Espa?oles en la Olimpiada
Como profesora de Educaci¨®n F¨ªsica, con conocimiento e inquietudes por mi profesi¨®n, querr¨ªa que la sociedad espa?ola se enterase de una vez y para siempre de que los resultados que est¨¢n obteniendo nuestros representantes en Montreal, no pueden ser otros, si tenemos en cuenta que somos un pa¨ªs en el cual los ni?os y ni?as, de acuerdo con la vigente ley de Educaci¨®n, comienzan su preparaci¨®n f¨ªsica a los catorce a?os: justamente a la edad en que Nadia Comaneci ha ganado cinco medallas de oro.Nadia, como sus compa?eros rumanos, rusos, alemanes, etc., ha recibido diariamente ense?anzas de Educaci¨®n F¨ªsica, impartidas por un profesorado excepcionalmente competente, desde la etapa de educaci¨®n preescolar. L¨®gicamente, a los catorce a?os, los chicos y chicas bien dotados pueden obtener en la especialidad elegida los resultados m¨¢s ¨®ptimos.
En nuestro pa¨ªs, por el contrario, no s¨®lo no se imparten ense?anzas de Educaci¨®n F¨ªsica diariamente ni en los centros de EGB, ni en los de Bachillerato, sino que, hasta la repetida edad de catorce a?os, esta disciplina entra en el ¨¢rea de las ense?anzas globalizadas y est¨¢ a cargo, por consiguiente, de un profesorado que no goza de la preparaci¨®n adecuada para iniciar a los alumnos en esta materia en una etapa de fundamental importancia para conseguir un perfecto desarrollo fisico.
?No creen ustedes que si desde los primeros cursos de EGB, que es la m¨¢s importante para la formaci¨®n integral del individuo, se impartiera la Educaci¨®n F¨ªsica por un profesorado verdaderamente especializado, tambi¨¦n nosotros podr¨ªamos alcanzar metas tan altas como las de los dem¨¢s pa¨ªses?
Pero esas metas no podr¨¢n alcanzarse hasta que, tanto el Estado como la sociedad, no tengan clara conciencia de la importancia de esta faceta de la educaci¨®n.
Esta falta de concienciaci¨®n es tambi¨¦n la ra¨ªz de otros dos graves problemas: la carencia de instalaciones adecuadas y la poca consideraci¨®n social del profesorado.
En efecto: por una parte, los organismos del Estado, al planificar la construcci¨®n de centros de ense?anza, se olvidan de un modo casi absoluto de las instalaciones indispensables para que tenga un m¨ªnimo de eficacia la ense?anza de la Educaci¨®n F¨ªsica.
En cuanto al segundo de los problemas rese?ados, el m¨¢s importante para m¨ª, como profesora, es triste tener que se?alar que todas las gestiones realizadas por el organismo del que depende directamente este profesorado, tanto para conseguir la reconsideraci¨®n de planificaci¨®n de esta disciplina en los diferentes niveles de ense?anza, como el reconocimiento de la titulaci¨®n profesional, han carecido de resultados efectivos. Y eso a pesar de que -y me consta de un modo muy directo- han sido planteadas con s¨®lidos argumentos y con repetida insistencia en uno y otro caso.
Partiendo de estas bases, ?c¨®mo podemos pretender conseguir medallas en las olimp¨ªadas?
Profesora de Educaci¨®n F¨ªsica.
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