Los 30.000 huelguistas de British Leyland se mantienen en su postura

Cerca de 30.000 trabajadores de distintas factor¨ªas de la empresa automovil¨ªstica British Leyland segu¨ªan en huelga ayer. No hay signos de que los huelguistas, que protestan por cuestiones salariales, vayan a volver pronto a sus puestos. La crisis es especialmente grave. El primer ministro Callaghan se ha dirigido a los huelguistas para explicarles que un paro de estas dimensiones no s¨®lo amenaza la existencia de la propia compa?¨ªa, de propiedad estatal, sino que pone en peligro un rengl¨®n muy importante de la industria brit¨¢nica.

Nosotros no podemos permitirnos el lujo de detener de este modo el proceso de producci¨®n.

Ha habido intentos de descalificar la huelga. Algunos enlaces sindicales dicen que los motivos de la acci¨®n de los trabajadores tienen base pol¨ªtica. Jack Jones, secretario general del Sindicato que re¨²ne a aquellos productores, ha salido al paso de esta acusaci¨®n, critic¨® la estructura del actual contrato social que establece las relaciones del Gobierno con las Trade Unions.

Jones, que fue uno de los que dise?¨® tal contrato, dice que los trabajadores tienen razones suficientes para quejarse y para insistir en su huelga. Seg¨²n el l¨ªder sindical, las restricciones salariales contenidas en el citado contrato social son demasiado inflexibles. Un pr¨®ximo acuerdo en ese sentido deber¨ªa ser mucho m¨¢s d¨²ctil, para evitar situaciones tan peligrosas como ¨¦sta que amenaza a British Leyland.

Cuando el primer ministro Callaghan dijo que el pa¨ªs no se puede permitir paros de estas dimensiones aludi¨® a la larga historia de huelgas que ha padecido British Leyland, que ha perdido en los ¨²ltimos dos meses unos 20 millones de libras a causa de estas interrupciones en la producci¨®n.