En 1976 no coincidir¨¢n las fechas de los Festivales de San Sebastian y Sitges

Los lectores de esta secci¨®n han tenido puntual noticia de los avatares de la XI edici¨®n del Festival Internacional de Jazz de San Sebasti¨¢n y un apunte o esbozo del primer Festival de Jazz de Sitges. Al que esto escribe le hubiera gustado estar presente en ambos acontecimientos, pero el don de la ubicuidad a¨²n no me ha sido concedido, aunque los que comentarnos los aconteceres del mundo del jazz nos vamos a ver urgentemente obligados a reclamarlo por cuanto este verano, y s¨®lo en Europa, ha habido (y muchos de ellos han coincidido) m¨¢s de 25 festivales.La coincidencia entre los eos festivales espa?oles anteriormente citados, a la que hay que a?adir las 4 Horas de Jazz de Badalona, aunque aparentemente sea absurda, tiene una cabal explicaci¨®n. Y al ofrec¨¦rsela a ustedes entramos en el temible, esot¨¦rico e insondable mundo del show-business. Lo ideal es contratar a los m¨²sicos que est¨¢n en gira por Europa por el simple motivo de que sale mucho m¨¢s barato, ya que el m¨²sico rebaja sus precios habituales si va a dar muchos conciertos en un corto y apretado programa que no le ocupe un gran margen de tiempo. Por ejemplo: Herbie Hancock cobr¨® por actuar en San Sebasti¨¢n unas 300.000 pesetas, lo que se comprende si se piensa que en el plazo de mes y medio iba a dar 37 conciertos. Adem¨¢s, los gastos de desplazamiento son mucho menores, ya que la distancia entre las ciudades es inferior (son varias actuaciones en un mismo pa¨ªs, no hay que cruzar cada vez el oc¨¦ano, etc.), y por ¨²ltimo, y no es lo menos importante, se contrata globalmente con un solo y ¨²nico manager en lugar de tener que luchar con el particular de cada m¨²sico.

Traer grupos directamente de Estados Unidos para un solo festival es prohibitivo, adem¨¢s, porque el m¨²sico de jazz ya no es itinerante: se ha hecho sedentario y perezoso se ha organizado de manera espl¨¦ndida y minuciosa y no se desplaza as¨ª como as¨ª para un ¨²nico concierto, a no ser que el precio que se le abone sea realmente suntuoso. Por otra parte, en muchos casos, forma su grupo u orquesta cuando ya tiene asegurada una buena serie de actuaciones; como ejemplo suplementario, podr¨ªamos hablar del grupo que el propio y ya citado Herbie Hancock present¨® en el Festival de Newport-New York, del que en Europa s¨®lo se mantuvo el saxofonista Bennie Maupin, ya que otros grandes integrantes de aqu¨¦l (Buster Williams, Julian Priester, Eddie Henderson, Mtume), se quedaron en su pa¨ªs.

De todas maneras, hay que evitar estas coincidencias, y por mucha fuerza, proyecci¨®n futura y ¨¢nimos que tengan los organizadores de la Mostra de Jazz de Sitges, pienso que en la elecci¨®n de fechas tienen que respetarla tradici¨®n y el fecundo trabajo que lleva realizados el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n a trav¨¦s de su Centro de Atracci¨®n del Turismo en la organizaci¨®n de su festival. A EL PAIS le han asegurado fuentes bien informadas del Festival de Sitges, que el a?o que viene no se dar¨¢ esta coincidencia de fechas, y que si este a?o ocurri¨® as¨ª, ello se debi¨® ¨²nicamente a la premura de tiempo con que se organiz¨® esta edici¨®n.

Esper¨¦moslo, porque si hay pocos festivales en Espa?a (aunque esas mismas fuentes le han asegurado a este peri¨®dico que el a?o que viene habr¨¢ dos festivales m¨¢s en dos ciudades de la costa mediterr¨¢nea) y encima tienen lugar al mismo tiempo, estamos entre todos haci¨¦ndole un flaco favor a una m¨²sica que en nuestro pa¨ªs necesita toda la ayuda y el apoyo posibles, que siempre ser¨¢ poco.