?ltimo desaf¨ªo al Vaticano de monse?or Lefebvre
El ?Papa? de Econe (Suiza), como ya se le llama a monse?or Lefebvre, antiguo obispo de Tulle, en Francia, celebrar¨¢ una misa en Lille, el pr¨®ximo d¨ªa 29, seg¨²n la liturgia antigua, a la que el mismo ha dado un car¨¢cter internacional. El hecho de consumarse, como todo parece indicarlo; constituir¨ªa el ¨²ltimo desaf¨ªo al Vaticano y el cisma, para muchos observadores, ser¨ªa inevitable.La ya c¨¦lebre misa de Lille, de un mes a esta parte, ha sido anunciada, es decir, desde que el Papa le suspendi¨® a divinis (entre otras consecuencias, le impide celebrar la misa), la ceremonia de Lille se perfil¨® como el punto culminante de la trayectoria del purpurado tradicionalista. contra la Iglesia de Vaticano II. Primero se dijo que ser¨ªa una misa privada: Despu¨¦s, el propio monse?or Lefebvre consider¨® el acontecimiento como un desaf¨ªo al Papa y anunci¨® su anulaci¨®n.
Pero he aqu¨ª que ayer, urbi et orbe, el fundador del seminario de Econe dio la orden a sus seguidores de Lille de alquilar un lugar amplio, para que pudieran asistir a la misa todos los tradicionalistas de Francia y pa¨ªses lim¨ªtrofes. Sin dudarlo, inmediatamente fue contratado el palacio de los deportes, de la feria de Lille, en el que caben 10.000 personas. Las diversas asociaciones de integristas se han movilizado. La prensa del mundo se ha movilizado. Y cada cual se pregunta por lo que va a ocurren esta misa, en lat¨ªn, el pr¨®ximo domingo.
Monse?or Lefebvre entr¨® en litigio con el Vaticano desde que, hace algunas semanas, orden¨® a varios sacerdotes en su seminario ?tradicionalista? de Econe. Hasta entonces, su nombre era desconocido para el parroquiano corriente. Despu¨¦s vino la suspensi¨®n a divinis. Se habl¨® de excomuni¨®n. El Papa parece que no estaba dispuesto a recibirlo, como deseaba el purpurado de la contestaci¨®n ultra. Entre tanto, la publicidad que se le dio al asunto en un momento dio la impresi¨®n de inspirar dudas o temores al antiguo obispo de Tulle.
Pero de repente, quiz¨¢s empujado por fuerzas con las que ni ¨¦l mismo contaba, el obispo parece dispuesto a distanciarse cada d¨ªa m¨¢s de la ortodoxia romana. Hace una semana, en una entrevista a una agencia internacional, sospechando que Pablo VI es ?modernista?, afirm¨®: ?Esto es desastroso para la Iglesia y no puedo seguirle porque no quiero contribuir a la destrucci¨®n de la Iglesia?.
Anteayer, sin embargo, seg¨²n una declaraci¨®n del cardenal de la Curia romana, monse?or Garrone, las puertas del Vaticano han estado y estar¨¢n siempre abiertas para monse?or Lefebvre, asegurando tambi¨¦n que ?el perd¨®n del Papa puede darse por descontado?. Esta reacci¨®n que muchos medios cat¨®licos hab¨ªan cre¨ªdo conveniente desde un principio, parece que ha llegado tarde, a juzgar por los hechos. La respuesta de monse?or Lefebvre, en efecto, se conoci¨® inmediatamente: alquilar el palacio de los deportes de Lille.
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