Yugoslavia releg¨® a Espa?a a la lucha por el bronce
Espa?a no estar¨¢ en la final de estos s¨¦ptimos campeonatos de Europa junior que hoy tocan a su fin. Y el que hoy no pueda luchar por el oro no hay que achacarlo a los jugadores de nuestra selecci¨®n que ayer pusieron toda la carne en el asador por conseguirlo, pero enfrente estaba Yugoslavia, que no es ninguna perita en dulce para tenerlo delante. Los espa?oles, que se permitieron el lujo durante mucho tiempo de mandar en el marcador -aunque con ventajas cortas- habr¨¢n de conformarse con el bronce si es que ¨¦ste llega como fruto de una victoria en el encuentro que disputar¨¢n hoy contra Bulgaria a las siete de la tarde y con las c¨¢maras de televisi¨®n como testigos directos.Los dos equipos iniciaron el encuentro con id¨¦nticos sistemas de juego: defensa individual. Por Espa?a se encargaban de hacerlo Garayalde, Costa, San Epifanio Romay y L¨®pez Iturriaga. Yugoslavia, por su parte, opon¨ªa a Stankovic, Bavlicevic, Brboric, Maric y Vukosav1gevic. Los chicos de Pinedo salen en tromba y merced a la racha encestadora inicial de San Epifanio se ponen a los dos minutos de juego en un 8-2 que hac¨ªa concebir muchas esperanzas.
Stanic, entrenador yugoslavo, solicita en ese momento su primer tiempo muerto para serenar el juego de los suyos y buscar la forma de reducir diferencias en el marcador. La estrategia le da el fruto apetecido y a los siete minutos la ventaja se ha reducido a s¨®lo dos puntos (14-12). Juan Carlos L¨®pez y Querejeta toman las plazas de Garayalde y Romay, respectivamente, mientras Maric -reemplazado con anterioridad por Bogolasiev-hace lo propio con Stankovic en el bando yugoslavo.,
Los cambios favorecen a Espa?a, que vuelve a despegarse en el marcador hasta conseguir una ventaja de siete puntos cuando el reloj se?alaba justo la mitad de la primera parte. La igualada a 22 llega dos minutos m¨¢s tarde, y tres despu¨¦s, los yugoslavos se adelantan por primera vez en el partido (26-28).
Con alternativas en el marcador y cambios constantes en ambos conjuntos se llega al descanso con 38-36 para Espa?a, gracias al enceste de Juan Carlos L¨®pez sobre el sirenazo que marcaba el final de la primera parte.
En cuatro minutos se escap¨® la final
La segunda parte se mantuvo igualada justo hasta el minuto once: 58-56 para Espa?a. Los dos entrenadores cambiaban mucho el cinco que actuaba, pero ninguno consegu¨ªa fruto de cara al marcador. Lleg¨® entonces el ya mencionado minuto 11 al que siguieron otros cuatro que fueron fat¨ªdicos para los hispanos. En este intervalo se concedi¨® una canasta al equipo yugoslavo que no lleg¨® a entrar por tocar un jugador espa?ol la red. Como consecuencia de esta jugada se pit¨® la t¨¦cnica al banco y el equipo de Pinedo pareci¨® desplomarse.Fueron dos jugadas que supusieron tres puntos decisivos, porque se pas¨® del 58-56 al 60-67 para los yugoslavos en el minuto 16. Luego, Espa?a lo intent¨® todo, pero a Yugoslavia le bast¨® con mantener el marcador y aprovechar los fallos que el ataque a la desesperada provoc¨® en los jugadores espa?oles.
As¨ª se lleg¨® al final con 68-78 que hemos de considerar justo a tenor de lo que jugaron los dos equipos. No se puede echar la culpa a nada ni a nadie, ni a los ¨¢rbitros que empezaron algo caseros, ni tampoco al t¨®pico de la mala suerte. Espa?a contaba con todo a su favor y con un p¨²blico volcado con sus colores, pero le falt¨® saber para superar al adversario. Solamente hay una realidad: Yugoslavia fue superior a Espa?a, cuyos jugadores se vieron impotentes para frenar a los contrarios en los momentos decisivos del encuentro.
Destacaron por los yugoslavos Brboric, como anotador, y VukosavIgevic, como director de juego. Entre los espa?oles, s¨®lo a r¨¢fagas San Epifanio y L¨®pez Iturriaga.
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