El pueblo chileno, oprimido por una dictadura neofascista
Con el prop¨®sito de se?alar al mundo la situaci¨®n de opresi¨®n y dictadura neofaseista que padece el pueblo chileno, los cuatro miembros del exparlamento de Chile que asisten a la 63 Conferencia Interparlamentaria en calidad de invitados, analizaron ayer ante varios informadores -primero en la sede de la conferencia y despu¨¦s en nuestro peri¨®dico- la situaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica de su pa¨ªs y la escalada de represi¨®n del r¨¦gimen del General Pinochet.
La rueda de prensa que se celebr¨® en la tarde de ayer en una sala del Palacio de Congresos y Exposiciones, mientras se desarrollaba oficialmente la Conferencia de la Uni¨®n Interparlamentaria, tuvo algunos problemas previos, a causa del car¨¢cter de invitados de los parlamentarios chilenos. Cuando, a la vista de tales dificultades, algunos periodistas inici¨¢bamos la celebraci¨®n de la rueda de prensa en uno de los vest¨ªbulos del palacio, su director, Fernando Gallo, indic¨® amablemente que pod¨ªa ser utilizada una de las salas. Por la noche, la delegaci¨®n chilena complet¨® en EL PAIS la informaci¨®n facilitada.Los miembros de la delegaci¨®n chilena son Claudio Huepe, diputado democratacristiano, ingeniero de profesi¨®n, exiliado en Inglaterra; Camilo Salvo, diputado del Partido Radical, abogado con residencia actual en Suecia; Luis Guastavino, diputado del Partido Comunista, profesor de literatura espa?ola, exiliado en Italia, y Alejandro Giliberto, disputado del Partido Socialista, abogado de profesi¨®n y exiliado en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana.
Dos de ellos, Salvo y Giliberto, coincidieron en la c¨¢rcel con Corbal¨¢n, y con el recientemente asesinado Orlando Letelier, de quien mostraron una grabaci¨®n de su ¨²ltima intervenci¨®n p¨²blica en el Madison Square Garden, de Nueva York, ante 5.000 personas. Letelier, en dicha grabaci¨®n, afirmaba poseer informaci¨®n sobre la posibilidad de que los 2.000 chilenos desaparecidos hayan sido fusilados.
El socialista Salvo aludi¨® a la prohibici¨®n de los partidos efectuada por Pinochet, cuya Junta Militar es actualmente el legislador ¨²nico, hasta el punto -sin precedentes en las dictaduras conocidas- de que ?cualquier decreto que dicte la Junta modifica la Constituci¨®n, caso de oponerse a ella?. Los diputados chilenos se consideran todav¨ªa ¨²nicos representantes leg¨ªtimos de su pueblo, aunque desde el exilio, donde se encuentran 60.
El comunista Guastavino record¨® que la Uni¨®n Popular y la Democracia Cristiana reunieron el 74 por 100 de los votos en las elecciones de marzo de 1973. Describi¨® a la Junta Militar como una pir¨¢mide invertida, con apoyo muy d¨¦bil y cuya Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (Dina) realiza una represi¨®n brutal contra la poblaci¨®n civil y las propias fuerzas armadas. Entre las nuevas formas de represi¨®n, aludi¨® a las crecientes desapariciones, de las que la Junta ofrece explicaciones c¨ªnicas y contradictorias a la inquietud internacional.
El socialista Giliberto ofreci¨® datos concretos sobre la represi¨®n ejercida contra los militantes de los partidos proscritos. Record¨® los casos de Corbal¨¢n, Montes, Segundo Ruiz, Villalobos, Atencio, Lorca, y los recientes asesinatos de Gast¨®n Lobos y Luis Espinosa. Aludi¨® a la eficacia de la presi¨®n internacional, gracias a la cual hab¨ªan podido salir del pa¨ªs Barrientos y Sep¨²lveda.
El democratacristiano Huepe explic¨® el proceso de privatizaci¨®n de la econom¨ªa, en beneficio de los grupos econ¨®micos denominado cocodrilos, pira?as, tiburones, que se han aprovechado de la venta de empresas p¨²blicas, mientras el pacto andino est¨¢ a punto de romperse, a la vista de la indiscriminaci¨®n de la inversi¨®n extranjera.
Estim¨® elitista el proceso de desarrollo, orientado al crecimiento y olvidando la justicia distributiva, al tiempo que se registra un 17 por 100 de desempleo, al margen de los 200.000 chilenos subempleados. El se?or Huepe resalt¨® la vinculaci¨®n del modelo econ¨®mico con el pol¨ªtico. La democracia no podr¨ªa permitir la situaci¨®n econ¨®mica actual, detr¨¢s de la cual existen intereses econ¨®micos, no s¨®lo chilenos, que desean mantener el modelo econ¨®mico a trav¨¦s de la represi¨®n.
Respecto a la inversi¨®n extranjera, se?al¨® que la Junta chilena ha recibido en tres a?os 2.230 millones de d¨®lares, procedentes del Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo, Banca privada de Estados Unidos, y con menor participaci¨®n inferior a los 300 millones de varios pa¨ªses europeos. Mientras tanto, Allende s¨®lo hab¨ªa recibido en un a?o 200 millones. En cualquier caso, la mayor inversi¨®n extranjera no ha ido destinada -en opini¨®n de los diputados chilenos- a mejorar las condiciones de vida de la poblaci¨®n, sino a incrementar el armamento y el sistema de represi¨®n.
El Ej¨¦rcito
Se analiz¨® tambi¨¦n la situaci¨®n del Ej¨¦rcito chileno, todos cuyos miembros no son considerados fascistas por los parlamentarios de aqu¨¦l pa¨ªs, si bien reconocen qu e los sectores militares moderados o de izquierdas s¨®lo actuar¨¢n cuando exista en Chile una alternativa pol¨ªtica civil que permita a los militares no dar un salto en el vac¨ªo, sino retornar a sus cuarteles profesionales.A preguntas nuestras sobre el apoyo pol¨ªtico internacional que recibe el r¨¦gimen de Pinochet, los diputaaos chilenos recordaron, sonriendo, que Pinochet se hab¨ªa referido a Espa?a, que en la ¨²ltima Asamblea de las Naciones Unidas no se sum¨® al voto condenatorio general. Se?alaron que Sud¨¢frica y -parad¨®jicamente, dijeron- China son otros de los escasos apoyos internacionales con que cuenta Pinochet, al margen de la decisiva inyecci¨®n econ¨®mica permanente que le suministra el gran patr¨®n: Estados Unidos.
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