Funcionarios ?pol¨ªticos?
En el n¨²mero 63 (15-7-76) de EL PAIS, p. 37, bajo el encabezamiento Primera asamblea de los funcionarios p¨²blicos de un ministerio, aparece rese?ado, entre las resoluciones adoptadas por los funcionarios de Educaci¨®n y Ciencia, ?el acuerdo de rechazar cualquier forma de integraci¨®n o similar de los funcionarios pol¨ªticos (de la Secretar¨ªa General del Movimiento y de la Organizaci¨®n Sindical) en la estructura normal de los trabajadores p¨²blicos profesionales...?
Me afecta este acuerdo, entre otras razones de tipo muy general, por una bien concreta: trabajo como ?contratado? en el Centro de Documentaci¨®n e Informaci¨®n del Instituto Nacional de Educaci¨®n F¨ªsica; este Instituto es un Departamento de la Delegaci¨®n Nacional de Deportes, la cual se halla inserta, como es bien sabido, en la Secretar¨ªa General del Movimiento. Los casi tres a?os de servicio en este Centro me son fundamento suficiente para aventurar (...) que lo esencial de estas consideraciones m¨ªas representa lo que ha rondado por las cabezas de cuantos funcionarios ?pol¨ªticos? hayan le¨ªdo el acuerdo referido.
1 ) A estas alturas de la historia, cada vez m¨¢s compleja, me parece una simplificaci¨®n apresurada, por no decir osada, calificar globalmente de ?pol¨ªticos? (vocablo cuya cursiva en el texto indica que se tratar¨ªa de ?adscritos a una pol¨ªtica determinada?) a miles de hombres y mujeres que, en busca del ejercicio de un derecho tan elemental como el que todos tenemos al trabajo, han ido a encajar, la mayor¨ªa de las veces pura y simplemente por su preparaci¨®n t¨¦cnica, en una organizacion o burocracia ya montadas cuyos or¨ªgenes, hijos de una pol¨ªtica muy concreta, son ignorados por algunos y resultan, en la pr¨¢ctica de la funci¨®n diaria, alejados hasta la indiferencia (...).
2) Hay encerrada una desgraciada contradicci¨®n en el hecho dc que este alentador movimiento er pro de la sindicaci¨®n del funciona. riado, eche, elev¨¢ndola casi a la categor¨ªa de principio, tan malhadada zancadilla a esa solidaridad de todos tan necesaria como in¨¦dita a¨²n. Yo, por mi parte, estoy dispuesto a pedir a los compa?eros de Educaci¨®n y Ciencia (donde es funcionaria ?de carrera? mi propia mujer) que me ?amnist¨ªen? por mi condici¨®n de ?contratado? de la SGM; pero les pedir¨ªa que lo hagan pronto, porque ?y si dentro de unos meses paso a ser funcionario de un previsible Ministerio de Juventud y Deportes?
3) En cualquier caso, todos lo dem¨¢s aspectos y el hecho mismo de esta ?primera asamblea de los funcionarios de un ministerio? valen lo suficiente como para que el lado oscuro se?alado no empa?e el optimismo y, por lo que a m¨ª toca la identificaci¨®n con sus prop¨®sitos. Pero, insisto, se puede discutir la ideolog¨ªa y la oportunidad pol¨ªtica de una determinada maquinaria burocr¨¢tica; nunca ?descargar las iras? sobre quiene funcionan en ella.
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