"Los brit¨¢nicos vemos con esperanza el camino de Espa?a hacia la democracia"
Jeremy Thorpe, el hombre que consigui¨® subir la cota de credibilidad electoral del Partido Liberal brit¨¢nico de un mill¨®n de votos a seis en las ¨²ltimas elecciones generales, tuvo que dimitir en mayo pasado tras recibir acusaciones de haber mantenido relaciones sexuales con un modelo masculino. En estos momentos es portavoz liberal para Asuntos Exteriores. En su despacho de la C¨¢mara de los Comunes convers¨® con nuestro corresponsal en Londres, , sobre la situaci¨®n espa?ola, su provecho democratizador, la uni¨®n europea, Irlanda y, en fin, sobre el sistema electoral brit¨¢nico, cuya reforma fue el caballo de batalla durante los nueve a?os que Thorpe dirigi¨® la pol¨ªtica de los liberales de Gran Breta?a.
?Nosotros, los brit¨¢nicos, vemos con esperanza que Espa?a camina con paso lento pero seguro hacia la democracia total. Espero que la amnist¨ªa, que se tiene que conceder, y la legalizaci¨®n de todos los partidos pol¨ªticos, completen el proceso sin los traumas que han tenido que pasar sus vecinos los portugueses?.Las palabras son de Jererny Thorpe, portavoz del Partido Liberal brit¨¢nico para Asuntos Exteriores. Nos habla en su despacho de la Casa de los Comunes, rodeado de fotograf¨ªas que relatan su activ¨ªsima ¨¦poca de l¨ªder de su partido. Desde una silla giratoria que hace un ruido incre¨ªble, nos mira atentamente cada vez que le preguntarnos y a su vez ¨¦l nos pregunta sobre Espa?a. En la tarde de nuestra entrevista iba a recibir en el mismo despacho a los liberales espa?oles de la Ezquerra Democr¨¢tica de Catalu?a y del Partido Democr¨¢tico Popular. Suponemos que a ellos les dir¨ªa lo mismo que a nosotros sobre el que parece ser el tema m¨¢s conflictivo de la actualidad espa?ola.
?Yo creo que la legalizaci¨®n del Partido Comunista es necesaria. Lo peor que se puede hacer con un partido pol¨ªtico es prohibirlo. Nosotros nunca hemos prohibido el Partido Comunista y quiz¨¢ por eso es el m¨¢s d¨¦bil de Europa. Si hubiera ma?ana una elecci¨®n general, el Partido Comunista brit¨¢nico, sin duda alguna, no obtendr¨ªa ni un solo esca?o en el Parlamento?.
Con respecto al comunismo europeo en general, Thorpe opina que ?Italia es la gran inc¨®gnita. ?Puede un Gobierno ser comunista y apoyar al mismo tiempo la idea de la OTAN? En cualquier caso, hay que mirar la llegada de los comunistas al poder en Italia como una posibilidad. A m¨ª no me gusta la perspectiva, pero reconozco que Italia no puede seguir teniendo un Gobierno minoritario que tenga que verse obligado a dimitir a cada momento?.
La conexi¨®n del portavoz liberal para Asuntos Extranjeros con Espa?a es vieja. En 1959 estuvo a punto de ir a nuestro pa¨ªs para intervenir en favor de una serie de intelectuales que hab¨ªan sido encarcelados sin juicio previo. Ha estado alguna vez en Madrid. ?En una ocasi¨®n me perd¨ª en el Museo del Prado y me encontr¨¦, solo, durante varias horas, con la obra magn¨ªfica de Vel¨¢zquez. La pintura espa?ola es sensacional y en Gran Breta?a tenemos varios ejemplos de ello. Desgraciadamente, no leo espa?ol y poco puedo decir de la literatura que se hace en su pa¨ªs?.
Una Espa?a democr¨¢tica, en una Europa democr¨¢tica
De nuevo sobre la presencia pol¨ªtica espa?ola en la actualidad internacional, Thorpe dice que espera ver ?una Espa?a democr¨¢tica dentro de una Europa democr¨¢tica. Reconocemos que el proceso no puede culminar de la noche a la ma?ana, pero espero que ustedes consigan cumplir una tarea m¨¢s positiva que la que hasta ahora han llevado a cabo los portugueses. En cuanto a la integraci¨®n de Espa?a en el Mercado Com¨²n, estoy de acuerdo con la resoluci¨®n de la Asamblea Europea en el sentido de que tal entrada s¨®lo ser¨¢ posible cuando se ultime el proceso del que hemos venido hablando?.
Jeremy Thorpe (Londres, 1929) fue l¨ªder de su partido durante nueve a?os. En mayo tuvo que dimitir, presionado sobre todo por la prensa y por algunos de sus colegas, tras las declaraciones de un modelo masculino que alegaba haber tenido relaciones sexuales con ¨¦l, quince a?os antes. La campa?a fue may¨²scula y obviamente exagerada. La conducta de los que criticaron a Thorpe, dentro y fuera de su partido fue, como se?al¨® un semanario de centro izquierda, el ?New Statesman?, ?la m¨¢s antiliberal de los ¨²ltimos a?os de la historia brit¨¢nica?.
Thorpe finalmente dimiti¨® ?porque yo no puedo llevar a cabo las tareas que me exige el liderazgo si al mismo tiempo tengo que gastar mis energ¨ªas desmintiendo lo que dice la prensa sobre m¨ª?.
As¨ª, el Partido Liberal perdi¨® a un l¨ªder que hab¨ªa conseguido que seis millones de brit¨¢nicos votaran por los liberales en las ¨²ltimas elecciones. Cuando Thorpe comenz¨® a dirigir el partido, ¨¦ste s¨®lo contaba con algo m¨¢s de un mill¨®n de votos. Su presencia en el Parlamento era min¨²scula: el Liberal fue llamado en un tiempo ?el partido del taxi? porque sus diputados cab¨ªan en un autom¨®vil de servicio p¨²blico. Ahora hay en el Parlamento trece diputados liberales. ?Como usted sabe, nosotros en Gran Breta?a tenemos un extraordinario sistema electoral que espero que ustedes no copien en Espa?a. Por culpa de ese sistema, nuestra presencia en el Parlamento sigue siendo tan min¨²scula. En 1970 conseguimos dos millones de votos. En febrero de 1974 alcanzamos cuatro millones m¨¢s, y eso se reflej¨® en que conseguimos tan s¨®lo tres esca?os m¨¢s en el Parlamento. Hemos luchado por cambiar ese sistema, pero hasta que no logremos abolirlo tendremos que conformarnos con ¨¦l, tal como es en este momento?.
Europa, con una sola voz
La falta de representaci¨®n parlamentaria de los liberales brit¨¢nicos los reduce ?a marcar el paso en una serie de hechos pol¨ªticos trascendentales. Por ejemplo, nosotros fuimos el primer partido pol¨ªtico que se mostr¨® favorable a la entrada de Gran Breta?a en el Mercado Com¨²n: fuimos los primeros en sugerir que deb¨ªan devolverse los poderes parlamentarios a Escocia y Gales, dos regiones que le presentan a Inglaterra problemas parecidos a los que en Espa?a presentan vascos y catalanes, abogamos por la coparticipaci¨®n de los trabajadores en la industria; hemos luchado por una Europa unida.... y en general hemos expresado nuestro punto de vista liberal en la mayor parte de los asuntos de actualidad a los que se ha enfrentado nuestro pa¨ªs.
La ausencia de un sistema de representaci¨®n proporcional ha alejado a los liberales de los c¨ªrculos del poder y los ha convertido en un ?banco de ideas? del que se han aprovechado, sobre todo, los laboristas. ?Bajo este sistema electoral -recalca Thorpe-, usted puede obtener un gran n¨²mero de votos en todo el Reino Unido, pero encontrar¨¢ que otro grupo pol¨ªtico, cuya influencia est¨¢ concentrada en una sola regi¨®n como el Ulster o Escocia, tendr¨¢ m¨¢s miembros en el Parlamento con muchos menos votos a sus espaldas. Definitivamente,el nuestro noesun sistema democr¨¢tico?.
La presi¨®n de los liberales ha conseguido que ese sistema electoral se cambie al menos en Irlanda del Norte. Ahora tienen la esperanza de que Escocia y Gales posean unas asambleas en las que se sienten los parlamentarios seg¨²n el n¨²mero total de votos que obtengan sus partidos. Finalmente, creen, nos dice Thorpe, que si el Parlamento Europeo se elige en 1980 seg¨²n la teor¨ªa de la representaci¨®n proporcional que ellos demandan, ?Inglaterra tendr¨¢ tambi¨¦n que seguir el ejemplo?.
Una vez conseguida esa ?revoluci¨®n?, lo que los liberales quieren, afirma su ex l¨ªder, es ver a Gran Breta?a convertida en una especie de Estado federal, con una C¨¢mara de los Comunes reducida a la mitad y preocupada tan s¨®lo por los asuntos generales de la econom¨ªa, la defensa y los asuntos exteriores. ?Queremos ver que se le dan poderes reales a las diez regiones principales del pa¨ªs, queremos que se cambie toda la estructura de poder y que Gran Breta?a pase a ser gobernada como se gobiernan ahora Alemania, Australia o Canad¨¢?.
Con Giscard d'Estaing est¨¢ de acuerdo el portavoz liberal para Asuntos Exteriores en que ?ya es hora de que Europa hable con una sola voz respecto a los principales problemas pol¨ªticos del momento?. ?Me gustar¨ªa ver un punto de vista comunitario en relaci¨®n a Oriente Medio, a Africa del Sur, etc¨¦tera. En definitiva, creo que Europa se ha preocupado demasiado hasta ahora de se?alar sus necesidades econ¨®micas y se ha olvidado de desarrollar sus criterios pol¨ªticos, en otro orden de cosas, creo que los integrantes del Mercado Com¨²n debemos evitar la construcci¨®n de ejes de poderosos y de d¨¦biles en el seno de la CEE. Las alianzas franco-brit¨¢nico-germanas pueden desembocar en la creaci¨®n de la Europa de los tres grandes y de los seis peque?os y ese es un riesgo?.
Jeremy Thorpe piensa que el papel que los liberales pueden jugar en la construcci¨®n de una ?Europa unida? es muy importante. ?La confederaci¨®n de partidos libera.les de la Comunidad Europea tiene una gran fortaleza, porque hasido la primera asamblea de esta clase que se cre¨® en el continente. Los liberales estamos adem¨¢s representados en casi todos los Gobiernos de los pa¨ªses que integran la CEE?.
Thorpe hizo campa?a por conseguir que el pueblo brit¨¢nico se decidiera por integrarse completamente en Europa. ?La decisi¨®n fue sabia. Lo que ha sido una l¨¢stima es que nosotros no nos integr¨¢ramos desde que se firm¨® el tratado de Roma?.
Thorpe es un liberal en activo desde los diecisiete a?os.
??Que si yo creo que la de Gran Breta?a es todav¨ªa una sociedad liberal? Yo pienso que s¨ª, aunque hay amer¨ªazas. Una de ellas es el creciente poder¨ªo de los sindicatos, que pueden poner y quitar Gobiernos. Otra amenaza es la excesiva interferencia del Gobierno en los asuntos de los ciudadanos. Pero a¨²n hay derecho a oponerse, a criticar y a protestar. Esos son los fundamentos de una sociedad liberal?.
El viejo problema de Irlanda
?Yo no s¨¦ -dice tambi¨¦n Thorpe- si esta es una sociedad cansada. Lo que s¨ª es cierto, es que es cada vez m¨¢s materialista. La debilidad de la libra ha obligado a los brit¨¢nicos a pensar obsesivamente en el dinero. En otro terreno, la brit¨¢nica es una sociedad culturalmente muy viva. La cantidad de festivales que se celebran en el pa¨ªs, el inter¨¦s creciente por la m¨²sica y por el teatro, son signos de indudable vitalidad?.
Jeremy Thorpe no encuentra soluci¨®n inmediata para el problema de Irlanda del Norte. ?Me parece que nuestra obligaci¨®n es la de mantener las tropas all¨ª. Personalmente, me gustar¨ªa ver una Irlanda unida, pero s¨¦ que eso es imposible si la mayor¨ªa no lo quiere?. Cuando hablamos, en su despacho, alguien le trae la noticia del asesinato del embajador brit¨¢nico en Dubl¨ªn. El portavoz para Asuntos Exteriores de los liberales tuvo que preparar una declaraci¨®n de condena. T¨ªpicamente brit¨¢nico volvi¨® por donde ¨ªbamos y nos dio una ¨²ltima opini¨®n: "Creo que uno de los m¨¢s graves problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad es el del racismo, agravado por la presencia de un partido pol¨ªtico, el National Front, que crece en importancia. El desempleo es el factor que ha hecho que las relaciones con los Inmigrantes resulten cada vez m¨¢s dif¨ªciles en este pa¨ªs".
Da la mano con fortaleza, nos acompa?a hasta el ascensor y se queda entre los papeles de su nuevo empleo. El portavoz para Asuntos Exteriores del Partido Liberal, Jeremy Thorpe, ha comenzado otra etapa pol¨ªtica y no parece ni airado, ni triste, ni harto. Parece m¨¢s bien una r¨¦plica m¨¢s vieja de aquel joven liberal de diecisiete a?os que lleg¨® a ser l¨ªder de su partido y que finalmente result¨® v¨ªctima de la contradicci¨®n que a veces existe entre la palabra liberal y la puesta en pr¨¢ctica de ese concepto. Gran Breta?a, de todos modos, piensa ¨¦l, sigue conservando el gusto por la libertad individual, por el ?laissez faire, laissez passer?.
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