Los dinamiteros
QUIENESQUIERA QUE hayan sido los dinamiteros que colocaron las bombas el pasado d¨ªa 18 de julio es evidente que cuentan con una organizaci¨®n poderosa. A estas alturas cabe descartar, sin mucho temor a yerro, a los dos grupos terroristas de izquierda conocidos con te¨®rica capacidad suficiente para dar un golpe tan evidentemente maestro en su g¨¦nero como el de la madrugada del domingo. Nos referimos al FRAP y a la ETA; el primero, desarticulado y con sus dirigentes en la c¨¢rcel; la segunda, con objetivos habitualmente diferentes en sus acciones. Ninguno de dichos grupos, contra su costumbre caso de que hubieran sido ellos los autores, ha reivindicado la acci¨®n.El diario Pueblo, de ayer, que esta vez, adem¨¢s de la voz del sindicalismo oficial, es tambi¨¦n la de la principal v¨ªctima de los atentados, comentaba un an¨®nimo de unos autodenominados ?Grupos de Resistencia Antifascista 1 de Octubre?, que reivindicaron en Bilbao la responsabilidad de las explosiones. Si efectivamente estos grupos son lo que dicen ser -?los verdaderos antifascistas que deb¨ªan organizarse para contestar a la represi¨®n ojo por ojo?-, hay que constatar r¨¢pidamente que tienen una fabulosa capacidad de acci¨®n, impropia de lo ingenuo de su comunicado. Y hay que se?alar el fallo de los servicios de seguridad a la hora de prevenir las acciones del terrorismo.
Cabe otra posibilidad, apuntada en varias p¨¢ginas del mismo peri¨®dico Pueblo y tambi¨¦n por otros ¨®rganos de prensa: que el terrorismo de la derecha, presente ya con v¨ªctimas humanas en Montejurra, haya aprovechado la ocasi¨®n para desencadenar una ofensiva contra ¨¦l Gobierno de la democracia y la amnist¨ªa. No decimos nada nuevo si se?alamos que la calle culpa de los hechos a las bandas de este signo, tan impunemente activas en el Pa¨ªs Vasco durante los ¨²ltimos meses. Resulta arriesgado, no obstante, adjudic¨¢rselos sin m¨¢s, pero s¨ª conviene se?alar que dichas bandas cuentan desde luego -y lo han demostrado hartas veces- con dinamita y balas suficientes y con capacidad de acci¨®n notable.
O sea, que una de dos: o nos encontramos ante un nuevo grupo de la extrema izquierda, de tales dimensiones que hay que preguntarse c¨®mo no ha sido detectada en alguna medida su creaci¨®n antes de que explotaran las bombas, o nos encontramos ante los mismos grupos de siempre de la extrema derecha -caso en el que todo comentario es de por s¨ª superfluo.
Parece obvio, por lo dem¨¢s, repetir de nuevo que condenamos el terrorismo y la violencia pol¨ªtica en todas sus formas. Los dinamiteros del domingo deben ser perseguidos y castigados. Pero sobre todo deben ser identificados. Para que nadie se llame a enga?o, en ning¨²n sentido, sobre lo que est¨¢ aqu¨ª ocurriendo.
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