Henry Kissinger llega hoy a Ir¨¢n
El secretario de Estado de los Estados Unidos, doctor Kissinger llegar¨¢ hoy a Teher¨¢n en donde pasar¨¢ dos d¨ªas. Ir¨¢n se encuentra ae tualmente en negociaciones con Norteam¨¦rica para adquirir ocho reactores nucleares y cientos de aviones de combate.Kissinger se entrevistar¨¢ ma?ana con el sha en la residencia imperial de Nowshahar, a orillas del Caspio, y el s¨¢bado asistir¨¢ a la reuni¨®n de la comisi¨®n norteamericana-iran¨ª de econom¨ªa, junto con el ministro iran¨ª, Hushang Ansari.
A principios de este a?o el sha entabl¨® negociaciones con cierto n¨²mero de empresas petrol¨ªfera para tratar del cam,bio de petr¨®leo por armas. Las conversaciones en este sentido se encuentran muy adelantadas.
Recientemente, el sha critic¨® a los Estados Unidos por lo que consideraba corno ?garant¨ªas innecesarias? pedidas por Washington para la venta de ocho centrales nucleares, hace dos a?os. Debido a ello, el trato, que representa un va lor de 9.000 millones de d¨®lares qued¨® en suspenso hasta ahora.
El primer cliente
Adem¨¢s, la venta de estos reac tores a un pa¨ªs que, por lo dem¨¢s est¨¢ dedicado activamente a la compra de armas y que mantien una pol¨ªtica interior muy autorita na, no fue bien vista por las autoridades norteamericanas que, de acuerdo con la Uni¨®n Sovi¨¦tica tratan de limitar en general la venta de plantas nucleares a naciones que, pese a no tener un elevado grado de desarrollo, pueden llegar a disponer de armas at¨®micas en tiempo relativamente breve.Este problema de la ?reconversi¨®n nuclear? es el que recientemente se observa en Israel y en la India y que sepuso de manifiesto por la venta de plantas de este tipo -juzgada como ?muy imprudente? por USA- de Francia a Sud¨¢frica.
Documentos recienternente descubiertos (ver EL PAIS del pasado d¨ªa 3) demuestran que la pol¨ªtica iran¨ª respecto a los armamentos no solamente sigue adelante, sino que permiti¨® que el pa¨ªs figurase como el primer cliente de los Estados Unidos en este cap¨ªtulo. Efectivamente, en el espacio de cinco a?os y gracias, al parecer, al especial impulso de la Administraci¨®n Nixon, Ir¨¢n llegar¨ªa a comprar el m¨¢s sofisticado y caro armamento por valor de unos 10.000 millones de d¨®lares.
En el mundo pol¨ªtico norteamericano empezaron a surgir inquietudes por la amplitud die la provisi¨®n de armas a Ir¨¢n, al mismo tiempo que en el temario electoral y principalmente por la iniciativa del candidato dem¨®crata, Jimmy Carter, se introdujo la necesidad de que los Estados Unidos reduzcan su tr¨¢fico ?nternacional de armas.
Por su parte, el Senado declar¨® en un informe publicado el 1 de agosto, que las ventas de armas a Ir¨¢n alcanzaron un nivel inquietante, y la presencia de t¨¦cnicos civiles y de ?consejeros? de los Estados Unidos, cada vez m¨¢s numerosos, podr¨ªa crear una situaci¨®n potencialmente peligrosa.
Seg¨²n este informe, hab¨ªa en Ir¨¢n 24.000 funcionarios norteamericanos en el a?o 1972 y podr¨ªa alcanzarse los 60.000 si el incremento prosigue. Si es verdad que las autoridades USA comienzan a mostrarse un poco reticentes, tambi¨¦n parece ser que el sha pretende forzarles la mano. Es decir, recurrir a los mecanismos econ¨®micos directos para lograr que el aprovisionamiento contin¨²e. Esto explica que el sha quiera cambiar petr¨®leo por armas, tratando sin intermediarios con las compa?¨ªas petrol¨ªferas.
En cualquier caso, la posici¨®n negociadora de Ir¨¢n sigue siendo fuerte. No s¨®lo por su importancia en la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP), sino tambi¨¦n por su situaci¨®n estrat¨¦gica de muro de contenci¨®n de la URSS.
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