La hermosa gente
Lo malo del ferragosto en Madrid es que te invita menos gente a cenar (salvo Luis Berlanga, que anoche nos invit¨® a Harguindey y a m¨ª), pero en cambio las cartas llegan lo mismo, porque la gente, la hermosa gente, parece que no se olvida de uno. Y no siempre son an¨®nimos, ya ven.Por ejemplo, el alcalde de Madrid, se?or Arespacochaga, me asegura de su pu?o y letra que, por ahora, no habr¨¢ alcalde comunista en la villa. Puede usted seguir tranquilo su veraneo, desocupado lector, que a la vuelta no se encontrar¨¢ los retratos de Lenin y Stalin en la puerta de Alcal¨¢, como en la famosa foto. La m¨ªtica Victoria Kent me escribe muy amable desde Nueva York. La que no me escribe es Pitita. Debe andar muy atareada con la nueva desgracia que ha asolado Filipinas.
Heleno Sa?a, buen y viejo amigo del Gij¨®n, me escribe desde Alemania (Occidental) y me env¨ªa un recorte de El Europeo donde habla de m¨ª como de un francotirador. Lo malo de los francotiradores, querido Heleno, es que no tenemos jubilaci¨®n. En un an¨®nimo, la lista de presuntos sobornados de la Lockheed. Doce nombres, casi todos conocidos. No est¨¢ el m¨ªo. ?Ay, Jes¨²s, qu¨¦ alivio!
Y Crist¨®bal Halffter, desde Villafranca del Bierzo, tierra leonesa que amo y de la que me echaron. (Ahora me llaman otra vez.) Crist¨®bal debe estar veraneando en Villafranca. Aqu¨ª todo dios veranea menos el cronista. Adem¨¢s de no tener jubilaci¨®n, los cronistas francotiradores no tenemos veraneo. Dice Crist¨®bal que le ha gustado mi cr¨®nica sobre los objetores de conciencia, publicada en este peri¨®dico, y que ¨¦l tiene un himno al objetor de conciencia, que est¨¢ prohibido en Espa?a. No te desanimes, Crist¨®bal, hombre. Ahora que han autorizado las Canciones para despu¨¦s de una guerra, de Patino, es posible que autoricen lo tuyo, que al fin y al cabo es una canci¨®n para antes de una guerra. Una canci¨®n para no ir a la guerra.
Y aqu¨ª est¨¢ el novel de siempre, siempre renovado, que me manda unos versos. Es Mario Avila, de Toledo: ?A todos los que no hab¨¦is le¨ªdo nunca un verso.? Espl¨¦ndida y ¨¢spera Espa?a, siempre erizada de poetas juveniles y desconocidos, rebeldes con causa. El maestro Aleixandre suele mantener correspondencia con ellos. Antes le escrib¨ªan mucho. Yo creo que ahora escriben m¨¢s a Camacho.
O Angel Rodr¨ªguez Ugalde, agente comercial de Bilbao, que s¨®lo quiere amistad. Hay que ser un poco la se?ora Francis de la hermosa gente que se ha salvado de cuarenta a?os de f¨²tbol y esencias. Hay que mantener un consultorio pol¨ªtico-sentimental con el personal. Un madrile?o se me queja de que no les han dado la paga del 18 de julio. Este a?o, con la desmitificaci¨®n de la fecha, ha habido mucho l¨ªo con eso de la paga. Incluso los empresarios m¨¢s triunfalistas han iniciado espont¨¢neamente la desmitificaci¨®n del 18 de julio salt¨¢ndose la paga extraordinaria al personal. Para que luego digan que la gente no est¨¢ dispuesta a olvidar.
El que no est¨¢ dispuesto a olvidar es Luis Berlanga, que durante la cena nos cont¨® su proyecto, muy original, de hacer una pel¨ªcula sobre la guerra. No lo explico, porque las pel¨ªculas en proyecto, como las bodas ya anunciadas, es mejor no explicarlas mucho, que si no a lo mejor se deshacen. Pero ser¨¢, sin duda, lo m¨¢s diferente y hermoso que se filme sobre la guerra civil, que a Luis le sigue pareciendo muy literaria. Hay otros que tambi¨¦n la encuentran muy bonita y por eso quieren repetirla. Y no en pel¨ªcula precisamente.
Bueno, luego est¨¢n las cartas de amor, porque mis jais tambi¨¦n me recuerdan y me escriben (m¨¢xime este a?o, que en Cullera no encuentran un holand¨¦s ligable ni poni¨¦ndose en top-less). Pero me ha dicho el director que mis asuntos personales los despache por otra ventanilla. As¨ª que, como dir¨ªa Larra, vuelvan ustedes ma?ana.
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