Posibilidades de conseguir un campe¨®n en formula 1
Cada vez que asisto a un gran premio de automovilismo de f¨®mula 1, al regreso se afianza m¨¢s en m¨ª el convencimiento de que, a pesar de las apariencias adversas en este arriesgado deporte, tenemos grandes posibilidades de conseguir un futuro campe¨®n.Bien es cierto que nuestra industria no est¨¢ todav¨ªa aa en disposici¨®n de crear la t¨¦cnica que se requiere para la producci¨®n de autom¨®viles competitivos en esta dif¨ªcil especialidad y que, l¨®gicamente, han de pasar muchos a?os antes de poder pensar en hacerlo. Pero en el mismo caso se encuentran otras naciones del mundo, sin que esto sea obst¨¢culo para que sus pilotos figuren en el reducido grupo capaz de pilotar en esta modalidad reina del automovilismo.
El reciente Gran Premio de Espa?a, celebrado en el circuito del Jarama, ha demostrado recientemente c¨®mo pilotos sin experiencia alguna, por no tener ocasi¨®n de conducir estos coches, han rodado en entrenamientos a s¨®lo d¨¦cimas del dos veces campe¨®n del mundo, Emerson Fittipaldi, y esto a pesar de hacerlo en coches alquilados a precio de oro, que no eran ni con mucho, comparables a los de figuras consagradas.
Nuestra presencia en los Juegos Ol¨ªmpicos no nos depara m¨¢s satisfacci¨®n que ver c¨®mo otras naciones se alzan con el premio al esfuerzo y a la constancia, con marcas y medallas que a nosotros, salvo alguna honrosa ocasi¨®n pasada, parecen estarnos totalmente vedadas. Pienso por eso que una peque?a parte de los 22.000 millones de pesetas que en los ¨²ltimos seis a?os el Estado lleva invertidos a trav¨¦s de la DND, para obtener resultados deportivos que de ning¨²n modojustifican tales cantidades, podr¨ªa muy bien haberse dedicado a fomentar tambi¨¦n el automovilismo, en cuya industria trabajan 96.000 personas de un modo directo, 864.000 de modo indirecto y en el que las ventas brutas alcanzan la important¨ªsima cifra de 115.547 millones de pesetas.
Algunas de nuestras m¨¢s importantes marcas de autom¨®viles, justo es mencionarlo, han realizado un gran esfuerzo, que ha permitido el hasta ahora t¨ªmido desarrollo de las competiciones automovil¨ªsticas. De ah¨ª, que alguno de nuestros j¨®venes pilotos apunte como firme promesa de futuro. Pero tambi¨¦n es cierto, que la hasta ahora torpe gesti¨®n de la federaci¨®n correspondiente y el total abandono econ¨®mico, por parte del Estado, han hecho imposible pensar, por el momento, en la posibilidad de medirnos en condiciones de igualdad al nivel mundial.
El joven espa?ol generalmente refractario a las disciplinas atl¨¦ticas, suele aceptar, en muchos casos, movido por la pobreza y el af¨¢n de fama y fortuna, profesiones en las que el riesgo y el dinero caminan juntos: ah¨ª est¨¢n nuestros toreros, aunque no pueda ¨¦ste considerarse deporte, y sobre todo, el caso de nuestro seis veces campe¨®n del mundo de motorismo. Angel Nieto arranc¨® de niveles econ¨®micos m¨¢s bajos, y sin m¨¢s ayuda que su valent¨ªa y tenacidad ha demostrado que se puede llegar muy lejos, tanto que s¨®lo el 14 veces campe¨®n del mundo, Agostini, le supera en t¨ªtulos.
Ahora m¨¢s que nunca, y con motivo de estas Olimpiadas, quiz¨¢ sea tiempo de darnos cuenta que faltan figuras en un deporte que apasiona a miles de aficionados. Tanto o m¨¢s que las haza?as de los supermimados Kubala boys, los cuales, por otro lado y dicho sea de paso, no nos deparan muchas alegr¨ªas.
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