El regreso de Tierno Galv¨¢n, Aranguren y Garc¨ªa Calvo
La noticia de la reposici¨®n en sus c¨¢tedras de los profesores Tierno Galv¨¢n, L. Aranguren y Garc¨ªa Calvo me ha llenado de alegr¨ªa. Pero mi alegr¨ªa tiene un agudo punto de amargura y supongo que no me sucede s¨®lo a m¨ª. En el verano de 1966 muchos docentes universitarios asist¨ªamos con impaciencia al injusto proceso de apartamiento de la Universidad de los citados maestros. Por entonces ense?aba yo Historia de la Filosof¨ªa Contempor¨¢nea en la secci¨®n de Filosof¨ªa de la Facultad de Letras de la Universidad de Barcelona. Colega y amigo de J. M. Valverde, tuve el honor de que me hiciera compartir las razones de su dimisi¨®n, llevada a t¨¦rmino pocos d¨ªas despu¨¦s. Catedr¨¢tico de Est¨¦tica, poeta y traductor excepcional, Valverde era tambi¨¦n uno de los m¨¢s brillantes y hondos maestros de la Universidad barcelonesa y un compa?ero infatigable en la lucha de los alumnos por la democratizaci¨®n del Sindicato de Estudiantes. J. M. Valverde ya no ense?¨® en la Universidad el curso 1966-1967. Comenz¨® a ganarse la vida con su fino, pero duro trabajo de traductor, y m¨¢s tarde comenz¨® su exilio universitario por Estados Unidos y Canad¨¢, exilio que a¨²n no ha terminado.Estoy seguro queja Universidad barcelonesa tendr¨¢ en curso alguna acci¨®n para el pronto regreso de J. M. Valverde. No lo dudo, pero no es suficiente. Es importante que los universitarios espa?oles sepamos que se est¨¢ trabajando para que Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde vuelva a la Universidad. De lo contrario, un silencio incluso bien intencionado podr¨ªa parecer falto de sensibilidad. La Universidad espa?ola, adem¨¢s de amnist¨ªa, necesita sensibilidad para el recuerdo. Y si la tiene, como en este caso no dudo, debe hac¨¦rnosla sentir. Porque as¨ª suprimir¨¢ ese punto agudo de amargura con que a muchos nos ha dejado una grata noticia.
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