Cien mil personas se manifiestan en Moratalaz contra la carest¨ªa de la vida

Alrededor de cien mil personas se dieron cita ayer en el camino de Vinateros, de Moratalaz, para manifestarse contra la carest¨ªa de la vida, en un acto convocado por las entidades ciudadanas de Madrid. Representantes de la Federaci¨®n Provincial de Asociaciones, Amas de Casa, Amas de Hogar, Clubs Juveniles, Peque?os Comerciantes y dem¨¢s entidades y asociaciones estaban representados en la cabeza de la manifestaci¨®n a la que tambi¨¦n se unieron dirigentes de partidos pol¨ªticos, E¨²genio Triana y V¨ªctor D¨ªaz Cardiel, del PC; Javier Solana, del PSOE; Nazario Aguado, del PTE y Antonio Garc¨ªa L¨®pez y Carmen Jim¨¦nez Sabio, del PSD. Tambi¨¦n se encontraba en la cabeza de la manifestaci¨®n el industrial panadero Emilio Alonso Mun¨¢rriz.

A las ocho y diez de la tarde, diez minutos despu¨¦s de lo previsto, comenz¨® la marcha, autorizada por dos horas, a marcha muy lenta. Dos coches de los organizadores, provistos de meg¨¢fonos desde los que se daban ¨®rdenes a las personas encargadas del orden interno y un coche de la brigada pol¨ªtico social, encabezaban la manifestaci¨®n. Centenares de pancartas ostentaban las consignas que eran coreadas por los ciudadanos: Amnist¨ªa, libertad; Unidad; Menos f¨²tbol, m¨¢s escuelas, Abajo los precios, arriba salarios; Vecino ¨²nete, es tu problema, No a la carest¨ªa; Castro, dimite, el pueblo no te admite (por el presidente de la Agrupaci¨®n de Panaderos); Legalizaci¨®n de asociaciones; Elpueblo grita, escuela gratu¨ªta.

Orden interno

Desde el comienzo de la manifestaci¨®n, dirigida externamente por miembros de la polic¨ªa municipal, el orden fue constante y la presencia de la polic¨ªa armada muy escasa. Muchos de los congregados mostraban en alto, o pinchadas en palos, barras de pan que esgrim¨ªan al tiempo que coreaban los gritos propuestos desde cabeza o surgidos espont¨¢neamente. La organizaci¨®n interna, compuesta por multitud de j¨®venes que portaban un brazalete distintivo, se encarg¨® de formar un cord¨®n a lo largo del camino de Vinateros, y especialmente en la cabeza de la manifestaci¨®n, mientras invitaban a los vecinos de Moratalaz que permanec¨ªan observando desde los balcones de sus casas, que se unieran a la manifestaci¨®n. Todo el recorrido qued¨® sembrado de papeles que conten¨ªan los textos que se leer¨ªan m¨¢s tarde.

Al llegar a la plaza fijada como t¨¦rmino de la manifestaci¨®n, los representantes de las diversas entidades organizadoras leyeron los comunicados mencionados m¨¢s abajo. Toda la plaza qued¨® cubierta de manifestantes, menos dos peque?as zonas verdes, que respetaron escrupulosamente. Al pedir un minuto de silencio por los j¨®venes muertos estos d¨ªas pasados, surgieron los ¨²nicos incidentes registrados durante las dos horas que consumi¨® la marcha. Un grupo de vecinos, situados m¨¢s atr¨¢s, comenz¨® a gritar diversos slogans, y el minuto de silencio no se pudo cumplir. Poco despu¨¦s, dos o tres personas, no identificadas, subieron por sorpresa a la terraza donde se le¨ªan los escritos, y agredieron al presidente de la Federaci¨®n, Antonio Villanueva, al tiempo que uno de ellos cortaba los cables del micr¨®fono. Hubo un momento de revuelo, y la lectura se suspendi¨® durante unos minutos, hasta que los cables se empalmaron nuevamente Mientras los asistentes siguieron con sus gritos, entre ellos ?Unidad?.

Al fin, los comunicados se leyeron sin ning¨²n otro contratiempo. A las diez menos cuarto subieron m¨¢s coches de la polic¨ªa, para reforzar a los que ya estaban all¨ª y avisar de que se acercaba la hora de finalizar el acto. Los primeros grupos de gente comenzaron a abandonar la plaza.

Lectura de comunicados

Al final de la manifestaci¨®n, como estaba previsto, se dirigieron a los vecinos tres representantes del movimiento ciudadano, adem¨¢s del presidente de la Federaci¨®n, en tr¨¢mites de legalizaci¨®n. En primer lugar habl¨® el vicepresidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de Moratalaz, quien dio lectura a un documento en el que se ped¨ªa la inmediata legalizaci¨®n de las asociaciones en tr¨¢mite y de la Federaci¨®n. ?Los barrios de Madrid sufrimos las consecuencias de muchos a?os de abandono y de abusos en todos los ¨®rdenes, vivienda, sanidad, ense?anza, transportes, falta de promoci¨®n cultural y carest¨ªa de vida ( ... ) el Gobierno y la Administraci¨®n se empe?an en dar la espalda a la existencia pujante del movimiento ciudadano y prefieren esconder la cabeza neg¨¢ndonos la legalidad o ponernos condiciones inaceptables para acceder a ello ( ... ) tambi¨¦n nos ha reunido aqu¨ª la necedidad de frenar la brutal carrera de los precios que disminuye continuamente nuestros medios de vida ( ... ) que baje inmediatamente el pan, hace m¨¢s de un a?o que las asociaciones de vecinos denunciamos fraudes de peso, calidad y precio perpetrados por la Agrupaci¨®n de Fabricantes. Pedimos la, dimisi¨®n p¨²blica de Pedro Castro y dem¨¢s responsables, que baje el pan, comisi¨®n representativa, amnist¨ªa total, democracia, libertad y ayuntamientos democr¨¢ticos?.

Otros dos documentos fueron le¨ªdos. Uno por Elena de la Torre, presidenta de la Asociaci¨®n de Amas de Hogar de La Estrella-Moratalaz, en representaci¨®n de las Amas de Casa y Amas de Hogar, en el que esencialmente se exig¨ªa la presencia de amas de casa, vecinos y trabajadores en los organismos de decisi¨®n de precios. Otro por parte de los peque?os comerciantes en el que se se?ala como responsables de la carest¨ªa de vida ?a la oligarqu¨ªa financiera y monopolista que domina el Estado y que usa el poder exclusivamente a favor del monopolio?. Finalmente intervino Antonio Villanueva, presidente de la Federaci¨®n, quien insisti6en las ideas anteriormente expuestas.

En la rueda de prensa que tuvo, lugar tras la manifestaci¨®n, los organizadores calificaron el acto diciendo que hab¨ªa sido un triunfo del movimiento ciudadano. En cuanto al Pleno solicitado para el d¨ªa 24, afirmaron que si no se les concede, las asociaciones ciudadanas ir¨¢n ese d¨ªa a la Plaza de la Villa. Finalmente, calificaron de oportunista a Coordinaci¨®n Democr¨¢tica por haberse sumado a la cabeza de la manifestaci¨®n.