equipo de arquitectos Oriol Bohigas-Martorell-Mackay ha remodelado el espacio, reconstruyendo niveles y escenas distintas, de tal modo que el camino abierto de la historia espa?ola se cierra, seg¨²n el proyecto, en esa expectativa democr¨¢tica de nuestros d¨ªas, tan cercana en algunas cosas, a la situaci¨®n de la misma guerra. Que es donde se abre...
A la vista del proyecto, parece que la lectura se abre con los Carteles de la guerra, para pasar a la reproducci¨®n del Pabell¨®n espa?ol en la Exposici¨®n de Par¨ªs, de 1937. Se cuenta pues, con una reconstrucci¨®n de la fuente de mercurio de Calder, con una amplia documentaci¨®n sobre el Guernica y otras importantes obras que se dieron cita en aquel pabell¨®n -as¨ª Como sobre la arquitectura misma del edificio levantado en los jardines del Trocadero- y, adem¨¢s, obras de Picasso, Mir¨®, Julio Gonz¨¢lez y grabados de Rodr¨ªguez Luna.
El siguiente cap¨ªtulo, La derrota y el exilio, recoge un ambiente de Alberto (25 dibujos y aguafuertes), otro de Julio Gonz¨¢lez, con 43 obras, entre dibujos y esculturas. Picasso, ocho cuadros y una escultura. Mir¨®, siete cuadros al ¨®leo y la colecci¨®n de litograf¨ªas titulada Barcelona, y Renau: bajo el nombre Arte y pol¨ªtica, una inmensa colecci¨®n de fotomontajes, que deber¨¢n acompa?arse de diapositivas y texto magnetof¨®nico. Otro espacio recoger¨¢ una muestra de los surrealistas Oscar Dom¨ªnguez y Luis Fern¨¢ndez, y otro a¨²n, los guaches y tintas sobre papel de Castelo.
Un cuarto cap¨ªtulo de la exposici¨®n se articula en torno a una cinta cronol¨®gica de Bozal y Coraz¨®n, y el t¨ªtulo Discurso hist¨®rico, 1939-1976, y cuenta con dos tipos de obras: las que dependen del discurso hist¨®rico propiamente dicho, y otras, pintadas expresamente para la Bienal, que funcionan independientemente de ¨¦l, pero que lo punt¨²an e ilustran. Hay obras de Ferrant, T¨¢pies, Joan Ponc, Millares, Saura, Mu?oz, Sempere, Equipo 57, Oteiza, Alfaro, Antonio L¨®pez, Modesto Rold¨¢n, Jorge Castillo, Jos¨¦ Hern¨¢ndez, Eduardo Arroyo, Guinovart, Genov¨¦s, R¨¢fols, Equipo Cr¨®nica, Gordillo, Teixidor, Broto, Grau, Le¨®n, Rubio, Tena, Pacheco, Monjal¨¦s, Ortega y Agust¨ªn Ibarrola. Hay, adem¨¢s, dos muestras de grabados populares -vasco y valenciano-, varios proyectos de lecturas pl¨¢sticas e iconogr¨¢ficas, y un ?an¨¢lisis iconogr¨¢fico de la noticia de la muerte de Franco?, de Alberto Coraz¨®n.
Los debates de Madrid
Mientras todo esto se presenta definitivamente colgado, irremediablemente expuesto, los debates en torno a la participaci¨®n doble, art¨ªstica y pol¨ªtica, de diversas representaciones espa?olas, se van agudizando cada vez m¨¢s en Madrid. Coordinaci¨®n Democr¨¢tica asistir¨¢ a la inauguraci¨®n y con ella, el Consell des Forces de Catalunya, la Taula y dem¨¢s organismos de las nacionalidades espa?olas, cubriendo la oficialidad, el papel de ?interlocutor v¨¢lido? y representante de la realidad espa?ola. El sector de artistas y profesionales de Coordinaci¨®n aprueba esta asistencia y, pretende llevar un documento -que desconocemos todav¨ªa- a la Bienal, mientras el sector global viene lanzando diversos manifiestos cr¨ªticos sobre el car¨¢cter de la Mostra, el ¨²ltimo de los cuales, aprobado por abrumadora mayor¨ªa en la asamblea del pasado martes, y firmado por la reci¨¦n creada Asociaci¨®n de Artistas Pl¨¢sticos de Madrid ha sido entregado a la prensa en la tarde de ayer.En el citado documento, llevado a Venecia por una comisi¨®n de pintores y artistas, denuncian la tradicional manipulaci¨®n de los artistas por la Bienal en general y los comisarios de turno de la re presentaci¨®n espa?ola en particular, las presiones de las galer¨ªas de arte y el oportunismo pol¨ªtico del r¨¦gimen franquista, y repasa la historia de esta convocatoria. Seg¨²n el documento, la Bienal encarga a unos cr¨ªticos espa?oles -Bozal, Llorens, Alberto Coraz¨®n- la confecci¨®n del proyecto. En septiembre se nombra la comisi¨®n cuya composici¨®n hemos dado en estas l¨ªneas, y que ha sido nombrada, como otras, por el propio Ente aut¨®nomo. Desde la prensa italiana surgen voces condenando la arbitrariedad de la selecci¨®n, y en enero se convoca un segundo comit¨¦, en que aparecen Moreno Galv¨¢n, Alberti y Aguilera Cerni. En cualquier caso, sigue el documento, la comisi¨®n italiana sigue dirigi¨¦ndose a unas personas y no a un sector profesional, lo que se complica por la adscripci¨®n pol¨ªtica de la Bienal. El problema es, pues, doble: uno, profesional, a nivel de representatividad, y otro pol¨ªtico, por el car¨¢cter antifranquista del acto. La Junta Democr¨¢tica se h¨ªzo cargo del asunto, y redact¨® un texto que finalmente no se dio a la luz p¨²blica, retrasado por otras instancias pol¨ªticas m¨¢s urgentes.
Se discuti¨®, pues, el proyecto elaborado por la Comisi¨®n nombrada por la Bienal, y al equipo de Italia cae en la cuenta de que es o puede ser acusada de antidemocr¨¢tico. Y, tras todo este juego, el documento citado llega a una triple conclusi¨®n:
Primero, que la Bienal, contestada de largo como decadente, utiliza la problem¨¢tica espa?ola para renovar su identidad. Una Bienal antifascista que no cuenta con, la verdadera oposici¨®n antifranquista espa?ola. Y por tanto, que es una manipulaci¨®n de la lucha espa?ola para los propios intereses de la Bienal.
Segundo, que Coordinaci¨®n Democr¨¢tica ha podido ser enga?ada, si es que ha aceptado sin condiciones la propuesta Italiana, pues no se comprende que se tome ?una decisi¨®n que afecta a todo un sector sin contar con ¨¦l?, ni que ?se caiga en la trampa de respaldar una especie de pucherazo oportunista, sectario y discriminatorio?.
Tercero, censuran, igualmente, la actuaci¨®n del equipo nombrado por la Bienal.
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