La huelga de los controladores
Hace unos d¨ªas, el accidente a¨¦reo que cost¨® la vida a 177 personas nos trae nuevamente a la, actualidad el terna de los controladores. ?Qu¨¦ causas influyeron en la cat¨¢strofe?. Un acto de terrorismo es casi imposible que sucediese de la forma en que el accidente tuvo lugar, dado que los niveles de altura de los aviones deben ser distintos para su seguridad. De momento los controladores responsables de su ptiesto en aquella hora est¨¢n detenidos.Y ahora pasamos, a nuestros, controladores; su huelga de celo, contin¨²a y, sin embargo, es cada vez m¨¢s escaso el eco que suscita en la prensa y, por consiguiente, en la opini¨®n p¨²blica. Hay que reconocer que su huelga no ha tomado nunca el car¨¢cter popular que pudiera originarse por la paralizaci¨®n masiva de los funcionarios de correos, por ejemplo, debido a que no es, ni tan siquiera, una mayor¨ªa la afectada por sus problemas (raro es el proletario que, durante la semana, tome el avi¨®n para asuntos de negocios). La falta de informaci¨®n y el desinter¨¦s del Ministerio del Aire hace que esa mayor¨ªa desconozca cu¨¢l es el verdadero problema, pues corno usuarios no han sido afectados. Pero... ?Y esa otra minor¨ªa de industriales y de ejecutivos que utilizan el avi¨®n como medio de transporte m¨¢s r¨¢pido y, sobre todo, en Espa?a, a pesar de los medios t¨¦cnicos, m¨¢s seguro? Me parece que esa seguridad que durante a?os han disfrutado al sobrevolar de un sitio a otro, bien merece un inter¨¦s m¨¢s particular sobre el problema. de estos funcionario s, cuyos derechos son hasta ahora ignorados, ya no s¨®lo por el Gobierno, sino tambi¨¦n por esa opini¨®n p¨²blica que, d¨ªa a d¨ªa, va decreciendo su inter¨¦s. El problema, a pesar del silencio, sigue a¨²n en pie: los controladores mantienen su postura como ¨²nica arma posible para reconocer sus derechos. ?Hasta cu¨¢ndo deber¨¢n esperar del Gobierno ese reconocimiento? La tragedia yugoslava nos pone al descubierto las m¨¢ximas responsabilidades de estos funcionarios.
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