En baloncesto, rotundo triunfo USA

No hubo color en la final de baloncesto. Estados Unidos se impuso de una manera rotunda a Yugoslavia y visto el desarrollo del juego no cabe poner peros a los triunfadores. Estados Unidos jug¨® al ritmo del encuentro con Italia y Yugoslavia se desconcert¨® como ante Checoslovaquia en Hamilton. De salida, los norteamericanos pusieron en el marcador un 10-0, y a partir de ah¨ª ya no hubo forma de que los balc¨¢nicos reaccionasen con fuerza.El equipo de Estados Unidos realiz¨® un baloncesto mezcla de diablura circense y practicidad tanto en el lanzamiento a canasta como en los rebotes. Los yugoslavos, sorprendidos desde el inicio, fallaron repetidas veces en la defensa, y lo que es peor, cuando lograron en el segundo tiempo reducir la diferencia a 10 puntos se mostraron poco finos bajo los aros.

Los estadounidenses marcaron bien a Cosic, y aunque Dalipagic se convirti¨® en el segundo m¨¢ximo anotador del encuentro, la anulaci¨®n del gigante del equipo se acus¨®. Phil Ford, un base, salvando las distancias, a lo Cabrera, condujo a su equipo de forma admirable. Ford bota el bal¨®n repetidas veces ante un adversario, entretiene el juego y de pronto sale embalado hacia la bombilla y unas veces lanza ¨¦l mismo o con un quiebro descoloca a la defensa y entrega a un compa?ero solitario bajo la canasta. Adrian Dantley, la otra figura destacada del partido, se anot¨® 30 puntos y su seguridad es pasmosa. Los estadounidenses lanzaron poco desde la media distancia, lo que quiere decir que se encontraron con m¨¢s facilidades de las previstas en la zona. Los campeones impusieron constantemente su ritmo y en ning¨²n momento se not¨® el movimiento del banco. El conjunto actu¨® sin fisuras. A los seis minutos y medio el marcador ya registraba un 40-20 y la diferencia anduvo casi hasta el final del primer per¨ªodo entre 17 y 20 puntos. Los balc¨¢nicos reaccionaron un poco y se fueron al descanso con s¨®lo 12 puntos en contra (50-38).

El momento m¨¢s feliz para los yugoslavos se produjo cuando lograron una diferencia de 10 puntos, pero fue en ese momento cuando sus deficiencias se pusieron m¨¢s de relieve. Lanzados hacia la cesta adversaria descuidaron la defensa y propiciaron las anotaciones americanas en los contragolpes. De otra parte, canastas cantadas no llegaron a convertirse y los rebotes fueron casi todos para los negritos USA. Ni siquiera Cosic pudo aprovechar su estatura para luchar por las pelotas de canasta.

Kikanovic y Buckner tuvieron un peque?o incidente a consecuencia del cual el americano le tom¨® finalmente el pelo. Kikanovic se veng¨® poni¨¦ndole el bal¨®n detr¨¢s de la cabeza en un extra?o abrazo. Buckner se dedic¨® en los ¨²ltimos momentos a anunciar el triunfo y cuando tom¨® el bal¨®n a pocos segundos del final se limit¨® a botarlo repetidamente mientras el p¨²blico contaba. Los yugoslavos ni siquiera acudieron a disputar esta pelota. 95-74 fue un resultado justo, pero excesivo en su diferencia para una final ol¨ªmpica. Los sovi¨¦ticos, los grandes derrotados de este torneo, obtuvieron la medalla de bronce al derrotar a Canad¨¢ por 100-72. Alexander y Sergei Belov fueron los m¨¢ximos anotadores, con 23 y 22 puntos, respectivamente, por los ganadores, y Robinson sum¨® 24 en el bando de los vencidos. Tollestrup se conform¨® esta vez con 17.