Santander y Osorio

Perm¨ªtame que con la objetividad que me confiere y que a buen seguro tambi¨¦n reconocer¨¢ usted, de haber sido uno de los apoderados de los se?ores procuradores que en su d¨ªa ?barrieron? al se?or Osorio, le exprese mi desacuerdo por relacionar gestiones desafortunadas con reelecciones o no reelecciones en las Cortes franquistas. Los mecanismos eran muy otros que los que son de recibo en las democracias con las que ahora pretendemos ,homologarnos. Me consta, no obstante, que el se?or Osorio ?procur¨®? para su provincia natal algunas realizaciones y trat¨® de llevar adelante otra muy importante, el famoso ferrocarril, y no consigui¨® poner de acuerdo a las fuerzas vivas de Cantabria que exig¨ªan una soluci¨®n maximalista frente a la propuesta del se?or Osorio.En la campa?a electoral previa a aquellas elecciones, en las que fue ?barrido? el se?or Osorio, se tergiversaron las cuestiones de tal manera que no parec¨ªa sino que los contrarios eran los candidatos de Coordinaci¨®n Democr¨¢tica, y el se?or Osorio el representante de la m¨¢s abyecta reacci¨®n.

.Finalmente, para qu¨¦ seguir cans¨¢ndole, y cansando a sus lectores, cuando en la reciente votaciori para la reforma de algunos art¨ªculos del C¨®digo Penal el se?or procurador que en su d¨ªa ?barri¨®? al se?or Osorio, vot¨® en contra de la ley y no, como hubiera sido l¨®gico, en un candidato que se proclam¨® dem¨®crata y liberal, por encontrar dicha ley demasiado alicorta.