Sud¨¢frica: el momento de la verdad
La comunidad blanca de Sud¨¢frica est¨¢ dividida con respecto a la estrategia a adoptar contra la reciente y extendida ola de protestas de los negros africanos. Los radicales, que predominan dentro del Partido Nacional en el poder han reforzado la actitud intransigente del Gobierno, que a pesar de los cambios ocurridos en el Africa Austral, cree que la represi¨®n generalizada es la ¨²nica respuesta.Una importante escisi¨®n en el monolitismo blanco ha sido introducida recientemente por los industriales del Transvaal, la provincia m¨¢s desarrollada de toda Sud¨¢frica, que enviaron un memor¨¢ndum a Vorster, en el cual, entre otras enmiendas al sistema de apartheid, proponen que se les reconozca a los negros el derecho a permanecer en las zonas urbanas, que no se les considere simples trabajadores ?Inmigrantes?, y que se les ofrezcan salarios que correspondan a los servicios que prestan.
?Se trata de una transformaci¨®n de la mentalidad de los industriales sudafricanos? Nada m¨¢s lejos de ello. Esta posici¨®n ya hab¨ªa sido formulada a lo largo de todo este a?o por el grupo Harry Oppenheimer. Los industriales sudafricanos est¨¢n siendo a su vez v¨ªctimas indirectas del apartheid. Las restricciones que ¨¦ste impone a los desplazamiento y residencia de los negros, y la represi¨®n generalizada ha ocasionado una escasez de mano de obra que las industrias y a no est¨¢n en condiciones de suplir con el trabajo de africanos venidos de Mozambique.
Los privilegios de los blancos en la escala salarial y en las consideraciones administrativas han tenido como resultado que un n¨²mero considerable de blancos incapaces, por la simple raz¨®n de su color de piel, ocupan indebidamente puestos de direcci¨®n y mando, mientras negros son discriminados,
Esta posici¨®n de los industriales, transmitida al Gobierno a trav¨¦s de la C¨¢mara de Comercio de Transvaal, podr¨ªa hacer que el primer ministro, Vorster, se decida final y urgentemente a poner en pr¨¢ctica determinadas modificaciones del apartheid que le fueron sugeridas adem¨¢s por el secretario de Estado norteamericano, Henry Kisisinger, durante la reuni¨®n de ambos en Baviera en junio pasado.
La liberalizaci¨®n en Sud¨¢frica no es, sin embargo, para ma?ana, y el jefe de la Iglesia reformista holandesa, Koot Vorster, desminti¨® algunas informaciones de prensa de principios de semana, seg¨²n las cuales, al parecer, las 41 iglesias reformistas de Sud¨¢frica habr¨ªan aceptado como compatible con el sentido religioso y el derecho los matrimonios mixtos.
Esta supuesta actitud, considerada como un cambio revolucionario de la posici¨®n de las iglesias sudafricanas sobre el tema, no va a prosperar por el momento, y las altas jerarqu¨ªas han intervenido para deshacer el equ¨ªvoco, que procede de una reuni¨®n organizada a principios de agosto en Ciudad del Cabo del S¨ªnodo Ecum¨¦nico de las iglesias reformistas, en la cual, aparentemente se aprob¨® una moci¨®n condenando la intervenci¨®n de la Iglesia y el Estado en materia de matrimonio.
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