Palenke, entrenador nacional, en las cuerdas
La mala actuaci¨®n de nuestros boxeadores en los Juegos Ol¨ªmpicos ha dejado resaca. El equipo aficionado de boxeo, casi inamovible desde hace a?os, va a sufrir variaciones; es posible incluso que haya relevo en el puesto de seleccionador, que desde hace doce a?os, y con gran acierto, ocup¨® Palenke. El tema de su posible relevo preocupa en la federaci¨®n.Palenke lleg¨® al cargo de seleccionador nacional de boxeo aficionado hace ya doce a?os. Pese a varios cambios de presidente se ha mantenido siempre en el cargo. Y no porque sea un hombre h¨¢bil en la lucha de despachos, sino porque su trabajo siempre estuvo acompa?ado de ¨¦xitos. Durante doce a?os, a Palenke nadie le ha discutido su capacidad, y el equipo que ¨¦l dirig¨ªa, los hombres que ¨¦l seleccionaba, consegu¨ªan buen n¨²mero de triunfos all¨¢ donde acudieran.
Desgraciadamente, en Montreal hubo rotundo fracaso. All¨ª fueron cuatro veteranos con una larga ejecutoria en la selecci¨®n, Rodr¨ªguez Cal, Vicente Rodr¨ªguez, Antonio Rubio y Juan Francisco Rodr¨ªguez, y un hombre que se hab¨ªa incorporado m¨¢s recientemente, G¨®mez Canet, pero que hab¨ªa demostrado largamente su calidad. Se esperaba que el boxeo fuera uno de los deportes en los que mejor quedase la representaci¨®n espa?ola. Sin embargo, cuatro de los p¨²giles fueron eliminados en la primera ronda, y Vicente Rodr¨ªguez, Anico superviviente de ella, cay¨® en la segunda.
Cabe acusar a ¨¦ste de no haber sabido renovar el equipo. A la hora de encontrar una explicaci¨®n a este fracaso masivo de nuestros cinco boxeadores ol¨ªmpicos, todos los cuales hab¨ªan acreditado indudable calidad, s¨®lo se encuentra una: su falta de ilusi¨®n, su excesiva aproximaci¨®n a la Condici¨®n de funcionarios. Estos hombres, por pertenecer al equipo espa?ol, ten¨ªan un sueldo mensual de 30.000 pesetas al mes, m¨¢s incentivos por posibles medallas. Todos ellos tienen un empleo, al que faltan varios meses al a?o, pero la Delegaci¨®n les compensaba en esos meses la cantidad que dejaban de ganar con esa asignaci¨®n. Dado que un boxeador necesita para ejercer este dur¨ªsimo deporte un m¨®vil muy fuerte, casi siempre la necesidad de una superaci¨®n econ¨®mica, estos hombres no se encontraban en las mejores condiciones de ¨¢nimo para luchar por la victoria con la codicia, agresividad y deseo de victoria que se necesita en boxeo. El boxeador procede casi siempre de una extracci¨®n social muy baja, y el revanchismo, el deseo de llegar a una situaci¨®n econ¨®mica brillante, y a una posici¨®n social tambi¨¦n destacada, son sus m¨®viles para boxear.
El error de Palenke ha podido estar en no prever esta situaci¨®n y en mantener a los mismos hombres tanto tiempo. En cualquier caso, es un error que comparte con los directivos de la federaci¨®n que han ocupado el cargo en los ¨²ltimos a?os y adem¨¢s, pensemos que cada vez se boxea menos y las sustituciones eran dif¨ªciles. Tal vez los menos culpables sean los hombres del ¨²ltimo equipo, que llegaron al puesto con los juegos ol¨ªmpicos muy cerca y sin posibilidad para cambios. Ahora parece que Palenke, tras doce a?os de buenos servicios, va a caer. Su cese s¨®lo ser¨ªa aceptable si se le encontrase un sustituto de boxeadores de mejor t¨¦cnica que ha tenido Espa?a en los ¨²ltimos a?os, que conoce bien los secretos del ring y que tiene una especial habilidad para improvisar soluciones en peleas desfavorables, y Miguel Vel¨¢zquez, actual campe¨®n del mundo. Naturalmente, para llevar a ¨¦ste al puesto ser¨ªa preciso que abandonara el boxeo, cosa que no har¨¢ hasta que pierda el t¨ªtulo, que tiene que defender dentro de un mes ante Muangsurin.
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