En tomo a la nostalgia

?Esto es Norteam¨¦rica: una ciudad de unos cuantos miles de habitantes, en una regi¨®n de trigo, ma¨ªz, vaquer¨ªas y peque?as arboledas... Su calle Mayor es la continuaci¨®n de otras calles mayores de todas las ciudades. El relato ser¨ªa el mismo si ocurriese en Ohio, en Montana, en Kentucky... La calle Mayor es el centro de la civilizaci¨®n.?

Esta calle Mayor de Sinclair Lewis es, en el filme de Peter Bogdanovich, poco m¨¢s que una desierta carretera, sucia de papeles, barrida por el viento. Su civilizaci¨®n se reduce a un bar, un sal¨®n de billar y un cine a punto de cerrar tras de la proyecci¨®n de esa pel¨ªcula fingida que da nombre al relato verdadero. A lo largo de esa calle vac¨ªa y en torno a ella, se nos ofrece, en moteles para el amor furtivo, hogares apacibles fiestas tradicionales y alusiones a la guerra de Corea, la Am¨¦rica de los a?os cincuenta, no mirando hacia atr¨¢s con ira sino con nostalgia, con melancol¨ªa. ?Por qu¨¦ el autor de la novela y el realizador la han visto as¨ª? Porque los j¨®venes son sus protagonistas principales o, mejor decirlo, su adi¨®s a la juventud, a unos a?os que van quedando atr¨¢s entre juegos inciertos y experiencias sexuales.

Flota sobre esa calle, sobre hogares, universidad y gimnasios un aliento frustrado, patente sobre todo en los mayores, en su a?oranza de la naturaleza, de los d¨ªas gozados y perdidos. Bodganovich que en Luna de papel nos dar¨¢ m¨¢s tarde una imagen mucho menos depresiva de Am¨¦rica en los a?os de la depresi¨®n, aqu¨ª por el contrario, en un tono a menudo literario, se complace en el canto intelectual de unos a?os borrados por el paso de los nuevos tiempos. Tal tipo de a?oranzas suelen ser muy del agrado de las sociedades s¨®lidamente asentadas y por ello no es de extra?ar su ¨¦xito en la Norteam¨¦rica de los a?os setenta; a fin de cuentas se trata de una ¨¦pica particular, una epopeya que bajo su apariencia humilde, viene a decirnos como en otros filmes m¨¢s recientes que, por encima de los triunfos de la t¨¦cnica, a¨²n quedan mentes con sentido cr¨ªtico capaces de analizar su sociedad desde la ¨²ltima vuelta de ese camino real que es su calle Mayor en busca del tiempo perdido y recobrado a lo largo de hora y media.

Puede que recordando su propia juventud, huyendo de un modo a veces demasiado consciente de cualquier preciosismo, incluso del color como en Luna de papel. Peter Bodganovich ha realizado con un grupo de actores extraordinarios entre los que destacan Ben Jhonson y Cloris Leachman, no s¨®lo su m¨¢s sincero filme sino el, hasta ahora, m¨¢s maduro de los suyos, por delante no s¨®lo en tiempo sino en calidad, de otros ¨¦xitos comerciales exhibidos antes aqu¨ª por raz¨®n de sus repartos estelares. Como en el caso de unos pocos realizadores de su generaci¨®n, llegados tras la c¨¢mara desde la cr¨ªtica, su posterior consagraci¨®n definitiva ha ido dejando atr¨¢s, injustamente olvidados, t¨ªtulos como esta ?ltima pel¨ªcula llegada al fin, si no de modo an¨®nimo, s¨ª acogida a una sala de ensayo, por razones, se supone, ajenas a sus valores.