Discrepancias sobre las motivaciones de la huelga de Correos

Despu¨¦s de dos d¨ªas de huelga y con m¨¢s de dos millones de env¨ªos postales sin repartir, el conflicto de los carteros madrile?os no parece de inmediata soluci¨®n. El director general de Correos, Ignacio Acha, basa su motivaci¨®n en la no soluci¨®n, de los problemas que dieron origen a los paros registrados en enero y julio pasados.

En cuanto al aut¨¦ntico origen de la huelga, la Direcci¨®n General, de una parte, y los propios trabajadores, de otra, discrepan a la hora de presentar unas reivindicaciones desatendidas que justifiquen el paro, que afecta a la totalidad de carteros madrile?os desde hace dos d¨ªas y a los de Bilbao desde ayer.

De las informaciones obtenidas por EL PA?S parece desprenderse el hecho de que mientras para algunos sectores de huelguistas no est¨¢n claros los motivos del paro, otro colectivo de trabajadores estar¨ªan interesados en la defensa de unas reivindicaciones que, aunque latentes desde que comenzaron los conflictos en el Cuerpo de Correos y Tel¨¦grafos, hubieran sido puestas al d¨ªa con cierta urgencia, como justificaci¨®n de una huelga que nace en Madrid, cuando la tensi¨®n laboral en Correos es general en todo el Estado. De hecho, el paro se extiende a los carteros bilba¨ªnos ayer, mientras el resto de las provincias registra normalidad.

En cualquier caso, lo que s¨ª parece cierto es que son varias las fuerzas que est¨¢n presentes en el actual conflicto. Por una parte, el empe?o de un determinado sector por constituir un sindicato de carteros —para cuya consecuci¨®n existe ya un autodenominado Comit¨¦ Ejecutivo Sindical de Madrid, cuya representatividad cuestiona el sector contrario a este planteamiento— y, por otra, los trabajadores que pretendan articular una acci¨®n com¨²n de todo el Cuerpo de Correos y Tel¨¦grafos a nivel nacional, a m¨¢s largo plazo.

Los objetivos reivindicativos de ambas posturas podr¨ªan ser coincidentes aun cuando la estrategia para su logro difiere tanto en el fondo como en la forma, y de ah¨ª la falta de acuerdo y lo contradictorio de las noticias que se producen en tomo al conflicto.

La otra fuerza presente en el conflicto vendr¨ªa representada por la Administraci¨®n, cuyo representante, en calidad de director general, discrepa de los trabajadores cuando asegura que la motivaci¨®n de la huelga no responde a una reivindicaci¨®n econ¨®mica. En reiteradas notas oficiales, el se?or Acha ha explicado la dificultad de atender unos compromisos econ¨®micos pactados verbalmente por su antecesor en el cargo, que califica como ?deseo de intentar resolver unos problemas que entonces fueron esbozados?.

Al mismo tiempo, el se?or Acha alude a las mejoras econ¨®micas concedidas ¨²ltimamente e informa de la convocatoria de un concurso-oposici¨®n para cubrir 1.200 vacantes, yen el cual los interinos tendr¨¢n un tratamiento especial.

El aut¨¦ntico origen del conflicto lo cifra el se?or Acha en la pretensi¨®n de que sea reconocida la representatividad de una comisi¨®n ?no legal, leg¨ªtima y aut¨¦ntica?. Reconoce, sin embargo, la posibilidad de elegir legalmente unos representantes, y en tal sentido se muestra decidido a ?autorizar asambleas para proceder a su elecci¨®n, mediante el voto individual y secreto y con la debida organizaci¨®n?. De hecho, seg¨²n inform¨® a EL PA?S, ayer tuvieron lugar elecciones en cinco distritos, en uno de los cuales result¨® elegido uno de los integrantes del Comit¨¦ Ejecutivo.

En el plano de los acuerdos, en la ma?ana de ayer decidieron unos 1.500 carteros, reunidos en asamblea, apoyar como plataforma reivindicativa un nuevo reparto de lo que ellos califican de ?bufanda? (cantidad sobrante del presupuesto), en cumplimiento de lo pactado por el anterior director general, reconocimiento de la representatividad que cuestiona la Direcci¨®n General y dejar sin efecto el traslado de Jer¨®nimo Lorente y otros compa?eros.

Seg¨²n se inform¨® a EL PA?S entre los trabajadores contrarios a la constituci¨®n del sindicato de carteros, la negociaci¨®n de estos puntos pretende ser llevada por los representantes ya elegidos (unos 80), sin que la presentaci¨®n ante el director general sea a t¨ªtulo del autodefinido Comit¨¦ Ejecutivo Sindical.