"La R¨¢pida", una loter¨ªa mafiosa que anula el cup¨®n pro ciegos
Los ciegos de M¨¢laga no vendieron el cup¨®n de la ONCE el pasado lunes. La decisi¨®n, que ya tiene antecedentes, se adopt¨® como protesta por la competencia il¨ªcita que los invidentes malague?os sufren por parte de La R¨¢pida, rifa clandestina controlada por varios grupos mafiosos que operan en la Costa del Sol. Esta ilegal loter¨ªa funciona desde los a?os cuarenta y aunque las autoridades gubernativas imponen con frecuencia sanciones a los vendedores, ¨¦stas no son lo suficientemente importantes como para conseguir su desaparici¨®n
La popularidad de La R¨¢pida en M¨¢laga es notoria. Entre otras cosas porque sus premios son m¨¢s grandes que los que ofrece la ONCE. Y los pagos se efect¨²an con rapidez. De ah¨ª su denominaci¨®n: no es raro que a la media hora de saber el n¨²mero premiado que siempre coincide con el que sortea la organizaci¨®n de ciegos—el poseedor del mismo reciba el dinero que le ha correspondido. Si por 10 pesetas la ONCE, paga 2.500 Ia R¨¢pida ofrece 6.000 por el mismo dinero.
El proceso a seguir para jugar a esta loter¨ªa clandestina es sencillo: usted est¨¢ en un bar malague?o tom¨¢ndose unas copas con varios amigos, por ejemplo. Viene un vendedor y toma contacto con ¨¦l: Le dice: ?Cien pesetas al 125?. El vendedor extrae un talonario, arranca una hojita en blanco, la cruza con una raya horizontal la divide por la mitad y escribe en las dos partes su n¨²mero y el dinero que juega. Le da un trozo y el otro se lo guarda. Si sale en el cup¨®n pro ciegos el 125 ya sabe que le han correspondido 60.000 pesetas y que las recibir¨¢ r¨¢pidamente. La garant¨ªa de esta rifa es esa: pagar con solvencia rapidez. Si no ocurriese as¨ª, el tinglado se desmontar¨ªa.
Por supuesto, los vendedores tienen clientes fijos y conocidos. Act¨²an sobre todo en bares y lugares de trabajo. Las personas desconocidas para ellos, si desean jugar, tendr¨¢n que hacerlo por mediaci¨®n de un amigo, cliente habitual de La R¨¢pida. Las posibilidades de juego son m¨²ltiples, aunque existen tres principales: al n¨²mero fijo al n¨²mero con finales y a! n¨²mero combinado.
Una aut¨¦ntica mafia
La R¨¢pida est¨¢ controlada por una aut¨¦ntica mafia que funciona desde hace unos treinta a?os y act¨²a con una absoluta seriedad. Hay varios padrinos clandestinos que son los que mueven todo el dinero de los vendedores y pagan religiosamente a ¨¦stos. En este sentido., a ning¨²n vendedor se le ocurre quedarse con cantidades ajenas o con las correspondientes a los premios. La raz¨®n es obvia: las consecuencias pueden ser graves.
No en vano est¨¢n ligados a una mafia que en cualquier, momento puede actuar como tal. Asimismo, al contrario, est¨¢n protegidos de todo. En algunas ocasiones han sido detenidos y encarcelados vendedores y sus familias no han quedado desamparadas. Los padrinos se han cuidado de que no les faltase nada, han pagado el colegio de los ni?os, las medicinas, la cesta de la compra de las esposas, vestidos, etc¨¦tera.
La polic¨ªa nunca ha conseguido saber qui¨¦nes son los jefes de esta organizaci¨®n. En las mentes populares, se afirma que son peces gordos que no les importa pagar una multa por muy alta que sea. Y la realidad es que La R¨¢pida lleva muchos a?os existiendo. En la actualidad funcionan en M¨¢laga al rededor de media docena de grupos que dirigen esta loter¨ªa. Si en cualquier momento apareciese otro grupo nuevo, ¨¦ste deber¨¢ pagar al padrino supremo un porcentaje de venta. De esta forma podr¨¢ controlar libremente el barrio que se le asigne.
N¨²meros gafes
Como buenos andaluces, los mafiosos de la R¨¢pida creen en los n¨²meros gafes. Y es que siempre hay algunos que se repiten en el sorteo de los ciegos. Cuando esto ocurre, no suelen vender participaciones a los clientes. Entonces comentan que el n¨²mero solicitado por el jugador est¨¢ muy vendido y quieren arriesgarse a tener que pagar una fuerte cantidad si resultase premiado. Ahora mismo hay M¨¢laga un n¨²mero, el 13 que rechazan los vendedores.
Asimismo, si alg¨²n d¨ªa un n¨²mero es muy solicitado en un determinado grupo, los vendedores que pertenecen a ¨¦ste juegan cantidades propias entre los 'otros grupos del citado n¨²mero. De esta forma, si resultase premiado, tendr¨ªan las espaldas cubiertas, pues ellos tambi¨¦n ganar¨ªan.
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