Soares, partidario de la vuelta de Spinola para acabar con su "mito"

?Soy partidario de que el general Spinola regres¨¦ a Portugal y termine el drama de la situaci¨®n -y el ambiente que lo rodea? declar¨® al peri¨®dico conservador O Dia el reci¨¦n nombrado primer ministro portugu¨¦s, Mario Soares. Dijo tambi¨¦n al mismo matutino que ?no pod¨ªa admitir que estuviesen en Portugal personalidades directamente ligadas al antiguo r¨¦gimen, como el general Kaulza de Arriaga y estuviesen condenadas a vivir en el extranjero personas como Spinola que tuvo una participaci¨®n directa en la primera fase de la revoluci¨®n del 25 de abril?.

Por otro lado, Soares es de la opini¨®n de que se debe ?olvidar lo que pas¨® el 11 de marzo (intento de golpe derechista) y lo ocurrido el 25 de noviembre? (intento de golpe izquierdista).Las afirmaciones de Soares constituyen una novedad, porque hasta el momento las autoridades portuguesas se hab¨ªan limitado a recordar que en caso de una posible vuelta de Sp¨ªnola, ¨¦ste tendr¨ªa que ?ajustarIas cuentas con la justicia?. Aunque el nuevo primer ministro portugu¨¦s indic¨® tambi¨¦n este aspecto, se cree que la verdadera intenci¨®n de Soares es terminar, de una vez para siempre con el ?mito Spinola?. Es evidente por otro lado, que las posibilidades pol¨ªticas de Spinola no son ya muchas, ya que adem¨¢s de tener que enfrentarse a las numerosas acusaciones que le esperan, deber¨¢ pasar, en caso de resultar absuelto, inmediatamente a la reserva; pues tiene sesenta y seis a?os.

Independientes, pero menos

Despu¨¦s de su nombramiento como primer ministro, Soares ha manifestado que comenzar¨¢ los contactos con los partidos pol¨ªticos y los sindicatos el lunes. En este sentido ha dicho: ?Mis contactos con las otras fuerzas pol¨ªticas no ser¨¢n s¨®lo visitas de cortes¨ªa, sino conversaciones efectivas?. No obstante, seg¨²n ha indicado, el Gobierno se encuentra casi totalmente formado. Lo que Soares espera es ganar el apoyo, condicionado al menos, de los tres grandes partidos. Un Gobierno minoritario s¨®lo se mantiene con el apoyo de alguno de los partidos te¨®ricamente de oposici¨®n, pero Soares va a intentar una nueva jugada: que los partidos de la Asamblea le apoyen o no seg¨²n las leyes concretas. En este sentido, el Gobierno minoritario socialista va a intentar jugar con las indudables contradicciones existentes entre los otros tres partidos: PPD (centro), CDS (derecha), y Partido Comunista.Por ello, quiz¨¢s, el l¨ªder socialista, que afirma tener un voto de confianza de sus huestes para formar el Gabinete (sin presiones de ning¨²n tipo), ha puntualizado que ?el Gobierno va a tener un apoyo bastante m¨¢s amplio que el ¨¢rea de influencia socialista?. Y ello a pesar de que el Gobierno, seg¨²n la composici¨®n que airean todos los peri¨®dicos ser¨¢ efectivamente ?homog¨¦neo?: socialista de los pa¨ªses a la cabeza. Tres o cuatro independientes van a participar ¨²nicamente en el Gabinete. Su independencia es por otro lado relativa, pues siempre ha mantenido las mismas posiciones pol¨ªticas que los partidarios de Soares.

El Centro Democr¨¢tico Social y el Partido Popular Democr¨¢tico siguen insistiendo en la formaci¨®n de un Gobierno de ?mayor¨ªa presidencial? (alianza de estos dos partidos con los socialistas), pero la verdad es que cada vez lo hacen con la voz m¨¢s baja. El PCP, por su lado, recuerda la ?necesidad de un Gobierno de izquierdas con los comunistas?. Lo que todos esperan es que el Gobierno Soares fracase y no por falta de apoyos pol¨ªticos, sino por incompetencia t¨¦cnica.

Este problema, el de la inexistencia de cuadros t¨¦cnicos, tanto en el pa¨ªs como en el seno de los grupos pol¨ªticos, puede ser el determinante en relaci¨®n a la resoluci¨®n de la crisis econ¨®mica y verdadera ?piedra de toque? de la situaci¨®n lusa.

Si la composici¨®n del Gobierno que los peri¨®dicos, y la mayor¨ªa de las fuentes se?alan, se confirma, el problema va a aparecer inmediatamente. Y ello, porque la gran mayor¨ªa de los integrantes del elenco gubernamental que se anuncian son destacados dirigentes socialistas fieles a Soares, pero, seg¨²n se cree con una competencia que todav¨ªa debe ser probada.

Por ello, los pesimistas dan s¨®lo seis meses de vida al ?Gobierno Soares?. La profec¨ªa puede cumplirse si el l¨ªder socialista no ?contrata? t¨¦cnicos de primera clase para las carteras econ¨®micas. Sobre todo despu¨¦s de que el ex presidente Costa Gomes abandonara el palacio de Belem sin promulgar los ¨²ltimos decretos del Sexto Gobierno provisional: la ?ley de Control Obrero?, ?las leyes de austeridad? y la ?reglamentaci¨®n de las elecciones municipales?. Las leyes citadas deber¨¢n bajar a la asamblea y as¨ª, la ?jugada de anticipaci¨®n de los ministros socialistas del "Sexto"? ha fallado. La pretensi¨®n de que el ¨²ltimo Gobierno provisional decretara las primeras medidas ?antipopulares? no ha sido posible. El ?Gobierno Soares? tendr¨¢ que cargar con ellas.