Aduaneros celosos

Como recientemente TVE nos dio un amplio reportaje sobre Andorra y sus bellezas, y en aquellos d¨ªas fui con mi familia a pasar all¨ª unos d¨ªas, quisiera contarle el caso tan desagradable que nos ocurri¨® en la aduana de Seo de Urgel.Resulta, que volv¨ªamos el d¨ªa 7 de agosto y, sobre la una, pas¨¢bamos la aduana; nos hicieron el consabido registro de maletas, todo normal, pero he aqu¨ª que el guardia civil se da cuenta que llevaba el coche instalado un radio-cassete, nos pide la factura y, al no llevarla, dice categ¨®ricamente: ?Este aparato se lo han puesto en Andorra?. Pasamos a una sala, donde hab¨ªa un aduanero, que trataba a todas las personas que ten¨ªan ese o parecido problema como si fueran unos peligrosos contrabandistas; todo eran malos modos y hasta voces. Nos hicieron desmontar el aparato y dejarlo all¨ª; mientras tanto, nos recogieron las llaves del coche y se las puso el aduanero encima de su mesa. Nosotros est¨¢bamos dispuestos a pagar, como si lo hubi¨¦semos comprado en Andorra, por no desmontarlo, pero como ya le digo, ni nos escuch¨®.

Yo s¨¦ que el desconocimiento de las leyes no libra de su cumplimiento, pero lo que me irrita de este asunto es que por estas peque?as. cosas sean tan celosos y groseros con el p¨²blico, y luego leemos a diario lo de la fuga d¨¦ capitales. ?Por qu¨¦ ese celo y esa energ¨ªa no la emplean en esos casos .y no pararse con un inter¨¦s fuera. de l¨ªmite en estas peque?eces?

El motivo de dirigirme a su peri¨®dic¨® es por si lo cree de inter¨¦s lo que le digo y evitar esos abusos en las formas de unos empleados que cumplen, o deben cumplir, un servicio p¨²blico.