En la final, ni f¨²tbol ni represalias
La esperada final entre los dos atl¨¦ticos no respondi¨® al inter¨¦s despertado. Madrile?os y bilba¨ªnos jugaron un partido m¨¢s bien corriente, con escasas r¨¢fagas de buen juego y sin esa agresividad revanchista que morbosamente esperaba la afici¨®n. Venci¨® el equipo madrile?o por un solo gol, porque fue el ¨²nico que acert¨® en el remate y porque su juego fue, en l¨ªneas generales, superior al de su oponente.La reci¨¦n terminada edici¨®n del Carranza ha resultado un tanto decepcionante en el aspecto deportivo. Ya el cartel no promet¨ªa tanto como los de otros a?os, y el juego ha estado por debajo a¨²n de lo que cab¨ªa esperar. En l¨ªneas generales, no se ha, pasado de ver un f¨²tbol de tono medio, las palmas de tango han sonado con alguna frecuencia en los cuatro partidos y p¨²blico no ha terminado de divertirse. Si bien es cierto que, en la final, l¨®gicamente el partido estelar del torneo, los dos atl¨¦ticos no llegaron a jugar mal, tambi¨¦n lo es que no ofrecieron el espect¨¢culo esperado. Desde la disputa de la final del Villa de Madrid, se especul¨® con la posibilidad de que el partido se repitiera en el Carranza. Incluso dio la impresi¨®n de que en la jornada del s¨¢bado, los dos ¨¢rbitros parecieron inclinados a favorecer la victoria de los equipos espa?oles para que la expectativa p¨²blica no quedara defraudada.
Sin embargo, el partido no gust¨®, porque no hubo ni f¨²tbol en cantidad suficiente para convertir el encuentro en buen espect¨¢culo, ni las bastantes patadas para satisfacer el morbo de los que acud¨ªan al olor de la venganza. Los dos atl¨¦ticos se limitaron a hacer un partido de lo m¨¢s corriente, jugado al trote por todos hasta ya entrada la segunda parte y transformado luego en un acoso de los bilba¨ªnos ,en busca de la igualada y en una defensiva serena de los madrile?os.
El Atl¨¦tico mejor¨® un tanto su actuaci¨®n del s¨¢bado, tal vez por que se libr¨® de la contagiosa somnolencia de los uruguayos, en tanto que el Athletic bajaba ligeramente en comparaci¨®n con lo que hab¨ªa hecho veinticuatro horas antes con el Palmeiras. El partido entre bilba¨ªnos y brasile?os se jug¨® a un ritmo mucho m¨¢s vivo y r¨¢pido que el que disputaron Atl¨¦tico y Nacional, y de ah¨ª que el equipo de Luis mostrase un mejor funcionamiento que su rival.
Luis dej¨® fuera del equipo a Robi, que la v¨ªspera hab¨ªa sido una negaci¨®n, y coloc¨® en la media a Alberto, junto con Leal y Ayala. El tr¨ªo se movi¨® con cierta desenvoltura, a favor de la fatiga y del bajo rendimiento de sus oponentes bilba¨ªnos. El once madrile?o, as¨ª, mostraba en general una mayor cohesi¨®n y continuidad en sus acciones, y se acercaba con m¨¢s frecuencia a Zald¨²a que los bilba¨ªnos a Reina. En el minuto 35, Ayala acert¨® con un ca?onazo de lejos, un tanto casual (no es su estilo) y, en colaboraci¨®n con Zald¨²a, abri¨® el marcador. Zald¨²a es un buen portero por lo que se le ha visto en el Villa de Madrid y en el Carranza, y por otras im¨¢genes m¨¢s lejanas que tenemos de ¨¦l, pero, y a pesar de su estatura, no acierta por alto. En el Carranza ha encajado dos goles en disparos altos y en ninguno de los dos estuvo exento de culpa.
El caso es que, con colaboraci¨®n o sin ella, los madrile?os se colocaron por delante en el marcador, y despu¨¦s de insistir hasta el descanso y a¨²n en los primeros minutos de la segunda mitad en la b¨²squeda de un nuevo gol que remachase su triunfo, decidieron echarse para atr¨¢s. para aguantar simplemente el resultado y dejarse de m¨¢s complicaciones. El Athletic, al que su rival ced¨ªa voluntariamente unos metros, sac¨® a relucir sus caracter¨ªsticos af¨¢n y garra y se ech¨® encima del ¨¢rea contraria, bien movido adem¨¢s por Irureta, que se present¨® tras el descanso e hizo mejorar mucho el juego de su equipo. El Athletic, pues, presion¨® durante toda la fase final del encuentro, pero hab¨ªa en sus piernas mucho cansancio. Y aunque la voluntad de todos era vencerlo, no consiguieron evitar que se tradujera en una l¨®gica impreccisi¨®n, m¨¢s notable en los ¨²ltinios, metros, en los que toda acci¨®n debe ir mucho m¨¢s ajustada. Por eso, el Athletic, a pesar de lo mucho que lleg¨® a puerta, no pudo alcanzar el gol que le hubiera dado el paso a la pr¨®rroga y que tanto deseaba el p¨²blico gaditano, que en esta segunda mitad se Inclin¨® por el f¨²tbol de entrega de los vascos, m¨¢s espectacular y animoso que el fr¨ªo y calculador de los madrile?os. Pero ¨¦stos, m¨¢s t¨¦cnicos, un poco m¨¢s largos de fuerzas y con un gol de ventaja, supieron frenar al rival y se llevaron el Carranza con justicia, aunque este hecho no oculta la alarmante falta de forma que presentan a una semana, del campeonato.
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