El ahorro espa?ol y la-evasion de capitales
No se entiende bien por qu¨¦ somos un pais pobre. Exactamente el. 14 de abril de este a?o public¨® la prensa que la banca espa?ola ten¨ªa en dep¨®sito, y por tanto administraba. 3,5 billones de pesetas de bienes ajenos, y que las Cajas de Ahorros ten¨ªan a su vez 1 .5 billones m¨¢s. Actualmente, en agosto. parece que las cifras anteriores se han convertido, respectivamente. en 3,7 y 1,7 billones.Si a esta fabulosa cifra de casi cinco billones y medio de pesetas, se suma el valor de los millones de viviendas que la gente ha tenido que amortizar: el de los miliones de coches que ha comprado y, en Ffin, el de los millones de televisores, fr?Gor¨ªficos, lavadoras. menaje diverso y muebles de distintas clases que ha debido adquirir, para hacer su vida posible o un poco m¨¢s c¨®moda, se llegar¨¢. pienso yo, al mareante total de 10. 12 o tal vez m¨¢s billones de pesetas ahorradas por el pueblo espa?ol en las condiciones m¨¢s adversas imaginables.
?C¨®mo es posible que este pueblo tan fuera de serie, que a pesar de ser pisoteado sin el menor sentimiento humano, ha sido capaz de realizar el sacrificio antedicho, tenga todav¨ªa que alargar su mano y solicitar humildemente un cr¨¦dito de 1.000 millones de d¨®lares?.
La contestaci¨®n parece bien sencilla: Espa?a est¨¢ sometida a una evasi¨®n de capitales disparatada y por otra parte,- a una especulaci¨®n enorme -que encarece las cosas, deprecia nuestra moneda y llena de dificultades la vida de los propios ahorradores.
He sido siempre un admirador sincero del socialismo respetuoso, pero eficiente de los escandinavos y jam¨¢s he cre¨ªdo que la nacionalizaci¨®n del cr¨¦dito pueda resultar medida adecuada para evitar esos desmanes. Yo creo que el capital financiero representado por la banca, tiene su papel importante en el desarrollo econ¨®mico del pa¨ªs, y lo ¨²nico necesario es hacerle saber que la leyes igual para todos o no es nada y por tanto, deber¨¢ respetarla igual que los dem¨¢s. Pero del capital social representado por las Cajas de Ahorro, me parece que hay bastante que decir. En primer lugar, los impositores verdaderos due?os del dinero, no participan en la renovaci¨®n del consejo administrativo de la caja, con lo que los se?ores aspirantes a consejeros no tienen necesidad alguna de exponer su conocimiento de los problemas econ¨®micos, su criterio y sus prop¨®sitos. Consecuencia de ello es un aleja miento grande entre consejeros e impositores, alejamiento que se pone de manifiesto claramente, por ejemplo, en el hecho de que mientras una caja provincial re¨²ne, digamos, veinte mil millones de pesetas, la provincia pierde al mismo tiempo cien mil o ciento veinte mil habitantes, hecho atribuible en gran parte, a la falta de inter¨¦s o de capacidad del consejo de administraci¨®n de la caja.
En la caja, un negociado para cr¨¦ditos financieros de inter¨¦s nacional podr¨ªa informar a la comisi¨®n parlamentaria correspondiente sobre la conveniencia de conceder alguno de esos cr¨¦ditos.
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